Hay varias maneras de defraudar , aunque todas ellas impliquen malograr la confianza que alguien , algunos o muchos hubiesen depositado en el defraudador.
Curiosamente, la expresión defraudar abarca una amplia gama de actitudes y de conductas, algunas de las cuales se inscriben en el ámbito emocional y afectivo de una simple afición deportiva o de una relación romántica o amistosa, mientras otras pueden y deben llevar a la cárcel al defraudador, dado el dolo empleado, el daño causado y la naturaleza de sus víctimas.
Defrauda alguien de quien se esperaba un mejor rendimiento y provoca con sus torpezas la frustración de sus seguidores.