Simplezas gubernamentales

Preocupa mucho oír las cadenas de los sábados y escuchar a nuestro Presidente despotricar contra sus adversarios políticos o contra grupos opuestos, lo que hace con saña, de forma populista, muchas veces basado en hechos absurdos, no reales, imputándoles acciones que no han sido realizadas por ellos, o haciéndolos aparecer como bribones. Si estos hechos pudieran ser probados, debería ser obligación del Presidente, ya no echarles la culpa, sino echarlos a la cárcel. Si no lo hace es que, o no puede probar lo que dice, lo que pasaría a ser una injuria, o hay alguna causa oculta para no hacerlo, lo que lo culparía a su gobierno.
 
En lo que se ha dicho en la cadena del sábado pasado, encontramos un ataque a los Alcaldes de Guayaquil y Quito, por haber cometido el acto criminal de hacer funcionar con ganancias a estos aeropuertos. Al menos el José Joaquín de Olmedo, ya no es lo que era antes al igual que los aeropuertos de las demás ciudades, que aún están en manos del Gobierno. Ahora es un aeropuerto digno, decente, autofinanciado, mantenido en forma óptima, rentable, pues produce ganancias al gobierno, tanto central (aunque lo quiera negar) como local. Las 21 terminales más del país, pueden, al igual que la de Guayaquil, pasar a ser empresas rentables, si el Gobierno las pasa a las Municipalidades de estas ciudades, y estas, al igual que la de Guayaquil, consiguen un financiamiento para ellas, sin aportes del Gobierno centralista, y se les permite ampliar su número de vuelos e incluso frecuencias internacionales. La libre competencia es sana. ¡Hay que fomentarla!
 
Otro punto, a mi modo de ver errado, es la crítica que hace a la Empresa Holcim por el delito de ser eficiente. Es lógico que dos productos de similar calidad se vendan al mismo precio. Si la Empresa que gasta menos, bajara su precio, ya que por su ganancia mayor pudiera hacerlo, liquidaría a la otra Empresa. Como gobernante, más bien me preocuparía de revisar los datos de la Empresa que gasta más en su producción, no sea que sus cifras estén erradas y el Estado no reciba nada por impuestos. La forma legal o ilegal en que se realicen la compra/venta de Compañías, debe ser vigilada por las autoridades y sería culpa de ellas cualquier ilícito.
 
En lo que sí estoy de acuerdo es en lo del código de ética de los asambleístas. Nuestros políticos se llenan la boca hablando de honradez, de buen comportamiento, de ética y, al menos, en grupos anteriores, actúan en forma totalmente contraria a lo que hablan. Por lo que se oye, el código que pretenden llamar de ética, es inmoral. La persona que ha sido elegida, debe quedar libre de la disciplina partidista y votar de acuerdo a su conciencia. Para que esto funcione, los partidos o agrupaciones deberían buscar candidatos honestos y dignos, que no se vendan por nada. Espero que los asambleístas actuales actúen como seres racionales y piensen, no en sus necesidades ni en sus deudas ni en el intercambio de favores, sino en el bien del país, que hagan un balance de lo bueno y lo malo de cada propuesta y procedan de acuerdo a su criterio y no de acuerdo al partido, o al deseo del gobierno.