Cuando el cinismo raya en lo absurdo, uno se queda estupefacto sin atinar a como reaccionar. Esto me ocurrió, cuando un amigo me envió una copia de un correo de ALTERCOM con un artículo escrito por un venezolano con el nombre de Sergio Rodríguez Gelfenstein del 25 de noviembre titulado “Crónica de una agresión: La derecha fascista contra América Latina y el Caribe”
Pasados unos minutos en los que no me decidía entre reír y llorar, decidí que lo mejor era escribir para “Desde mi trinchera”, un análisis de la situación que derivó a este pobre ejemplo de “defender lo indefendible” que produce en el que lo lee, sensaciones tan controvertidas como: 1. Pena por el autor que no tiene argumentos para defender y peor atacar como intenta hacerlo. 2. Llanto por la pobreza de conocimientos que demuestra desde el inicio, al pretender que no fue casual la reacción de un hombre digno como el Rey de España y no explicar en todo el texto ni siquiera lo que pone al inicio, que “Hay españoles que desconocen lo que les ocurrió en Ayacucho hace más de 180 años”. 3. Indignación, por la manera baja y soez de querer interpretar los hechos para justificar la forma majadera y propia de un patán con la que interrumpía el Presidente venezolano al Presidente de España, que obligó al Rey, ya exasperado, a decir su ya célebre frase: “¡Por qué no te callas!”, antes de levantarse y abandonar el lugar. 4. Amargura, al ver la poca calidad de hombría de bien que hay en ciertos individuos que sin tener la suficiente cultura para gobernar, llegan por cualquier medio al poder. 5. Confusión, pues habla tanto y tan mezcladamente que ni él mismo se debe entender cuando tiene que gastar tanto papel para no decir nada (reconozco que tuve que hacer un gran esfuerzo para leer tanto tratando de entender el propósito). 6. Decepción al ver que gasta 22 páginas con más de 9600 palabras sin poder explicar la mala acción del Presidente o del Pey de España y sin justificar la mala educación y el complejo de inferioridad con aires de superación del otro. 7. Susto, al ver la osadía con la que gente que se dice pensante, puede irse contra la lógica para tratar de tapar el sol con un dedo tratando de probar que lo blanco es negro o que la noche es día, y por último 8. Risa, al comprobar que no es factible por más que se quiera, actuar mal y creer que puede haber algún justificativo para haberlo hecho, sin sentirse avergonzado.
Sin pretender entrar a analizar las múltiples cosas que se pueden escribir en 22 páginas, baste decir que el articulista pretende echarle la culpa a España por las guerras post independencia, ya que no nos señalaron los límites de cada nación. Sería interesante recordarle que fueron los mismos patriotas, el grupo de libertadores, no los españoles ni los indios los que se repartieron América, y fue la ambición o el caudillismo de varios de ellos, los que provocaron las guerras. El pueblo tuvo que soportar todas las guerras, los abusos del poder y de la fuerza, como lo han tenido que soportar los pueblos que han vivido oprimidos, como Rusia y los demás países que fueron comunistas y lograron liberarse de la opresión que aún mantiene doblegado al pueblo cubano y que amenaza en oprimir al pueblo del escritor y desgraciadamente también a otros países latinoamericanos como el boliviano y el nuestro.
Estados Unidos dejó de ser la guía por el abuso de la falsa democracia y el capitalismo puro que no respeta la solidaridad que es indispensable, junto con la subsidiaridad y la participación para un Gobierno equitativo, justo y responsable que se preocupe del bienestar común, con respeto a la dignidad humana y a la libertad, sin libertinaje, de todos sus habitantes.
¡Miremos adelante! Busquemos una democracia participativa y justa, sin atropellos ni abusos. Con respeto a la dignidad del hombre y con solidaridad, es decir, con amor fraterno entre todos los que hacemos el país.