Al haberse instalado la constituyente, se comienzan a cristalizar las esperanzas de los que afirman que en la patria, en la forma que estaba no tenían esperanzas. Ya eliminaron los primeros obstáculos, Fiscal General, Super Intendente de Bancos y Congreso. Me llama la atención el Congreso, porque fue tubo de ensayo exitoso para poner en práctica las esperanzas de arretarle la cachiporra a la antigua partidocrasia, para usarla igualito. Asi como lo hicieron.
También tengo esperanzas, pero no como las que tienen algunos, yo no quiero que le quiten la casa a mi vecino o al que vive en Samborondon, no envidio esa casa porque tiene muchos problemas, como pasar por el puente que ya es de todos los transportistas y no me van a ir a mi oficina porque iré solo en mi carro producido en el pacto andino y de algunos años atrás, porque no tengo chofer, en tanto que otros de Samborondon si pasaran porque irán dos en el carro, especialmente los funcionarios que afirman no ser pelucones y viven allá. Pasaran los buses de transporte, empujando a todos porque como ya la vía será de todos los transportistas, entonces los demás no la podremos usar sin el permiso de todos los choferes que se llaman profesionales y no saben distinguir línea punteada o carril de circulación, pero son profesionales, y cuando les hacen el examen visual y no leen porque no saben, les mandan a poner lentes y ya esta, para que vean que las licencias profesionales ya son de todos los de los gremios. Por eso no se investigara quien las dio sin exámen.
También tengo esperanzas en las señales de ecuanimidad dadas por Alberto Acosta, que esa constitución, que sostengo no era necesario convocar una Asamblea para hacerla, era mas fácil y barato reformar la que teníamos, digo que ella tenga en si los elementos del respeto a las libertades de los ecuatorianos, porque no podemos sembrar futuro y progreso a partir del odio irracional y sectario.
Les recuerdo a los socialistas de ahora, que fue precisamente el sectarismo que impidió que avance la transformación social de nuestro país. Nuestra meta debe ser llegar a la comprensión social que se vive en países europeos en los cuales no hay sectarismos ni odio de clases, no se gobierna con complejos ni amarguras traídas como bagaje del viaje por una niñez y una pubertad llenas de ilusiones muchas veces truncas, como todos las hemos tenido, especialmente los que nacimos de una clase media profesional depauperada pero que supimos superar las etapas y llenar los vacíos espirituales con conocimientos, comprensión, armonías afectivas.
Tengo mucha esperanza en que el origen familiar, intelectual del Ec. Acosta le permitan actuar con la ecuanimidad que en otros niveles del poder no se ven. Que logre evitar el enfrentamiento de clases al que nos quieren llevar los sectores más sectarios de País. Pese a que él esta mas allá de ese socialismo de canciones, de días sin trabajo que muchos exhiben como blasón para decir que se ganaron el puesto con sufrimiento. De ser ese el necesario antecedente hay muchos que deben estar en la Asamblea pero por el sectarismo no lo pueden hacer.
Esta constituyente es la oportunidad para eliminar los grupos de poder que han manejado la política nacional, permitiendo al hombre común la intervención, intención que en los sectores de ultranza no veo, solamente veo grupos organizados que tratan de implementar la política del garrote y del miedo, al igual que las brigadas fascistas de los camisas negras o las juventudes hitlerianas. El que no esta de acuerdo con el líder es enemigo y le dan palo, cuidado llegamos a eso, ya hay anuncios de vigilancia conceptual a los asambleístas de Alianza País, para que estén en la línea del Jefe. Contra eso debe pelear Alberto Acosta y demostrar que es un socialista que cree y practica la libertad, como siempre lo ha pregonado y quienes creemos en el, sabemos que asi lo hará.