Muy pocas veces se me complica ordenar mis ideas cuando el tema a desarrollarse conlleva implícitamente matices de especiales características.
Aunque esta vez debo confesar que mi cabeza es un torbellino de ideas, reflexiones y cuestionamientos que van mas allá de querer entender los verdaderos motivos que están empujando a nuestros pueblos a la desgracia total, todo esto debido a la inefable conducta, principalmente, de un irresponsable e inescrupuloso presidente de un país como Venezuela, hasta hace poco eminentemente pacífico.