“¡Tomad nuestras manos extendidas!
Limpias de vanidades u orgullo fatuo
¡Marchamos! ¡Marchad!
¡Juntemos nuestros pasos al enfrentarnos con la hora de la Patria y del Mundo, que necesita ¡De todas nosotras!
¡De todas ustedes!…”
(Del libro Mujeres de 2 siglos)
Y hoy en la hora de nuestra Ciudad, nos corresponde estar en pie de lucha por su honor y el de la Patria a la que pertenecemos.
Defender a Guayaquil es el deber de nosotras las mujeres: esposas, hijas y hermanas que, como obreras, empleadas, maestras, funcionarias, empresarias, ejecutivas, magistrados o amas de casa, damos nuestro esfuerzo para engrandecerla.
La Conjura está echada sobre nuestra Ciudad-No hay ninguna duda de ello-.
La legitimidad democrática, de subsistir por sus propios esfuerzos, está siendo amenazada.
Nosotros Guayaquil ¡que a través de los siglos hemos forjado nuestro propio destino para no perecer, creando instituciones como la Junta de Beneficencia, de servicio al pueblo sin discrimen regional alguno, donde se asisten diariamente miles de ecuatorianos en busca de salud, con sus propios mecanismos de subsistencia como la lotería nacional, etc., etc.
Cientos de instituciones en siglos pasados, levantaban a Guayaquil de las debacles-pestes e incendios-hasta que entrando en el siglo XXI somos testigos y autoras vivientes de una de las más grandes reivindicaciones de la ciudad con autogestión económica de actualidad de concesiones y fundaciones que hoy quiere incautarlas el gobierno de turno; con el único fin perverso de ver a la ciudad sumida en la miseria y humillada.
No dejemos que las autonomías desde la económica, hasta la funcional, sucumban a nombre de un fementido socialismo, donde se pone al pobre, como catapulta.
La economía absorbida por la política gubernamental es un ultraje a las libertades.
¡Mujeres guayaquileñas del siglo XXI!
¡Hoy es nuestro momento! el momento de la Ciudad amenazada por el delirio obsesivo de quien en su megalomanía encamina al País a un estado totalitario, de cuño ya desgastado en el mundo…
¡Mujeres de Guayaquil!
¡Hoy es la hora de nuestra ciudad! “que necesita de todas nosotras”.
¡De ustedes!
¡Marchemos!
¡Marchad!”