¡Que se Moje el Poncho Stiglitz!

¿Quién es Stiglitz en el mundo profesional? (les recomiendo que lean la página web del banco central sueco quien le otorgó el premio Nobel de economía a Stiglitz conjuntamente con dos economistas más).  ¿Quién es Stiglitz en el mundo de la política económica? (les recomiendo que lean una carta abierta de Kenneth Rogoff en respuesta a las críticas al FMI).  

Para mi Stiglitz, es indiscutiblemente un hombre de una trayectoria profesional como la de pocos en el mundo, pero también un hombre que propone ideas políticamente discutibles.  Su libro atacando a la globalización “Globalization and its Discontents”  y la respuesta a esa crítica que hiciera Jagdish Bagwati “In Defense of Globalization” son una riquísima polémica para aquellos que nos apasiona la economía.  Pero dejo a la audiencia que se haga su opinión de este personaje desconocido para muchos ecuatorianos.

En EE.UU. siempre se ha mantenido distancia entre los economistas académicos y los economistas profesionales (los que hacen política económica).  Esto sucede debido a muchas razones, una de ellas ha que hay tanta gente capacitada, que no siempre un teórico famoso es el más apropiado para un cargo público que usualmente requiere de habilidades administrativas y de negociación que no son necesarias en la academia americana. En este sentido Stiglitz ha sido una excepción al refrán: “el que sabe hace, el que no sabe enseña”. Ha hecho su nombre dentro y fuera de la academia.

Mas el problema que tengo con Stiglitz es otro.  Cuando Polonia  terminó el régimen comunista,  inició una transición hacia un sistema de mercado que ha sido reconocida como un modelo exitoso de transición para los países del este Europeo.  Uno de los asesores económicos de Polonia fue el economista Jeffrey Sachs.  Por esto y por otros motivos, el profesor Sachs, fue reconocido como uno de los economistas profesionales más famoso del mundo.  Sin embargo, cuando Jeffrey Sachs se le conocía como asesor del Ecuador el salió aclarar, después de la crisis, que solo había tenido un par de conversaciones con el ex-presidente Jamil Mahuad (dicho sea de paso yo le creo a Sachs).  De esta manera, Sachs desvinculó su nombre del fracaso económico más grande de todos los gobiernos de la historia republicana del Ecuador hasta ahora (me temo que hay uno que le está haciendo carrera).

Pues bien, ahora se dice que Stiglitz ha venido a asesor al gobierno del Ecuador, y me temo que pase lo de Sachs.  En la entrevista con Carlos Vera de la segunda semana de diciembre y en un reportaje de El Universo del domingo 16, Stiglitz aclara que no viene en calidad de asesor.  Por eso es que me temo que pase lo de Sachs.  Van a usar el nombre de Stiglitz para justificar muchos errores de acción y omisión que luego Stiglitz negará.   Les sugiero a los políticos que no se dejen impresionar por nombres, más si los nombres no se comprometen con las recomendaciones o estrategias de implementación de tales reformas económicas.  No vaya ser que después nos diga que el solo hizo un par de conferencias y que no quiere ser asociado con esos fracasos.

Finalmente, a pesar de las diferencias que puedan tener con Stiglitz en el plano de las ideas, hay que reconocer al César lo que es del César.  Cuanto bien le haría al Ecuador, que un personaje así, sea quien lidere el proceso de reformas de Ecuador y se haga responsable por los aciertos y fracasos que seguramente tendrá al trabajar con un grupo altamente ideologizado.  Pero para eso le pediría a mis colegas economistas socialistas que hagan que Stiglitz se comprometa con sus asesorías en el Ecuador.  Pídanle al laureado economista que SE MOJE EL PONCHO. O si no, no usen como escudo para evitar defender sus ideas.

¿Esta usted de acuerdo: si o no?  No dude en mandarme sus comentarios.