Esta navidad y el inminente fin de año encuentran al Ecuador y a Guayaquil en angustiosa situación producto del desgobierno que están soportando.
Si bien es cierto que debemos ser realistas y entender que se nos avecina un negro futuro, no es menos cierto que en el fondo somos optimistas, y mas que sea con ese hálito de optimismo esperamos un mejor porvenir.
Esto supuesto, quiero entregar a los lectores de “Desde mi Trinchera”, y a mis compatriotas, una alentadora noticia que tiene relación con los regalos que se dan con motivo de la natividad del niño Jesús y que son repartidos por Papá Noel o Santa Claus (Aquel simpático gordito barbado vestido de rojo, color que le puso la Coca Cola), amalgamando lo cristiano con lo pagano como se estila en el mundo actual:
HELSINSKY, (AFP).- Un grupo de científicos de Finlandia, país del norte de Europa donde vive Papá Noel, trataron, infructuosamente, de probar que ese legendario personaje no existe.
“Nadie, ni siquiera Papá Noel, puede distribuir en 31 horas (considerando las distinta diferencias horarias en el mundo) 189 millones de kilos de regalos a 308 millones de niños cristianos en 108 millones de domicilios”, afirmaron los científicos.
Para realizar este trabajo, Papá Noel necesitaría tener un trineo tirado por 135.000 renos súper musculosos, capaces de tirar cada uno una tonelada y media de regalos, a una velocidad de 1.040 kilómetros por segundo, es decir, 12.500 veces la velocidad del sonido, según los cálculos.
“Considerando los 140 millones de kilómetros que debería recorrer de Este a Oeste en tan poco tiempo, el venerable anciano solo dispondría de una milésima de segundo para bajar por cada chimenea o pasar por cada ventana, depositar los regalos y volver a subirse al trineo”, dijeron.
Pero a esa velocidad supersónica, Papá Noel terminaría desintegrado por la resistencia del aire.
La prensa finlandesa, luego de conocer el estudio, se precipitó hasta la lejana residencia de Papá Noel, logrando entrevistarlo.
Muerto de la risa, el anciano señaló que nada le impedía distribuir sus regalos a los niños buenos y obedientes del mundo entero, y que los científicos estaban “totalmente equivocados en sus cálculos”… (SIC) .
Por final, es mi anhelo de que el año próximo el Ecuador viva sus mejores momentos que muy bien lo merece. Hagamos votos por ello.
Y para mi bien amada ciudad Guayaquil, todo lo bueno del mundo comenzando por su autonomía que por abrumadora votación la ganó en el plebiscito de enero 23 de 2000.
FELIZ NAVIDAD…FELIZ AÑO NUEVO