Navidad es un tiempo y una palabra especial. Navidad viene de natividad, que de acuerdo con el diccionario de la RAE, significa nacimiento (acción y efecto de nacer) y por antonomasia “natividad de Jesucristo, de la Virgen María y de San Juan Bautista, que son las tres que celebra la Iglesia”.
El día de Navidad es un día muy especial. Es un día que debe ser de alegría íntima, de felicidad completa. Al leerlo en la Biblia, encontramos que los Ángeles enseguida anunciaron a los pastores que acababa de nacer y que tres Reyes de Oriente vinieron a Él con regalos para agasajarlo por su venida.
Por costumbre que ya data de mucho tiempo, para recordar estos regalos de los Reyes Magos, como son llamados, se acostumbra a dar regalos a los niños en estas fechas. Al inicio era el 6 de Enero, día de los Reyes Magos y desde hace muchísimos años, en el día en que se conmemora el nacimiento de Jesús. La costumbre se fue extendiendo y al mismo tiempo se fue cambiando para dar mayor valor al mercado de las ventas. Se comenzó a dar regalos también a gente conocida, querida o a gente con la que se tiene compromiso; además, como no resultaba rentable el Niño Dios, empezaron a aparecer fantasías como Papá Noel, el árbol de Navidad, los adornos, y miles de cosas más. En estos tiempos, casi podemos asegurar que se habla más de Papá Noel que del Niño Dios y más nos preocupan los regalos. Una de las costumbres de estos días es el juego del amigo o de la amiga secreta.
El comercio ha ido poco a poco degenerando esta fiesta. El afán por vender, por obligar a la gente a comprar para regalar, va pervirtiendo el origen de esta conmemoración. Es agradable oír las risas y ver la alegría de los niños en estas fiestas. Más alegre y maravilloso aún es ver el rostros de los niños que no tienen nada y que en estas fiestas pueden recibir algo de comer, ropa que usar o un regalo, pero a ese niñito que vino al mundo hace más de dos mil años, ni siquiera lo recordamos.
¿Qué tienen que ver los regalos con la fiesta de Navidad? La visita de los Reyes Magos, llevándole presentes al Niño Dios. ¿Cuál es el significado o el mensaje que debería dar al mundo esta historia? El recordar la necesidad que tenemos nosotros de darle un regalo muy especial a quien dio todo, incluso su vida, por amor a nosotros.
Nació pobre, en un pesebre de animales porque no tenía su Madre ni siquiera un lugar digno para dar a luz, peor una manta decente para cobijarlo. Vino al mundo a enseñarnos con su vida el camino para nuestra salvación, que en muchos casos es justamente el contrario al que seguimos en estas fiestas.
¿Qué regalo quieres?, preguntamos a nuestros hijos y nietos para decidir que les compramos. ¿Qué regalo quieres?, deberíamos preguntarle aún con más razón a ese Niñito que nació, vivió y murió por salvarnos. La respuesta, en lo más íntimo de nuestro corazón, la sabemos todos.