24 noviembre, 2024

Barak Obama y Latinoamérica

Algo sucede en los Estados Unidos de América e indudablemente atañe al resto del mundo. Sobre todo a nosotros como región próxima. Es cierto que por estos días los Estados de la Unión Americana están celebrando elecciones primarias para escoger candidatos demócrata y republicano a la Presidencia del Gobierno Federal americano. Quizá esta elección tenga igual desenlace que las anteriores. La diferencia entre tener un rústico belicista o un galán con problemas de comportamiento y faldas tal vez no sea de interés mundial; sin embargo esta ocasión algo sucede en los Estados Unidos de América que nos puede beneficiar como región, insisto.

Si a los casi 280 años de vida de la nación americana los observamos bajo el prisma de las teorías de Giambattista Vico, entonces vemos que en política estadounidense hay retrocesos, pero también avances. La historia de este país es muy clara y solo revisando al paso en la abundante información oficial y de organizaciones privadas, resulta sencillo notar los puntos de inflexión y las estelas de los caminos a recorrer en la historia de ese país.

Con Barak Obama (abogado de 46 años, negro, senador por el Estado de Illinois) a la cabeza de los que por esa dinámica del corsi e recorsi de Vico están llamados a llevarse la presidencia de EUA (los demócratas), el variopinto electorado es guiado por un discurso de cambio, de novedad, de reforma, de paz, trabajo y progreso. Así es el discurso del joven Obama. De fe; de mucha fe y cambio.

Los republicanos tienen también naipes en sus manos, pero la suerte está echada. Es el turno de los demócratas. El republicano inquilino de la Oficina Oval en el número 1600 de la avenida Pennsylvania se ha encargado de botar mal los dados en sus dos periodos altamente controversiales desde sus inicios.

Este turno al bate les permite a los demócratas retomar el trabajo hecho por el buen estado de la Unión como quedó luego de la administración Clinton; o también para reverdecer leyendas de Camelot haciendo símiles entre los Obama y los Kennedy, tal como Newsweek del 4 de enero de 2008 y el New York Times en su edición del 8 de enero de 2008 pintan a manera de reminiscencia.

“Somos un solo país, somos una sola nación, y el tiempo del cambio ha llegado”. Así en un discurso de barricada, el senador Obama celebrada con los habitantes de Iowa el 3 de enero de 2008 su primera victoria en las primarias. Un hombre joven; de orígenes nada aristocráticos; demócrata convencido; amante de la libertad responsable, la paz con seguridad, y de la unidad entre su propio pueblo: Latinoamérica debe ver en ese pre candidato su esperanza de no ser tratada ni vista como traspatio del primer mundo, sino como el cercano, barato y de altísimo potencial por explotar como centro industrial de mano de obra calificada que no es Asia. Así, a pesar de contar con gobiernos del Socialismo del s. XXI, los líderes nacionales como Uribe en Colombia, Bachelet en Chile, Vásquez en Uruguay; líderes locales con aceptación nacional como Nebot en Guayaquil, Rosales en Maracaibo, Costas Aguilera en Santa Cruz, deben ver con buenos ojos al joven Obama y oír con atención sus discursos de campaña. Si en América del Sur hay un Chávez Frías y un Morales Ayma, es porque en EUA la Casa Blanca era sitio de paso, no lugar de trabajo para quien de política internacional, diplomacia y negociación entre Estados le importaba conocer poco siquiera.

Algo sucede en los Estados Unidos de América. Después del “supermartes” sabremos quién moverá las fichas en el ajedrez del mundo. Tengo la corazonada de que América se alista a elegir su primer presidente negro.

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No hay comentarios

  1. Buenos elogios a Obama, en lo que no estoy de acuerdo es en su comentario sobre la afluente economía en EUA durante la presidencia de Clinton, si la economia mejoró pero el hombre ese cerró los ojos a nuestra defensa nacional y al ejercito pero lo peor de lo peor fue LA BAJADA DE LA MORAL EN ESTE PAIS, las insolencias que cometió ese hombre en la casa blanca empeoró un 100% la moralidad especialmente en la juventud. «Si el Presidente lo hace es aceptable». La mujer esa que está corriendo para la candidatura debe tener verguenza de hablar de moral, cuando ella ha sido la mujer más puerca de este país, el hombre ese la avergonzó con sus indiscreciónes y ella continuo con el porque ese es un caso de «matrimonio de conveniencia».
    Sin ser demócrata, si admiro la honestidad que se refleja en Barak Obama yo no tendría inconveniencia en darle mi voto pero yo soy una aferrada republicana y no traiciono mi partido.
    Respetuosamente,
    Mercedes T. Zambrano de Cass

  2. venezuela debe ver con buenos ojos los discursos de Barach sobre Latinoamerica y avanzar hacia una nueva realidad sociopolitica

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