Hace pocos días fui invitado a dictar una conferencia sobre Derecho Humanos, lo que me pareció interesante ya que en este momento en nuestro país existe la Asamblea Nacional Constituyente que erróneamente considera que “tiene todos los derechos y poderes ilimitados”, al analizar lo referente al debido proceso y a la justicia sin dilaciones, una alumna me solicitó que explicara lo que en realidad constituye la justicia. Planteada la pregunta, vino a mi memoria la concepción del maestro Vasconsello para quien la mejor definición se la podía extraer del pensamiento de Benito Juárez: “La Justicia es el respeto al derecho ajeno”, pues existirá el clima jurídico necesario para que puedan desenvolverse armónicamente los derechos sociales e individuales generando la equidad. .
En un clima de irrespeto a la ley nace la intranquilidad, y con ella el menoscabo del orden jurídico. El respeto a todos los derechos ajenos debe ser total; no nos podemos contentar con amparar algunos y despreciar a otros, quizás llevados por la tonta idea que entre los derechos existen diferencia, gradaciones, causa por la cual a veces se tutelan unos y se desprotegen otros. No hay motivo lógico para ser tal diferenciación ya que el respeto al derecho ajeno lo podemos imaginar como un muro compuesto de muchos ladrillos, y si de esos ladrillos que cohesionados forman el muro, sacamos algunos, el talud se desploma. Así, la necesidad de la justicia, como lo sostenía el jurista Celso es reconocer a cada cual lo que le pertenece; lo que no es muy fácil de lograr, por las ambiciones, apetitos y ansias de dominación, que lamentablemente subyacen en el género humano. Por otro lado, puse como ejemplo que si no se respetan todos estos derechos en Montecristi, la ley de leyes que es la Constitución fracasará y el pueblo en el plebiscito la rechazará. Asimismo debemos recordar que poco a poco lentamente, y a veces en medio de tanto sufrimientos, la humanidad ha ido reconociendo que los hombres, por el mero hecho de serlo, tienen derechos inalienables que ninguna autoridad los puede desconocer.
Estos derechos fueron ampliamente difundidos por el movimiento Iluminista en el siglo XVIII.
Al comienzo se refirieron a los derechos individuales, derecho a la vida, honor, libertad de pensamientos, etc, y posteriormente fueron ampliándose en el aspecto social, pues se reconoce el derecho a una existencia digna, a la salud, educación, etc. Nadie puede exigir derechos sin cumplir obligaciones, pues al igual que la moneda que tiene sello y cara el derecho solo subsiste cuando se cumple con el deber. Pongamos un ejemplo: yo exijo que se respete mi derecho laboral, pero no lo respeto con relación a mi empleado. Es por lo tanto, el actuar justamente, obrar de acuerdo con la Ley y la ética. Lo que es más si yo comienzo actuar justamente poco a poco los demás lo harán conmigo. Ese es el desafío que tenemos los ciudadanos frente a la comunidad.
¿Qué es la justicia? Es un tema muy debatido. Sin embargo en el esfuerzo del hombre por comprender resulta que se ha perdido.
Yo le pregunto ¿Qué hacer cuando se quiere hacer justicia, pero la ley es injusta y la ética está manipulada?
No sé, si es que lo interpreto mal; pero en el Ecuador sucede eso todos los día.
Con decirle que la autoridad de Tránsito piensa ser juez y parte de la interpretación, y sanción que ha de imponer.
Acaso no tenemos derecho a expresar un desacuerdo, o ya es tan común dicha conducta que puede refutarse justa, costumbrista y hasta en términos más populares «Que shalado!!!»
Como se hace para que el común entienda el sentido de la justicia, ejemplo la de San Pablo, el cuestiona ¿Qué sería la justicia sin la caridad?
O Platón que incita el sentido de justicia, lo conveniente para el más fuerte.
Que ética respalda, sí se encuentra manipulada.