Esta semana participé en un debate con los autores de la reforma tributaria. El primer tema que aborde con ellos fue el del impuesto del 0.5% a la salida de divisas, argumentando que aunque aparezca inofensivo es el peor de los impuestos creados en la reforma. Mi tesis es simple, si no hay ningún problema que resolver con la salida de capitales y hay un temor de que lo puedan usar para sacarnos de la dolarización: ¿para qué lo crearon?.
La primera parte de mi argumento obedece a que hay una percepción errónea de un problema de política económica. La justificación del gobierno para crear este impuesto es que no los “capitales golondrina” desestabilizan la economía y que por tanto es necesario desincentivarlos. El primer problema con esto es que la movilidad de los flujos de capital no es dañina por sí misma, sino cuando hay alguna distorsión en la economía que haga que esa movilidad sea un problema. Ese argumento suele hacerse cuando se tiene un sistema de tipo de cambio fijo, pero eso no aplica al Ecuador dolarizado. Sin embargo, el mayor error con esta justificación es que en el Ecuador de hoy no hay ningún problema de exceso de flujos de capitales. Esto es como que un médico recete un laxante para una deshidratación, agrava el problema no lo corrige. Yo no sé en qué economía viven pero aquí no están entrando los capitales de manera que haya un temor por una fuerte salida de capitales.
Más todavía, en el momento de una corrida de capitales ese 0.5% no bastará. Piensen en una persona que tengan $10,000 y no confíe en Ecuador, desistirá de sacarlos por no pagar $50 de impuestos. ¿Qué son $50 contra la posibilidad de perder $9950? Nadie en su sano juicio va a dejar de sacar la plata del país si estima que es riesgosa mantenerla en Ecuador. Ahora que no les guste esa idea, ese es otro problema. Pero para eso habrá que preguntarse qué podría estar generando esa desconfianza en primer lugar. La verdad es que muchos países del mundo han aplicado controles a la salida de capitales en momentos de crisis e incluso nosotros mismos hemos llegado a congelar los depósitos. Por tanto, ese argumento de evitar los “capitales golondrina” es falso porque se refiere a un problema que no existe, pero además es un problema que no se resuelve de la manera que proponen.
Sin embargo, la razón más preocupante por la cual me opongo a este impuesto es que lo considero un riesgo contra la dolarización. La idea procede de la siguiente manera: El día de mañana uno de los oleoductos amanece roto producto de un terremoto (como sucedió en 1987). Inmediatamente, hay una contracción brutal de los ingresos fiscales y una necesidad de devaluar el tipo de cambio real. Como esto no se puede en dolarización, el gobierno tendrá la excusa ideal para sacarnos de la dolarización. Para hacerlo elevará la tasa del impuesto a la salida de las divisas a niveles prohibitivos (digamos 500%) entonces efectivamente la oferta monetaria en dólares deja de tener valor si en el país somos obligados a tener una nueva moneda. En ese momento entenderán porque creo que este impuesto fue un lobo vestido de oveja. Ojo con lo que digo, yo no profetizo la salida de la dolarización de esta manera, solamente que si se dan las condiciones para presionar en contra de la dolarización este impuesto será un mecanismo que les facilitará la manera de salirse de la dolarización. Mis colegas de debate del SRI no estimaban mi argumento como fantasioso. El problema que tienen ellos es que o son muy ingenuos respecto de las intenciones subrepticias de este impuesto o verdaderamente creen que el Ecuador hubiera estado mejor sin la dolarización en este último año de gobierno. Ninguna de las dos me parece una explicación satisfactoria, y si creen que estoy fantaseando, prefiero que sepan que prefiero el rol de la Caperucita que descubre al lobo y no al lobo que se disfraza de abuelita.
¿Esta usted de acuerdo: si o no? No deje de enviarme sus comentarios.
Estimado Francisco:
Asumo que usted ya sabe que este impuesto va a subir a 1%. Yo opino al igual que usted que este es un Lobo disfrazado de oveja. Opino tambien que este es un mecanismo para volver al modelo cepalino. Sin embargo, existe una tesis del gobierno para defender este impuesto, que me resulta un poco de refutar. Ellos dicen que con este impuesto la liquidez se mantendra en el pais y por ende se fortalecera la dolarizacion, es decir habran mas dolares para mantener el esquema. Que opina usted? Como anti-tesis tendria usted a este argumento?
Saludos .. soy egresado de la Escuela politecnica nacional de la maestria justamente estoy haciendo como tesis un estudio sobre el impacto a la IED con la implementacion del 1% al ISD.
Me gustaria contactarme para q me facilite algun tipo de informacion al respecto
BUEN DIA