El miércoles 19 de Marzo de la semana pasada, como Presidente de la Junta Cívica, había escrito una carta al Sr. Presidente de la Republica, en la que, como consecuencia del reclamo que hiciera publico el Alcalde de la ciudad al Sr. Procurador de la Nación por su negativa a conceder la respectiva autorización para contratar la terminación de las obras de la Av. Del Bombero, le recordaba al Sr. Presidente lo que le pregunte en la entrevista que telefónicamente nos hiciera el destacado periodista Sr. Diego Oquendo, en la que le exprese al Econ. Rafael Correa que siendo él, un Guayaquileño de nacimiento, expresaba en todas sus intervenciones radiales que amaba a su ciudad natal, pero que lamentablemente sus acciones y decisiones reflejaban exactamente lo contrario, lo cual con la actitud del Sr. Procurador parecería que este tipo de acciones se ha generalizado en los funcionarios públicos en contra de la ciudad de Guayaquil y que por lo tanto era propicia la intervención del Sr. Presidente para poner orden y respeto a la ciudad, llamándole la atención al Procurador, ya que posiblemente por desconocimiento del alcance de sus funciones y por ignorancia en el conocimiento de la capacidad de trabajo de las empresas Guayaquileñas, había negado su Vo. Bno. para la contratación de tan importante obra. Su negativa invadía un campo profesional sobre el que él no tiene competencia ni capacidad técnica para opinar.
Como el Sr. Procurador reflexiono y concedió el Vo. Bno. solicitado, me abstuve de enviar la comunicación al Sr. Presidente de la Republica, pero estimo necesario señalar el porque yo he expresado que el Sr. Procurador se metió en un campo que no le corresponde, pues no es de su competencia y no tiene capacidad profesional para hacerlo.
No es competencia del Procurador señalar si la empresa constructora tiene capacidad técnica, directa o indirectamente, de su personal o de los equipos comprometidos para ejecutar una obra, por su total desconocimiento de la capacidad instalada de empresas como la hormigonera HOLCIN, con capacidad para abastecer todo el concreto necesario para esa obra y para 10 más, en la mitad del tiempo programado para la ejecución de dicha obra.
Ojala que hechos como estos no se vuelvan a repetir, pues solo ratifican la tendencia oficial de que existe predisposición de entorpecer todas las obras que están encaminadas a propender al desarrollo y progreso de la ciudad de Guayaquil, sin darse cuenta que estas acciones solo crean predisposición negativa e inquietan el malestar de quienes desean trabajar, pues vale la pena informar al Sr. Contralor, que la construcción es la actividad de mayor generación de trabajo con mano de obra no calificada, por lo que la convierte en una indispensable herramienta generadora de empleo, por eso la construcción es: LA INDUSTRIA DEL BIENESTAR HUMANO.