Años atrás, la marquesina de un teatro de Buenos Aires anunciaba: “ Se necesita un Presidente con cara de… ” ; una sátira política que se mantuvo en escena largo tiempo. Hoy viene a cuento con la divulgación de un proyecto de “mandato” con el que nuestra Asamblea dispondría el resorteo de ciertas causas penales actualmente en trámite en la Corte Suprema de Justicia.
Vemos , con estupor, cómo los principios de independencia de la Función Judicial y los valores que conforman el sistema judicial ecuatoriano bajo el amparo de una Constitución Política – cualquiera que ésta fuere y en cualquier época que la situemos- son vapuleados bajo la égida manoseada y corrompìda de la “lucha contra la corrupción”. Si a esa lucha , cuya sana concepción inicial viene adulterándose por su constante mal uso, le añadimos un nuevo ingrediente con el membrete de revolución ciudadana, y le brindamos un tinglado en Montecristi, la escenografía, el guión y los actores de este momento histórico devienen completos. La Revolución Francesa tendrá nuevos Robespierre, nuevos Marat y nuevos Dantón en el Ecuador y la versión ecuatoriana, simple parodia de aquella, tampoco se librará de que algunos de sus actuales guillotinadores sean a la postre guillotinados. Entre ellos, un pateador de puertas y destructor de bienes del Estado como César Rodríguez , hoy fungiendo de culto y amenazante justiciero.
Creo que la CSJ incurrió en tibiezas con su pálido reclamo. Comprendo,también, que se debe asumir el riesgo de una tergiversación mañosa y perversa de mis palabras, porque los temas subyacentes se prestan para ello. Pero mi repulsa a las estupideces humanas jerarquizadas como acción revolucionaria, brota irrefrenable al observar que ese asambleísta robesperiano se convierte en vocero oficial de una de las más infelices y torpes
demostraciones de incivilidad e irracionalidad jurídicas. Ha dicho textualmente ( El Universo, Abril 04 ) que ese proyecto de mandato busca “DETENER RESOLUCIONES FAVORABLES A LOS BANQUEROS IMPLICADOS EN LA CRISIS BANCARIA”. Poco o nada le faltó a Rodríguez para aseverar que con el nuevo Mandato deberán integrarse Salas que se comprometan de antemano a condenar a los reos. No es la primera vez que, en nombre de la Justicia , se cometen actos realmente abominables. Frases como la citada podrán alardear de revolucionarias, pero no dejan de ser estúpidas en labios de quien preside una Mesa encargada de redactar un proyecto de Constitución que , irónicamente , proclamará ineludiblemente una falsa independencia de la Función Judicial en la administración de Justicia. Frases como ésa demuestran, por su desparpajo, la penosa corrupción del verdadero papel que debe desempeñar un asambleísta. Frases como ésa desnudan una clara intromisión, impúdica e ignorante, de un organismo que se autotitula moralizador y comete la inmoralidad de pretender imponer sentencias por adelantado , dándolas a conocer como condición a cumplirse por parte de unos amedrentados jueces que lleguen a ocupar las magistraturas. Eso es, también, dictadura, disfrazada de justicia social . Y es, por último, vulgar retórica revolucionaria de quienes hoy las ofician de guillotinadores.
Si para pretender condenar a los implicados en la crisis bancaria ha sido preciso cometer tantos desaguisados, amenazar públicamente a jueces actuales y futuros de esas causas, rebelarse sin ambages contra la ética y la moral y demostrar una desembozada ignorancia jurídica al mismo tiempo que se redacta una Constitución Política, estamos pagando un altísimo precio que conlleva la destrucción de la institucionalidad de una de las funciones del Estado , tornándose imperiosa la necesidad de que la CSJ, los Colegios de Abogados y cualesquiera otras organizaciones domésticas vinculadas con el respeto al Derecho , salgan por sus fueros y promuevan un vuelco total del deplorable manejo revolucionario de estos temas. ¿ Es mucho pedir que intentemos vivir en un país en el que los fallos judiciales no estén impregnados de influencias partidistas o gubernamentales ? ¿ Es mucho aspirar que nos despojemos de tanta estulticia que comienza a identificarnos internacionalmente?
No hay mejor muestra de lo dicho que el aviso clasificado lanzado por Rodríguez : Se necesita Ministros Jueces con cara de…………… , “que no estén dispuestos a dictar resoluciones favorables a los banqueros implicados en la crisis bancaria. ¡Viva la Revolución! ¿O sería más apropiado eructar ¡Al Diablo la Justicia ! ?
Bastante claro el articulo.
Parecería defenderse a los banqueros pero realmente tiene toda la razon.
No se debe condenar a nadie sin haberle dado derecho a un juicio justo.
Muchos pensaran que son culpables, pero… y si son inocentes? Es esta la forma de enjuiciar a alguien? De ofrecerle derecho a la defensa?
No me gustaría recibir un juicio asi (que cuando piensen que la decisión va a ser favorable a mi, decidan que el proceso esta corrupto y deben cambiar el juicio y comenzarlo con alguien que si me encuentre culpable)
Una lección de moral y justicia. No nos toca como ciudadanos condenar o declarar inocente a una persona Pero si crear el respeto a la justicia. ¿Qué sucederá mañana cuando el emperador decida de antemano que soy culpable porque le caigo mal?… BASTA YA… las cartas marcadas solo las usan los tahures de baja catadura moral.