Poema XXI

El poema sinfónico es una composición para orquesta, de forma libre y desarrollo sugerido por una idea poética u obra literaria a veces explicada en un breve programa o argumento. –RAE-

Nuestra Asamblea de Montecristi está preparando un poema sinfónico mediante una composición orquestada por las encuestas que ya tuvo en su esqueleto constitucional un breve programa o argumento.

Con vehemencia se argumentó que era inconstitucional mentar a Dios, prohibir el aborto y no dar pauta al matrimonio gay.  Pero las encuestas reprobaron el libertinaje planteado por los noveles asambleístas que introdujeron en su debate la soberanía corporal, comparando al aborto con el corte de pelo o hacerse la permanente los fines de semana e invocaron también a la pacha mama tratando de desechar al Dios Padre.

Bastó una visita del Presidente para que tales temas dejen de tener importancia constitucional y que la orquesta sinfónica termine su poema XXI sin turbulencias y a pleno con sorpresivos mandatos y leyes.  Pero es verdaderamente una composición disforme la que se está gestando, una especie de invento del agua tibia con fuegos de artificio para distraer la atención de los ecuatorianos.

Pero como decía Cantinflas cuyos dichos están tan de moda en Montecristi, ahí está el detalle.  De lo que se trata es componer un poema orquestado por las encuestas que recibirá por título la Constitución del siglo XXI con normativas entre sobresaltos y mediciones clientelares que orientarán su composición.  Mientras tanto existe un inventario de mandatos y leyes, verdadero y prioritario propósito de la Asamblea para intervenir el presupuesto petrolero, la deuda pública, dejar sin trabajo a los trabajadores tercerizados en lugar de regular y exigir el cumplimiento legal de su contratación.  

Es una manera de barrer y dejar bajo el mueble la basura para que no se vea la ineficiencia administrativa del Estado, vale decirlo, mal endémico que existe desde la fundación de la República.  Si el Estado no puede controlar a las empresas registradas, sean estas tercerizadoras o no, la solución no es combatirlas y exterminarlas sino mejorar los controles y de esto el SRI ha dado pruebas de mejoría en el cobro de impuestos, por qué no aplicar lo mismo en el Ministerio del Trabajo y así en lugar de crear conflictos y atentar con la permanencia en los puestos de trabajo de la población, fomentar el control a la parte patronal para que cumpla con el código laboral en su relación con los trabajadores contratados bajo los diversos sistemas que hasta hoy se pueden desarrollar en el país, trabajo por horas incluido, que beneficia a estudiantes universitarios y personas que complementan sus ingresos con dichas ocupaciones diarias parciales.

Es lamentable que se engañe así al pueblo distorsionando el mandato popular que dio paso a la Asamblea con mandatos, leyes y alharacas que están pasando bajo la mesa so pretexto de redactar una nueva constitución que al final del día será un poema de amor y una canción patria desesperada, con el perdón de Don Pablo Neruda.