En tus hijos, cultiva primero su corazón, y luego su mente, que aprendan y desarrollen el respeto por los demás. Sólo luego de eso comprenderán para qué les sirven el dinero y las cosas materiales, y llegarán a ser personas íntegras, independientes y autónomas.
No hay nada qué hacer, debemos agradecer a Dios por quienes se cruzan en nuestras vidas, nos muestran cosas que no siempre tomamos en cuenta y logramos desarrollarnos como seres humanos. Esas cosas simples y sencillas suelen ser, muchas veces, imperceptibles a primera vista, pero vienen cargadas de verdad. He aquí algo para compartirles.
Reencontrar en Internet a viejos conocidos, así estén lejos, saber de sus vidas, reconocerlos, observarlos en fotos, conocer sus familias y su medio. Fue así como me brotaron un par de ideas, al ver los derroteros que han tomado; la mayoría ha tenido éxito en su vida desde las más diversas perspectivas: profesional, intelectual, económica, social, religiosa, física, familiar… hasta en la espiritual.
«Éxito», palabra tan ambigua. Lo que es éxito para unos puede ser fracaso para otros. Para mí, verbigracia, el éxito económico o el éxito profesional, intelectual o social no es un «éxito», sino un paso, un escalón más para el éxito integral.
El ser humano, desde el punto de vista de la psicología vygotskiana, es, antes de nada y durante todo, un ente social. Suscribo ese pensamiento. La sana idea individualista, para quien la tenga en cuenta, puede darse siempre y cuando se interaccione una individualidad con otras individualidades. Esta perspectiva nos lleva a tomar en cuenta que nuestro «éxito» es tal en relación con los demás, mientras se valore en comparación con otros éxitos o, lo más usual, con los fracasos de otros, aparte de que usualmente se necesita de otros para que se reconozca y se «socialice».
Una sociedad basada en el éxito individual per se es una sociedad que atenta contra sí misma. Para no perder la perspectiva, siempre trato de ir de lo menos o lo más y, luego, de lo más a lo menos, usando casi simultáneamente los métodos de análisis y síntesis. Así, de un caso personal —mío o ajeno—, voy a lo social, y de rebote regreso a lo personal, aplicando mi teoría a mi vida particular o a mis hijos.
Es así como, en ese reconocimiento de mis amigos y conocidos de antaño, reflexioné sobre mi familia y me atrevo a compartirles la recomendación con que comencé este artículo y que hilo con otras a continuación.
En tus hijos, cultiva primero su corazón, y luego su mente, que aprendan y desarrollen el respeto por los demás. Sólo luego de eso comprenderán para qué les sirven el dinero y las cosas materiales, y llegarán a ser personas íntegras, independientes y autónomas.
No te atrevas a fomentarles, como lo más importante, el culto por el cuerpo, por su apariencia o por las posesiones materiales, porque es la guía equivocada… Si los llevas por ese camino, no serán personas, sino instrumentos de un sistema injusto: tendrán dinero y se verán bellos, pero su vida no les pertenecerá, sino que pertenecerá a otros; conseguirán músculos fuertes, bolsillos llenos y hasta mentes «preparadas», pero vidas y corazones vacíos.
¡Que se esfuercen, que compitan y que lleguen lejos! ¡Que ganen dinero! ¡Que consigan éxitos… y muchos éxitos! Pero que siempre tengan en cuenta que lo que hacen influye o tiene consecuencias en otras personas, y que deben hacer lo posible para que esa influencia y esas consecuencias sean positivas.
¡No te dejes convencer por la farsa del confort y el consumismo!
Excelente artículo, eso es lo que le falta a este país, mayor preocupación en eduacar en valores a nuestros hijos, y no dejar que se pierdan subsumidos en una sociedad que privilegia la acumulación de riquezas materiales en lugar de riquezas espirituales.
Ahora bien, es totalmente relativo el término éxito, lo que para unos puede ser considerado como tal, v.g., desarrollarse como profesional, para otros el éxito sólo se mide de acuerdo a la cantidad de vahículos de lujo que alcanzan en su cochera, pero en todo caso, como bien lo dices no es solo lo que llegues a alcanzar en la vida, sino la forma en que lo alcances.
Como sostengo yo, solamente en el diccionario éxito se encuentra antes de sacrificio y de trabajo.
El exito es una palabra que encierra un significado diferente, de acuerdo a la formacion de cada persona, a como se ha encaminado a cada persona desde el seno de su hogar.
Si en el hogar los padres o familiares enseñaron los verdaderos valores de la vida, el exito será ser un mejor ser humano, tener una vida mas olgada sin olvidar a las personas que estan a tu lado.
Para otros arrogantes el exito es igual que dinero.
El articulo no se aleja de la realidad en la que vivimos actualmente, una sociedad en la que lo mas importante es el ^que diran^.
Es un lindo artículo, escrito en lenguaje claro, sencillo, que revela la formación espiritual de su autor a quien vamos conociendo por sus obras. Adelante Mauricio: procuremos sembrar valores etrnos.
Excelente y muy de acuerdo: sólo una pequeña acotación: si por un lado buscamos que nuestros hijos lleguen a «ser personas íntegras, independientes y autónomas», y por otro sabemos que: «nuestro «éxito» es tal en relación con los demás, mientras se valore en comparación con otros éxitos o, lo más usual, con los fracasos de otros, aparte de que usualmente se necesita de otros para que se reconozca y se «socialice»».esta evidente contradicción merece una respuesta.
Saludos.
Ney
Estimado Ney:
En realidad, sí existe contradicción y no es excluyente, ya que la comparación y el reconocimiento de los otros es necesario en cuanto formamos parte de la sociedad; mientras que la formación integral del ser humano es una labor que se desarrolla a partir de la concientización (o concienciación, las dos aceptadas por la RAE) de que esa comparación y ese reconocimiento implican un compromiso.
Espero no haber complicado más el asunto.
Es un valioso análisis, y pese a que creo está pordemás expresar que se han trastrocado los valores, ello ha llevado a que perdiendo la perspectiva de lo verdadesramente valioso hayamos llegado a relativizar todo y aún más en sinnumero de círculos, el valor material es todo lo que importa independiente de si todos saben de donde proviene ese «ëxito económíco», si es de narcotráfico, sobornos, o cualquier otra forma de corrupción, lo importante es tenerlo. Más para llegar a que el éxíto, que nace de un crecimiento integral y obviamente espiritual sea el que permite que no nos afecten las apreciaciones del entorno, cultivemos el YO para que le revase al EGO, es decir que la satisfacción sea que con o sin reconocimiento externo, saber que lo que estoy haciendo es constructivo y no atenta contra nada ni nadie, difícil vencer al EGO, que tan importante lo consideramos, más quien lo tiene muy grande, ¡¡cuidado!! es producto de muchas falencias.
Más para empezar desde el origen, cultivemos lo espiritual y por añadidura, sin mayor esfuerzo nos encontraremos con la satisfacción de alcanzar todas nuestras metas y aspiraciones, (inclusive las materiales).
orienta la personalidad, proporciona luz para decidir y actuar en familia, es útil y muy importante para encontrar el sentido de nuestras vidas.Gracias su aporte intelectual.
Excelente articulo Mauricio! Muy dificil nadar contra la corriente de la moda y el culto al cuerpo y el dinero. Pero muy acertado el hecho que el corazon y los valores solo son transmitidos de generacion en generacion.La integridad, la nitidez y todas esas caracteristicas en una persona denotan que tuvo una «cuna de valores»…Hoy en dia tambien dificil con la modernidad y el ausentismo de padre y/o madre en el convivir cotidiano del ninio, base de toda educacion. Saludos! Laura Vacas M.
Excelente artículo Mad, en él plasmas la acertada educación humanística que recibiste de tus padres, y los caminos correctos que elegiste en tu búsqueda del porvenir.
Te fue entregada una buena brújula que te guía al verdadero éxito, y que de seguro la heredarás a tus hijos. Saludos