Cuando se afirma que la risa es un remedio infalible, se acierta a medias. Porque sólo es válida como remedio en temas que atañen a la individualidad del afectado. Una sociedad enferma no se cura con risotadas ni festejos, porque los males que la afligen son tan complejos que usualmente los descubrimos cuando ya han surtido sus efectos negativos , frustrándose la posibilidad de prevenirlos .
Somos un pueblo con manifiesto buen humor. Enhorabuena . Somos un pueblo que festeja los rasgos de humor ingenioso en el ámbito político. En buena hora. Sus autores hacen su parte en el juego democrático y hay que felicitarles. Unos granos de mostaza, otros de ironía y los más de jocosidad y picor , hacen de un dibujo o de un artículo periodístico el deleite del lector y ayudan a poner en evidencia la estupidez férreamente enquistada en nuestro quehacer político. Pero nos quedamos cortos si pensamos que con la ridiculización de los personajes que protagonizan nuestra historia contemporánea ( la historia de la revolución ciudadana, concretamente ) , la sociedad ecuatoriana estará preparada para juzgar la situación y emitir su veredicto al tiempo de aprobar o desechar el nuevo régimen que se pretende imponer.
He visto una réplica satírica del escudo nacional, ahora que los grandes talentos de la Asamblea claman por su cambio . La versión agrupa a cuyes, pelotas y equipos de fútbol , hojas de marihuana, un personaje payasesco de la TV y otras tonterías más. Reí para mis adentros, pero muy pronto me senté frente a mi computadora para esbozar lo que luego sería este artículo. Me dije que, con manifestaciones ingeniosas como las narradas, se cumple una labor positiva pero epidérmica, reveladora de las incongruencias y absurdos discutidos en nuestra Asamblea en su afán de tender un manto ocultador de lo que en verdad quiere imponer . Y me dije que no era suficiente. Me dije que con el buen humor con que se satiriza al gobierno , sumado a los comentarios despreciativos que pudiéramos expresar en nuestra vida diaria , nos apoltronamos en nuestras oficinas u hogares y , orgullosos de nuestro atrofiado civismo, permanecemos en espera de que los resultados sean buenos, confiados en que la inteligencia y sagacidad ecuatorianas identificarán a tiempo los peligros en el llamado electoral .
Mas, en tal momento, la estupidez comienza a ser nuestra. El desafío político que tenemos por delante es extremadamente grave y definitorio. Con los remoquetes de revolución ciudadana y socialismo siglo XXI se trata de insuflarnos una constitución que privilegiará el centralismo totalitario marxista y , a pretexto de un igualitarismo que siempre han malinterpretado de las enseñanzas bíblicas, se acabará con el desarrollo económico que vislumbrábamos hasta antes de Acuerdo País. Esta gente piensa que la historia es de un barro modificable a su conveniencia, desestimando el desastre que sobrevino a aquellos países que adoptaron el sistema con el que hoy nos amenazan . Para ello cuentan con nuestra pereza “burguesa” , complacida con saber de la incompetencia e incapacidad que definen a nuestra Asamblea.
Pero la cosa va en serio. Continúan las prepotentes declaraciones del bloque gobiernista sobre una supuesta hegemonía electoral de la izquierda ecuatoriana. Es el clásico golpeteo engañoso del comunismo. Una falsedad más que busca consolidar una revolución que, hasta el momento, no es más que una caricatura de sí misma, en la que actúan seudoidealistas de una justicia social que les está haciendo aprobar tonterías redactadas fuera de casa. Pero ya ha tenido su primer revés: la invencible Alianza País fue este mes doblada en votos por las fuerzas opositoras en Los Ríos . Es que la izquierda ecuatoriana no ha podido apreciar que, en los eventos electorales del 2006 y 2007 , tanto Correa cuanto el afán de cambio fueron favorecidos por una gran coincidencia cívica. Al interior de mi familia, por ejemplo (donde todos somos librepensadores), hubo quienes votaron por el actual Presidente y, sin excepción, nadie lo hizo por su derechista contendor. Y no somos de izquierda. Ni mucho menos de derecha. Pero la izquierda se cree única protagonista del triunfo y la única vertiente ideológica autorizada para marcar el rumbo constitucional del futuro. Y mientras los demás nos solazamos con agudezas periodísticas y chistes callejeros, la perversa redacción de nuestro destino avanza ominosa y nos estallará en el rostro si no tomamos en serio el momento histórico que padecemos . Debemos activarnos, en la medida y grados de nuestra capacidad de acción. ¿ Que la democracia debe ser participativa ¿ ¡Pues participemos! Y exijamos de nuestros líderes o de quienes gocen de aptitud para serlo , que capitalicen nuestro reclamante espíritu democrático.
Sí, lector(a) : esto va en serio. Dejemos de sonreír. Hagámoslo después del desafío que tenemos.
Estoy de acuerdo con tomar en serio la problematica socio politica que nos incumbe. Que debemos participar y contribuir a la propuesta de solucion de los autenticos desajustes de nuestra realidad acual administrada por beneficiarios inescrupulosos de la riqueza social que hacemos todos. El desempleo, las inequidades en educacion, salud, alimentacion, oportunidades de bienestar comunitario, organizacion en defensa de las contaminaciones de aire, agua, ruido y en los productos de ingesta diaria. Exigir que los grandes temas nacionales sean tratados analitica y fundamentadamente a nivel de medios de comunicacion colectiva, estrados academicos e institucionesde servicio publico para que solventen la seguridad sanitaria y nutricia humana y ambiental ecosistemica. Que se disenen sistemas de oganizacion eficientes y preventivos contra los trastornos climaticos y sus secuelas de erupciones, terremotos, inundaciones, sequias, maremotos y demas catastrofes naturales.
Seguro que estos tema de fondo no tienen nada que ver con el histrionismo distractivo (espectaculos de comedia y circo) que nos entretienen cuando estamos instalados en la confortable seguridad de nuestrso privilegios.
Apoyo esa seriedad y la suscribo.
Desde hace muchos años he disfrutado de sus aportes a la prensa. Estoy plénamente de acuerdo con esta última apreciación.
Ojalá nos siga motivando con su acertado criterio.
Comparto al cien por ciento sus apreciaciones, enhorabuena que mas gente deje a un lado sus miedos y rencillas personales. La oposicion no va a resucitar pues como buenos politicos solo piensan en lo que pueden «pescar» (si los deja el emperador RCD). Mientras la gran clase media (medio alta, medio tipica y medio baja) somos los que sufriremos en nuevo orden comunista que quieren imponer.
Basta ya de defender individualidades, defendamos el futuro de los que vienen detras nuestro: hermanos menores, hijos, nietos.