22 noviembre, 2024

Atentado contra el archivo histórico del Guayas

“…Vale reconocerle al Archivo histórico del Guayas su invalorable trabajo en los últimos tiempos, de querer vivir la historia de la Ciudad dentro de la dinamía auténtica del siglo que estamos viviendo, con la nueva cosmovisión de estudio, investigación y denuncia (aunque con ello tenga que romperse esquemas que probaron fueron datos equivocados, mitos o leyendas)”

“…Así el Archivo histórico del Guayas pasó a ser, de un lugar donde solo se custodian documentos, en una fragua donde se forja un nuevo presente histórico para Guayaquil, como parte de esta patria ecuatoriana”: (Pág. 413 Estado Nación y Región- IV Congreso Ecuatoriano de Historia)

En hora buena que la orden de dar por terminado el comodato entre el Banco Central y el Archivo Histórico de Guayaquil, lo cual significó eliminarlo y que sublevó una vez más a los guayaquileños, “Ha sido un malentido”, justo, -cuando este artículo lo había comenzado a escribir-

Y es que nadie puede negar todo la acción de esta Institución a favor de la cultura histórica, no solo del Guayas, sino de todo el Litoral ecuatoriano que, con tanto ímpetu, viene desarrollando en estas últimas décadas, dirigido por ese extraordinario hombre José Antonio Gómez Iturralde “uno de los próceres modernos”, que ha hecho de las reliquias históricas el más grande elemento instructivo para la sociedad guayaquileña, pasando desde los niños de escuela, jóvenes de colegios y universidades, hasta los profesores y sociedad toda.

Y es ahí donde reside el gran mérito de esta Fundación, al haber logrado la interrelación del patrimonio histórico con los medios educativos para que tome vida en todos sus actores, ya que patrimonio no es solo archivos y monumentos históricos sino dinámica promocional capaz de movilizar a todos los niveles sociales de una nación.

Seminarios, talleres, congresos, cursos, publicaciones, exposiciones, presentaciones artísticas, etc. son la fuerza concientizadora de un patrimonio cultural-étnico – social del hombre de la Costa fusionado en ese mestizaje que lo hace parte de un mundo cambiante, en el que pueda subsistir sin complejo alguno.

Singular el trabajo de promoverlo en todo el campo social sin distingo, lo mismo ante un público popular o selecto, ya que la cultura no debe ser jamás excluyente de clases.

El alma montubia del hombre costeño tiene también en el Archivo histórico, su asidero cultural en todas las manifestaciones: de arte, erudición, costumbres, etc., desarrolladas en las sin fin de actividades que se llevan a cabo en los diferentes escenarios, siempre con llenos completos.

Y hay algo de mucha más dimensión, en lo que a investigación se refiere, el Director de este Organismo, José Antonio Gómez Iturralde quien está entregado a esta Fundación con inteligencia, alma y también pecuniariamente; es un hombre estudioso y desentrañador de la verdad histórica, que ya ha marcado huellas trascendentes en la vida de Guayaquil y la Patria con descubrimientos dados a luz, que han removido los cimientos de nuestra historia con asideros en la investigación real y concienzuda.

Por esta razón, alguna vez, hablando en términos cervantinos se decía de él “este Don Quijote ha envestido con lanza en ristre, sin miramiento alguno, en la gran aventura de deshacer entuertos en nuestra historia basada en la investigación, y, sobre todo, su valentía para enfrentar y afrontar su realidad…”

Ya lo vimos en estos días entre el 24 al 28 de mayo, indignado, frontal y guayaco, ante la notificación llegada del Banco Central, que lo consideramos un acto insólito más contra Guayaquil, del que felizmente se retractaron aduciendo “un mal entendido”, como esperamos lo hagan con todos los demás ultrajes que contra nuestra Ciudad, se atenta cada día.

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