La campaña que se realiza por el SI, en forma personal y publicitada en todos los medios de comunicación a cualquier costo, debe tener gato encerrado, pues es poco lo que han hecho los Asambleístas en relación con la redacción de la nueva Constitución y mucho menos lo que se conoce en cuanto se refiere al contenido de los artículos que bajo bastidores circulan en las mesas de trabajo, integradas para recibir y analizar las propuestas que llegan del Ejecutivo, las que luego son explicadas y recomendadas, para su aprobación por el Sr. Presidente, en el bello balneario de Manta.
Entonces, lo que promociona el SI que es. Si aun no se conoce el texto de la nueva Constitución.
Sin embargo, con lo poco que se conoce, ya se puede vislumbrar una dictadura centralista que es lo que se desea instaurar bajo el amparo de la nueva Constitución Política, la que seria aprobada con los alza manos de la Asamblea Constituyente, mas aún ahora que el buró de control del Sr. Presidente le retiro la confianza al Ec. Acosta, ex Presidente de la Asamblea Constituyente, lo cual constituye para los proponentes y mentalizadores de la nueva formula Constituciona,l una suficiente razón para iniciar e intensificar la campaña por el irremediable propósito de lograr el SI, usando el generalizado sistema de las viejas campañas políticas de ofrecer y mentir hasta confundir a unos y convencer a otros, de que lo malo para muchos, es bueno para todos.
No se siente una sincera y honesta preocupación para corregir los viejos errores que si existieron, esto es de poner orden al desorden y hacer gratuita la justicia, cada vez más cotizada por los juristas encargados de aplicarla. La intención no es corregir sino copiar los viejos y obsoletos sistemas y doctrinas que limitaron la libertad, que acabaron con el bienestar y esclavizaron la capacidad e inteligencia del ser humano. En los actuales tiempos hasta Cuba ha iniciado el proceso de dar vía libre a la inteligencia y conocimiento globalizado de todos los Cubanos.
El sistema impositivo y esclavizante que patrocina el SI, es solo bueno para ellos, para sus patrocinadores; bueno porque ellos lo dicen y lo proponen, pero todo este atropello se va agotando con las acciones que realizan contra quienes piensan diferente, como sucedió con el E. Acosta, además de que ya pegan en la Asamblea y lanzan a la policía armada contra los civiles sin armas, que protestan por lo que no creen y no aceptan.
Vale la pena preguntarse, ¿acaso existió un mesurado análisis en los electores cuando eligieron al Presidente y a los Asambleístas en relación a lo que les estaban proponiendo realizar?. Sabían acaso que su propuesta era renunciar al progreso logrado para volver al arcaico centralismo absorbente, con el que se hace y se deshacen las cosas a voluntad del dueño del poder sin considerar la opinión de nadie.
Cada día se patrocina un nuevo Mandato que promueve el desorden en las ciudades, o que crea más cargas impositivas, con las que crece el costo de la vida diaria y disminuyen las posibilidades de trabajo, generando desempleo y con ello se impulsa la vagancia que es la principal vía generadora de la delincuencia, no justificada, pero que se practica por necesidad.
El poder que se ejerce desde el escritorio de mando, debe ser para corregir los errores, para garantizar la justicia, para incentivar la creación y el desarrollo propio de la inteligencia del ser humano, por eso los torpes y mediocres no crecen sino que escalan posiciones al vaivén de los favores políticos o simplemente destruyendo lo que otros producen con su creación e inteligencia.
Las fallas se corrigen y los errores mal intencionados se castigan con el rigor que la ley impone, bien y concientemente aplicada.
El impositivo SI que patrocina la orquestada campaña oficialista cae y se desprestigia día a día, generando la imperiosa necesidad de mentalizar un contundente NO, que acabe con la idea de imponer un sistema de dictadura centralista, que es la que se pretende imponer con el sistema del Socialismo del Siglo XXI.
Los errores y las fallas en la administración pública, perjudican el progreso y el desarrollo de los pueblos en contra de su libertad y de su democracia, la que bien entendida es generadora de bienestar y progreso, con equidad y justicia para todos.
Propugnar el Si, es apoyar una Constitución sin DIOS ni Ley, que nos proteja a todos por igual. Hoy crece la idea de un NO contundente que derrote la vanidad de un centralismo dictatorial.