Comenzábamos a maldecir la sinrazón de todo lo que acontecía. Un cuarto de siglo había transcurrido desde la reinstauración de la democracia y nuestro desarrollo seguía incipiente . El peso de los intereses privados resultaba ominoso y el anhelado despegue económico se enervaba pese a los esfuerzos de gente emprendedora que ponía el lomo al sol con una visión obviamente individualista pero generadora de riqueza.
La ayuda estatal a la inversión privada y la inversión estatal misma en el área social, pese a los discursos en contrario, eran tremendamente deficitarios. Se requería, pues, de un cambio. Un cambio en democracia, con el pragmatismo y el tesón necesarios que no puedan confundirse con demagogia barata ni con terquedades de mula. Había una democracia raquítica que despedía a sus Presidentes al exilio , pero en la que , sin embargo, gozábamos de libertad de expresión y de información, que daban fluidez a la libertad de acción, así como la convicción de ser titulares plenos de nuestros derechos civiles. Repudiábamos ,aunque con pasividad, el predominio egoísta de las oligarquías representadas por grupos de presión que crecían en el ámbito financiero, político, sindicalista y militar, entre otros, así como a la cortesanía capitalina que se iba adueñando paulatinamente de todo el gran espectro económico nacional. Pero, a pesar de este reprochable “sistema”, nos sentíamos libres y creyentes de un destino forjable con nuestra capacidad y eficiencia.
Y llegó Correa, el Mesías, con sus encendidas proclamas moralizadoras y grandes planes de inversión social, sintonizando con el malestar nacional. Las esperanzas se volcaron en él, atraídos por sus cantos de sirena. En cuanto a mí, su agresividad e intemperancia, unidas a sus desatinadas e innecesarias alusiones hirientes a todos cuantos no comulgaban con sus ideas, me hicieron prever el peligro que significaba lo pueril y lo efervescente gobernando una Nación. Pero me uní, íntimamente, a la esperanza de los demás. Y la nueva y triste historia del Ecuador comenzó.
Pronto conoceremos el proyecto constitucional. Suficientes voces se han alzado en protesta por lo que oscila entre lo inverosímil, lo descabellado y lo sectario de su articulado. Mientras tanto, el gobierno prosigue con sus diatribas y con las torpezas de su política internacional, con su ciega protección a malos y sospechosos servidores públicos, con la dilapidación de fondos públicos en publicidad y dádivas, con sus amenazas que restringen la inversión y acentúan el deterioro de nuestras condiciones de vida. Pero, poco a poco, coincidiendo con el “desmonte de la partidocracia ” , como lo califica María Paula Romo – la más dogmática y recalcitrante del grupo, dueña de una desperdiciada locuacidad – , se ha generado un fenómeno de extraordinaria significación democrática, que crece incontenible para desesperación de Correa y sus áulicos: ha nacido una oposición sin liderazgos , sin partidos políticos, de manufactura propia .Civismo espontáneo, no inducido. El ciudadano ecuatoriano no ha creído necesario esperar la divulgación de textos constitucionales. Le basta ver cómo se desenvuelven las cosas. Ha comenzado a reflexionar que ya no es hora de votar por la milagrera charlatanería de tarimas. Ha valorado todo cuanto se dice y luego no se hace o se contradice. Sopesa lo pernicioso de las demagogias. Comprende, por sus propias vivencias, que hay valores y principios democráticos que no deben ser conculcados a guisa de revoluciones ciudadanas. Descubre que los medios de comunicación que no se doblegan ante el autoritarismo, son incautados o clausurados y que sólo falta que se destruya a los periodistas que no coincidan con Correa. Confirma que la mediocridad ha invadido a la Asamblea y que casi no hay incapacidades que no estén bien representadas en su seno. Y sin dejar de abominar de las viejas prácticas partidistas y de ciertas figuras, (algunas, sin embargo, colaborando con Correa), repudia también las torpezas de un gobierno que ahora esgrimiría la humillante pretensión de comprar su voto con nuevas dádivas. Y ha exclamado, irritado: “¡ Hay que parar esta estúpida farsa !”
Quienes así reflexionamos ya somos mayoría. Mediciones nacionales confiables vaticinan el triunfo del NO. Y ampliamente. El rechazo tiende a acentuarse y dará paso a una gran lección cívica y de reflexiva madurez política nunca antes vista, que nos pone a las puertas de una nueva y consciente democracia. Sólo una cosa daría al traste con esta futura gran experiencia: ¡ que aparezcan dirigentes partidistas queriendo adueñarse de la situación !. Correa busca la confrontación con ese propósito, zahiriendo a diestra y siniestra para mostrar a la ciudadanía que la “partidocracia” es su real contradictora en este proceso, y esperar así que los electores den un nuevo rechazo al fantasma del partidismo corruptor. El momento histórico reclama sagacidad, humildad y una aceptación, sin trampas, de que esta vez la voluntad soberana del pueblo le pertenece tan sólo a éste. A nadie más. Y que es hora de poner en práctica el difícil arte de saber callar.
Estoy absolútamente de acuerdo en todo lo aquí expuesto y me pregunto: ¿Porqué no se anima usted a dar un paso más y propone y participa dentro de él, de un grupo de ciudadanos representativos, incluyendo elementos del pueblo llano, para ofrecernos una salida, que estoy seguro muchos la apoyaríamos?
Aprecio que usted dio en el «clavo». Quienes estan conduciendo el pais, no han entendido la dimension de la ejecucion de sus actos, fruto de mucha lectura sesgada filosofica, de causas revolucionarias ajenas, de dialecticas de cuando tomamos cafe con los amigos, o en aquellas reuniones con una guitarra en que nos emocionamos con una cancion protesta. Este «grupo» del cual conozco a algunos, amigos tambien, no alcanzan a ver la responsabilidad de lo que significa que la base de la vida es nuestra capacidad de trabajo, ser productivos,que el pais no puede parar, y que el motor somos nosotros no el sistema estatal; y que en ese sentido, debemos construir las bases de la sociedad.
No quiero con esto decir que no es importante los valores de convivencia, los principios de solidaridad, y que esto deba enmarcarnos de derecha o de izquierda. Es entender la responsabilidad. Veo que tratan en un esfuerzo vano de querer sumar como de «su linea» al actual gobierno de Chile, cuando demuestra aquel gobierno todo lo contrario: responsabilidad, competitividad, seguridad juridica y eficiencia desde el estado. Se que estos doctrinarios y academicos mucho mas brillantes que el ciudadano sencillo, no le tienen ese respeto intelectual que corresponde a Chavez, pero simple y solapadamente deben abanderarse bajo su causa de izquerda. No con esto quiero decir que estoy de acuerdo a los privilegios que efectivamente a tenido un sector de nuestra sociedad creyendose duenos del sistema, pero no por eso, debemos de dejar de empujar la carreta del trabajo y de buscar la seguridad.
Me preocupa sobre el pais que estan tratando de construir, si es el mejor para nuestros hijos, ya que no es cuestion ahora de que sean corruptos o no, ya que eso se lo puede combatir; lo que me preocupa es la direccion del pais que le estan dando, ya que la direccion que quiero darle al futuro de mis hijos van con lo de un ser universal, ciudadano del mundo, y que este apto para competir, con honestidad y capacidad dentro del unico mundo que tenemos, y esa direccion es otra.
Ricardo Arenas
Ante todo, un cordial saludo estimado conciudadano. Desgraciadamente los ecuatorianos no hemos aprendido a discernir correctamente nuestro voto y debido a una interminable sucesión de engaños, atracos, desaciertos, despilfarros, payasadas y toda clase de actos salidos de un libro surrealista, el pueblo se equivocó (no me incluyo), una vez más, Pero esta es la peor de todas. Porqué? -se preguntará- Porque esta vez el daño será irreparable en grado superlativo. Ya pasó aquella época en que eramos un punto estratégico en el planeta en tiempos de la guerra fria. Ya no hay más un «chapulín colorado» que vendrá a defendernos. Estamos por nuestra cuenta y a la deriva. Las huestes del mal (que siempre estuvieron allí, llámense PCMLE, FRIU, MPD, etc, etc,) han tomado el poder, luego de años de esperar cual lobos hambrientos, por su presa (los ciudadanos que generamos empleo y hacemos empresa), mal llamados «pelucones». Mas sectarios, despiadados y rencorosos que nunca y lo más peligroso, con mas dinero que nunca.
Que pena me da ver como otros paises de centro y sudamérica, incentivan la inversión extranjera, reactivan su aparato productivo y comienzan a generar riqueza, a pesar de tener problemas mucho peores que nosotros. Porqué no podemos elegir un gobierno que piense a largo plazo, que sea progresista, honesto y sobre todo patriota. Porqué elegimos miopes cortoplacistas que solo suben a sacar partido de sus intereses personales, sean economicos o ideológicos o ambos, a cobrar viejas facturas. Porqué, porqué, porqué. Elevo una plegaria a Dios, para que esta vez nos salve, porque querido conciudadano, si gana el SI, caeremos en picada y esta vez, nadie, pero nadie nos va a salvar.
Gracias.
Personalmente no manejo las categorías teóricas de la Economía como una disciplina racional, pero veo cómo se ha incrementado en el Ecuador, ya no el fantasma, sino el concretísimo e inapelable azote del desempleo. Sería interesante escuchar de alguien con información y discernimiento profesional en materia de Economía, una reflexión sobre ¿cómo se explicaría el surgimiento de esta nueva especialidad en Economía, cual es esta especie de «Master, o, lo que es peor aun -aunque más preciso, PhD en Generación acelerada del desempleo en economías tercermundistas y consolidación del estado pordioseristas»? Sería oportuno investigar si la Universidad de Lovaina tiene información sobre este bizarrísimo tema.
Estimado Señor Moran
Todos los profesores que tuve y que eran Phd fueron teoricos cepalinos que si hubieranllevado a la practica lo que escribian en los pizarrones hubiera desaparecido el munco tal y como hoy lo conocemos. El agravante es que el que tenemoses izquierdista y resentido social.
La antípoda del cepalismo es el neoliberalismo, pero también el parasitismo neoliberal que ha usufructuado del Estado en nuestro país.
El neoliberalismo que se llevó el santo y la limosna en los 80 y 90, desprestigiando desde el propio gno, a través de sus representantes, a instituciones como el INIAP, ENAP, almaceneras, unidades de soporte agrícola etc. para dizque mejorar la productividad y lo que surgió es una voraz y concentradora comercialización de insumos agrícolas que apoyados en los gnos de turno han hecho más pobre al campesino y más ricos a los apologistas del libre mercado. Compraron a precio de huevo Azucareras, silos de almacenamiento, equipos, plantas de procesamiento de alimentos, secadoras etc. produjeron sin capital propio, sino con los préstamos vinculados de la banca que a su vez fueron conseguidos con préstamos subordinados del ESTADO (plata nuestra) que nunca pagaron. Pues que vomiten ahora, finalmente eso fue una estafa.
En el propio EEUU, país adalid del libre mercado, el neoliberalismo no da pie con bola. Por ejemplo, la desregulación del mercado eléctrico resultó que no fue la panacea que los neoliberales anunciaron; la crisis eléctrica de California en el 2000 y apagón del 2003 en el Noreste de los EEUU, ha llevado al fortalecimiento estatal y federal de las regulaciones (intervención) del mercado eléctrico.
Países como el nuestro, la competencia sin infraestructura es un suicidio. La infraestructura necesaria pra el crecimiento, no la crea pues el libre mercado, pues esto no es negocio; esta es creada por el Estado, aquí, en Italia, en los EEUU, dond sea. Cepalismo no ha existido en el país y si existió, sus beneficios fueron a las arcas de los «turcos», la oligarquía y la plutocracia serrana y costeña, pero nunca al pueblo. Otro ejemplo, es el modelo de sustitución de importaciones de los 70 y 80; vean pues quienes se enrquecieron con la producción de línea blanca, de bujías, de carros, de tapices murales, etc. en el Ecuador: un puñado de familias que hoy aúpan por el neoliberalismo y la vuelta a la derecha.
Yo tuve un profesor CEPALINO cuando pedía préstamos al Estado para su empresa y neoliberal para pagar los préstamos (nunca pagó); hoy es miembro del PSP, pasó por el PSC, el PRIAN etc