22 noviembre, 2024

¡Vivir la libertad!

“Entre la causa y el efecto siempre hay un espacio en el cual tú decides”, acostumbra a insistir Stephen Covey, insigne investigador del liderazgo. Y es cierto… siempre se impone la capacidad del ser humano para optar, para elegir, para decidir, para hacer uso de su libertad en cualquier situación, hasta en las más trágicas tal cual nos lo explica Viktor Frankl en su obra –El hombre en busca de sentido-. “Aún en las peores circunstancias el ser humano conserva su libertad última, su capacidad de decidir y ésta es suya independientemente de los demás…”.

Por tanto, la libertad, es un valor inconmensurable y fundamental para la vida misma, cuando es definida correctamente, no así cuando la asociamos al determinismo o a la famélica idea de que “es hacer lo que se quiere”. Ser libre en definitiva es ejercer la capacidad de optar, de decidir, aunque elija no elegir sigo haciendo uso de mi derecho… ¡vaya pues!

Sin embargo, esa libertad individual, humana, no vive sola, no se la vive en soledad, hay mucho más… Se apoya y se enriquece continuamente de otros dones maravillosos como la vivencia consciente de la responsabilidad, asumida como la capacidad de responder siempre alineado con los principios inmutables de la vida como el respeto, la honestidad, etc. Así también la libertad –éticamente- requiere de la consciencia intelectual, que hace que aprovechemos nuestros aprendizajes cotidianos –desde los libros, las experiencias o las reflexiones- para encontrar maneras cognitivas de ser más libres… ¿más libres preguntaría usted? Por supuesto, ejerzo mejor mi libertad moral cuando conozco y reconozco más cosas –aprendizajes- que me permiten tomar mejores decisiones y por tanto aportar éticamente al engrandecimiento de mi propia vida y la de los demás. Así habrá menos posibilidades de ser engañado y más posibilidades de ejercer plenamente “mi libertad”.

Si por ejemplo, voy “aborregadamente” a ejercer mi dizque libertad democrática al votar por quien más grita o más insulta, “disciplinadamente” a sufragar por el que me regala un bono o una camiseta… me pregunto… ¿es correcto?. Y la respuesta es… “sí”. Pero no nos descuidemos… hay una trampa… ¿verdad?... algo en el camino no me permite seguir liberándome, conociendo de cerca la realidad de aquellos a quienes elijo, de darme cuenta de sus dobles intenciones, de leer entre líneas, de juzgar su conducta frente a otros, de ver más allá de lo que se ve… ¡y me equivoco!, y me sigo equivocando al elegir pues sigo haciendo uso de una “manoseada” libertad a la cual otros y otras me conducen a través del “marketing engañoso” o de la falacia oportunista… ¿es ético?

La libertad es entonces algo tan importante como útil para un ser humano. Para unos y para otros, para quienes crecen exponencialmente a través de ejercerla éticamente y también para quienes la manipulan y utilizan para llevar a la gente hacia sus propios fines a veces poco nobles. Los ecuatorianos volveremos pronto a las urnas para ejercer… “libremente” nuestro derecho a elegir, lo haremos a través de un referéndum, muy seguramente, en el cual escogeremos si estamos o no de acuerdo con lo actuado por la famosa Asamblea de Montecristi. ¿Qué haremos?. Serán instancias claves… ¿cómo haremos uso de nuestra libertad de manera responsable para con el futuro del país si la mayoría de nosotros no conoce ni conocerá lo escrito y peor podrá inferir las consecuencias de lo que puede darse como resultado de lo escrito en la propuesta?.

Profundas cavilaciones provoca este dilema pues sin dudas nos estamos jugando la propia supervivencia del Estado… ¿verdad?

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No hay comentarios

  1. Mi estimado doctor , sencillo , escueto pero directo su articulo ,el aborregamiento ese es el mal de nuestro pais y eso es lo que nos ha condenado a estar en lo que estamos ahora , el dia que se instituya el voto opcional y vayamos a votar los que nos interesa de verdad este pais y gente como ud salga a la palestra politica ,solo ese dia abra un cambio , pero como eso no va a suceder esperemos sentados mi doc !!!
    un abrazo de quien fue su alumno 1991 al 1993 en el centro de estudios Espiritu Santo quimico Biologico , mis respetos y admiracion hacia usted siempre

    atte
    Roberto Mora Camino

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