Una buena y una mala

Una buena y una mala, es lo que nos esta dejando este mes de Julio. Mes de Guayaquil y por ende, de todos los que verdaderamente sienten y quieren de corazón a este bello y pundonoroso Puerto del Pacifico Sur, sean Guayaquileños de nacimiento o Guayasenses por su residencia.

Para este mes se reservan las mejores cosas y las más importantes actividades para con ellas festejar con todos, con los unos pero no con los otros, si con los que la respetan y no con los que fingen respetarla, por sus acciones y decisiones. Julio, es el mes del mejor clima de Guayaquil, caliente como su gente, pero con mucha brisa, por eso en este mes en Guayaquil se disfruta del mejor clima del año.

En este mes, al margen de la permanente contratación, ejecución e inauguración de muchas obras publicas Municipales, las que se realizan durante todo el año, pero para este mes se reserva el derecho de entregar las mejores obras con la inauguración de miles de metros cuadrados de pavimento de concreto y asfalto en beneficio de los barrios y parroquias del sur y del norte de la ciudad, también se entregaran cientos de metros lineales de tuberías para la canalización de las aguas lluvias, aguas servidas y agua potable de los sectores marginales, producto de invasiones, barrios que nunca tuvieron estos esenciales y vitales servicios para el bienestar humano, pero que ahora ya los tendrán.

Se prevee también la revisión de nuevos proyectos e inauguración de varias obras monumentales, como una nueva etapa de la metrovía para servir a nuevos sectores populares de la ciudad, la Av. del Bombero con excelentes soluciones y características técnicas, para dar una buena solución vial al sector de Los Ceibos, Av. constituida en la principal vía de ingreso a la ciudad desde los balnearios.

Se hará la inspección final y puesta en servicio parcial uno de los ramales de tráfico que conecta, a través del túnel de San Eduardo, el sur de la ciudad con la vía a Daule, convertida en el sector de mayor desarrollo comercial e industrial de la ciudad. La magnitud y versatilidad del diseño del distribuidor de tráfico, posiblemente comprometerá a corto tiempo, iniciar un nuevo estudio para la ampliación de la vía a Daule.

Esta es la buena, Julio el mes de Guayaquil y sus obras, obras que cada día enorgullecen más a quienes disfrutan de esta gran obra de desarrollo y trabajo que realiza la M. I. Municipalidad de Guayaquil.

La mala, es todo lo que se nos ha reservado para intervenir e incautar empresas de Guayaquil, en este mes de Guayaquil, generando la angustia y preocupación de miles de trabajadores que no podrán disfrutar de la alegría de las fiestas de su cuidad, por la incertidumbre y temor de perder su puesto de trabajo y con el, el medio de sustento de su familia. La experiencia vivida con lo mismo realizado con otros Bancos, demuestra que los trabajadores perdieron su trabajo y nunca se ha publicado un balance para saber en que se invirtió el dinero obtenido de los remates y ventas realizadas de los activos incautados a los Bancos cerrados, inclusive del propio Filanbanco.

No criticamos el hecho, criticamos la fecha y la acción desplegada con brutalidad, abuso y prepotencia, al margen de una estricta aplicación de la ley, pues todo acto incorrecto debe ser sancionado con el máximo rigor que ella establece, sin distingo ni condición de nadie. Todos debemos ser iguales ante la justa aplicación de las leyes, pues todo delito debe ser sancionado, sin quitarle a nadie el derecho a la prueba de su inocencia, para evitar que existan muchos perjudicados por la duda de su trabajo vinculado o vinculante con Filanbanco.

Si bien es cierto que la ley y por lo tanto la justicia han tenido y siguen teniendo un precio, económico o político, para demostrar el placer de unos y la vanidad de poder de otros, debemos reconocer que antes no existía la arrogancia, prepotencia y abuso que hoy se percibe en los mas altos niveles políticos del Gobierno, lo que nos ha ido conduciendo hacia una sensación de vivir al margen de la ley, al amparo de una dictadura civil, la que ojala no contamine a nuestras gloriosas Fuerzas Armadas, para llegar hasta la miserable acción de una dictadura total, civil y militar, sin respeto ni consideración para nadie.

El derecho a la libertad de expresión es el símbolo sublime de la DEMOCRACIA, pedestal indestructible de todo pueblo que anhela vivir con justicia y con respeto a sus derechos, sin prepotencia ni abuso de nadie.

“Guayaquil por la Patria, con autonomía”.