El máximo error que gobierno alguno puede cometer es fijar precios políticos. Lo único que se consigue con ello es hacerle daño a los grupos más necesitados del pueblo. Toda persona que haya estudiado sociología, economía, administración de negocios, etc. lo aprende formalmente; y todos los demás por el impacto que causa.
Cuando se estableció el último Gobierno Militar, desesperados porque habían subido los precios se instauraron los “Tribunales Especiales”, los que sin ningún trámite imponían seis meses de prisión a los que no vendían “al precio oficial”. Me tocó, en mi calidad de Presidente de la Asociación de Supermercados dialogar con un General de apellido Espinoza a quien con la mejor buena fe le explique el problema que se les iba a armar. Al ver su convicción de “defender” al pueblo a cualquier costo le solicité que me prestara el teléfono. Él había fijado a 0.60 (sesenta centavos de sucre -¡que tiempos aquellos!- el precio oficial, lo cual era muy inferior al costo de 0.90. Dispuse que se lo oferte a 0.40; esto le llamó la atención al General y le dije: Nosotros no queremos problema, perdemos algo y no seguimos vendiendo… Veamos como va usted a controlar al mercado negro.
Se armó el desbarajuste y cuando autoridades superiores pidieron conversar el tema, entre ellos el distinguido contralmirante Renán Olmedo, se les demostró clara y honestamente la realidad e hicieron caso y los precios fueron bajando. ¿Por qué? Cuando algo no se puede comercializar con una modesta utilidad, el formal, el autoservicio, deja de venderlo y el agricultor que ve a los facinerosos haciendo de las suyas deja el campo. Además, no olviden que si algo está muy caro, el vendedor y el comprador buscan alternativas y todos satisfechos. Por supuesto, los “inspectores” prefieren los precios oficiales para poder chantajear y pedir coimas. Los autoservicios y empresas serias no caen en esa trampa por ser sucia y fatal.
Ejemplos históricos en píldora: En Babilonia hace unos 4.000 años el código de Hammurabi era un laberinto de regulaciones de control de precios. Tales leyes sofocaron el progreso económico en el imperio por muchos siglos, como el expediente histórico describe. Una vez que estas leyes fueron dispuestas “hubo un notable decaimiento en la fortuna de la gente”.
Grecia antigua también impuso controles de precios y estableció “a un ejército de inspectores designados para el propósito de fijar el precio en un nivel que el gobierno ateniense pensaba que era justa. Los “controles de precios griegos condujeron inevitable a las escaseces, pero los empresarios antiguos salvaron a millares del hambre evadiendo estas leyes injustas; a pesar de la imposición de la pena de muerte para los griegos que las evadieran. Esas leyes “eran imposibles de hacer cumplir”. “La carencia creada por el control de precios crean oportunidades de lucro desmedidos al mercado negro”.
En 284 A.D. el emperador romano Diocletian creó la inflación colocando demasiado dinero en circulación y entonces “fijó precios máximos en los cuales la carne de vaca, el grano, los huevos, la ropa y otros artículos podrían ser vendidos, y ordenó la pena de muerte para cualquier persona que venda esas mercancías en una cifra más elevada”. “Los resultados, citando a un historiador antiguo, fue que “la gente no trajo más provisiones a los mercados, puesto que con ellas no podía conseguir un precio razonable, esto aumentó la penuria tanto que finalmente después de que muchos hubieran muerto por esa “defensa”, la ley fue derogada”.
En Egipto durante el tercer siglo A.C. “había un verdadero dominio universal del estado” desde la producción a la distribución de granos estaban regulados. “Los precios fueron fijados por decretos de libre albedrío. “Este control adquirió proporciones espantosas y había un ejército entero de inspectores”. Los granjeros egipcios se enfurecieron con los inspectores del control de precios y muchos de ellos simplemente abandonaron sus granjas. Al final del siglo la “economía egipcia se derrumbó al igual que su estabilidad política”.
Los políticos franceses repitieron los mismos errores después de su revolución, estableciendo la “ley del máximo” en 1793. Los primeros controles de precios impuestos a los granos y luego a una lista larga de otros artículos. “En algunas ciudades la gente estaba tan gravemente desnutridas que se derrumbaban en las calles por la falta de alimento. Una delegación de varias provincias escribió al gobierno en París indicando que antes de la nueva ley del control de precios: “Nuestros mercados estaban bien proveídos, pero tan pronto como fijaron el precio del trigo y del centeno no vimos más esos granos”. Las otras clases no incluidas en las listas de máximos eran las únicas traídas. “El gobierno francés fue forzado a suprimir su ley malvada de control de precios después de que hubiera matado literalmente a millares.
Cuando llevaban a Robespierre a través de las calles de París a su ejecución las muchedumbres gritaban, “¡allí va el máximo sucio!” ¡Si solamente esto fuera una lección aprendida por los políticos contemporáneos!
En el final de la Segunda Guerra Mundial los planificadores centrales americanos eran aún más totalitarios con la política económica que los Nazis anteriores. Durante la ocupación de Alemania, a los “planificadores americanos” les gusto los controles económicos nazis, incluyendo los controles de precios, que, de hecho, evitaban la recuperación económica. ¡El notorio Nazi Hermann Goering incluso le dio una entrevista al corresponsal de guerra americano Henry Taylor sobre ello! Goering dijo:
“Ustedes Americanos están haciendo muchas cosas en el campo económico que encontramos que nos causó mucho daño. Ustedes están intentando controlar los salarios y los precios -el trabajo de la gente y a la gente. Si ustedes hacen eso deben controlar la vida de la gente. Y ningún país puede hacerlo. Intenté y fallé. Ni puede país alguno hacerlo. Intenté eso también y fallé. Usted no son mejores planificadores que nosotros. Debo pensar que sus economistas deberían leer lo qué sucedió aquí”.
“Los controles de precios finalmente fueron terminados en Alemania por el ministro económico Ludwig Erhard en 1948, un domingo, cuando las autoridades americanas de la ocupación estaban fuera de sus oficinas e incapaz pararlo”. Esa acción permitió el “milagro económico alemán.”
Nuevamnete das en el blanco Antuco, con esta leccion historica y cronologica del control de precios expuesta por Ti.
Los que pensamos libremente, lo entedemos y aplicamos el ejemplo al no hacer lo que relatas precisamente.Pero temo que los del gobierno del socialismo del siblo 21, FUNDIRAN MAQUINA, tratando de asimilar los fracasos geo-economicos-politicos, a traves de la historia de los pueblos, precisamente haciendo lo negativo.Y se dicen economistas, que ironia.
Muy bien hecho, adelante Sr.Kure.
Saludos Jorge Ponce A
Antonio, ud está enteramente en lo cierto. Es más, esa filosofía fuente del control de precios se ha aplicado en el Ecuador, y no sólo en este gobierno (que por cierto la eleva a mandamiento divino). El exceso de regulaciones y controles,nuestro enmarañado positivismo legal y un mal entendido asistencialismo son la principal fuente de corrupción en nuestro país. En el Ecuador la corrupción no es la fuente de nuestros problemas, es una consecuencia de lo citado. Lo más triste es que para reprimirla quieren implantar más controles y sobre-regulaciones. Anecdótico, ¿no?
saludos