Y… ¿Porqué NO?

Desde que empecé a escribir esta clase de artículos, he tratado de manifestar mi opinión, como si el lector estuviese presente, conversando conmigo.

Cuestión de estilos talvez, pero lo cierto es que a mi me gusta más cuando escribo como si le estuviese abriendo mi corazón a un amigo… Como resultado de esa forma de escribir, la mayoría de mis artículos reflejan mis esperanzas, mis frustraciones y mis ilusiones.

Esta vez trataré de ser lo más impersonal que pueda, porque el tema así lo exige… Me refiero a esto del plebiscito en el que detrás del SI o del NO al texto constitucional propuesto, se esconde otro si o no, con el que sancionaremos no solo la actuación, sino también la conducta de la Asamblea Constituyente.

La ciudadanía tendrá que escoger entre el SI y el NO… Pero la decisión no es nada simple, porque de por sí exige del votante, la lectura completa del texto que entregará la asamblea al tribunal supremo electoral; y que éste a su vez tendrá que publicar en los medios de comunicación social para que el pueblo lo pueda leer, analizar detenidamente antes de pronunciarse por una de las dos opciones… ¿Como harán los analfabetos?

Además, y porque el reglamento de la Consulta Popular 2007, claramente lo estipula así, el voto por el SI o por el NO, también aplica a los cambios que los asambleístas debieron proponerle al electorado – para cambiar el marco institucional del estado.

Inexplicablemente, estos cambios ya han sido realizados sin la aprobación previa del pueblo ecuatoriano. Se han hecho ya, abusivamente, ilegalmente o como se lo quiera calificar… Pero ya se hicieron.

La intervención del presidente Correa en los asuntos de la asamblea ha sido coercitiva e inmoral porque él no fue electo como Asambleísta y no era a los miembros del buró político de Alianza País a quienes sometía su voluntad… Era a los miembros de la Asamblea Constituyente a quienes manejó como un excelente titiritero.

Al señor Alberto Acosta – supuestamente hermano del alma del presidente Correa – le disgustó la idea de convertirse en marioneta de don Rafael y por eso fue bajado de la tarima de la asamblea, y se puso en su lugar a otro asambleísta, que si estaba dispuesto a dejarse manipular por el titiritero de Carondelet.

Así las cosas, con una velocidad vertiginosa, se terminaron de procesar más de doscientos artículos que como maná del cielo bajó de Quito.

Obviamente estos artículos no eran importantes o no requerían de mayor estudio y consideración porque ya habían sido analizados y aprobados por el titiritero mucho antes de que se envíe el paquetazo para que las marionetas de Alianza País, levanten la mano y digan que SI a todo lo que se les proponía.

La conducta del presidente Correa ha desprestigiado a los miembros de su partido y por ende a los integrantes de la mayoría “legislativa” de la Asamblea Constituyente… Salpicando al paso de su desprestigio a los asambleístas de la oposición.

La imagen del presidente se ha deslucido ante ojos del pueblo, y ha perdido brillo por el desgaste que su conducta le ocasiona. Tanto es así que ha tenido que recurrir al abuso del poder, para hacerle creer al pueblo, que finalmente el paladín protector de los desvalidos ha hecho justicia y que los malos han sido castigados.

Lo censurable no es que se castigue a los malos, lo censurable es que aparentemente no lo motiva un afán de que finalmente se haga justicia, lo que se percibe es que al presidente lo motiva la consecución de mejorar su puntaje en las encuestas de popularidad… Y eso, a corto plazo acabará desgastando más al presidente.

Eso, la eliminación de uno de los poderes del estado, el que haya hecho tabla rasa de la constitución vigente (1998), y haya abusado constantemente de su poder son altamente nocivos a la popularidad de Correa…

Pero volvamos al teme del SI y del NO…

Y veamos:

La consulta popular del 2007 resolvió – como mandato popular – que sea la asamblea, la que redacte el texto a proponerse para una supuesta nueva constitución.

Pero resulta más que aparente que el texto a someterse a votación no fue totalmente escrito en Ciudad Alfaro, si no en Carondelet.

Lo anterior – sin ser abogados del diablo – implicaría que ese texto no califica para que el Tribunal Supremo Electoral lo presente a consideración popular en el plebiscito que se convocará para el 28 de septiembre… Por el simple hecho de que no fue redactado por los asambleístas.

Para colmo, y para reforzar lo que afirmo, es público y notorio que el Dr. Alexis Mera ha corregido el texto que supuestamente redactaron los Asambleístas.

Solo este detalle – que ha sido ampliamente cubierto por la prensa – corrompe el texto constitucional a proponerse, porque nadie – asambleísta o no – puede cambiar lo que ya fue debatido y aprobado por el Pleno de la Asamblea.

Resultaría evidente entonces – hasta para el más casual de los observadores – que esta “revisión” ha sido ordenada por el presidente Correa… Y también resultaría evidente, que tal revisión, constituye un claro abuso de autoridad por parte del presidente Correa.

Cualquiera puede evidenciar, que antes de que Correa asuma el poder, las cosas costaban menos que hoy, y que no ha bajado el nivel del costo de la vida. Por el contrario, día a día suben los precios y nadie los puede controlar. La inflación está por las nubes y el desempleo aumenta aún más todavía.

La triste realidad es que Correa solo promete, pero no cumple… Así vemos que los ecuatorianos más necesitados, no tienen más que antes y que los tenían para darles empleo, empiezan a cerrar sus industrias por temor al futuro…

Antes se temía de que la inversión extranjera no vendría por falta de confianza en el régimen de Correa… Hoy la inversión nacional se empieza a retirar porque desconfía de esta administración… Y los perjudicados son – como han sido siempre – son los menos favorecidos por la fortuna…

En este proyecto de Asamblea, textos y cambios al marco institucional del estado, se ha malgastado el dinero del pueblo, porque entre sueldos de asambleístas y sus asesores, más los gastos de la construcción del edificio y mobiliario para la Asamblea en Ciudad Alfaro…

(¿Por qué la Asamblea no sesionó en Quito, en donde el Congreso Nacional desocupó dos locales apropiados para el uso temporal de los asambleístas?)

… Y más de cien millones de dólares entre consulta popular, elecciones y plebiscito, cualquier ojo de buen cubero concluiría que el desperdicio supera los ciento cincuenta millones de dólares…

Esa cantidad se pudo haber asignado a la construcción de más de 5.000 viviendas populares de a $30.000.- dóla
res cada una. O para reparar las escuelas a donde va nuestra niñez a educarse y en busca de un futuro mejor…

He hablado de malgastar el dinero del pueblo porque si:

• El texto constitucional que va ser consultado en el plebiscito, no fue totalmente redactado en la asamblea si no en Carondelet, y por haber sido corregido por personas de la presidencia de la república (y ajenas a la asamblea)… No es válido para el plebiscito.
• La asamblea no sometió cambio alguno a consideración del pueblo en el plebiscito… La asamblea implemento ya los cambios que se le antojaron sin siquiera pensar en consultarnos nada…

¿Para qué fue necesario gastar todo ese dinero en el andamiaje de la consulta popular, si el mandato popular no se ha cumplido y por tanto todo el proceso es inválido?

¿No resultaría aparente entonces?… Que lo que se pretende lograr con el plebiscito (que se convocará para el 28 de septiembre) es solo avalizar con el voto popular, un plan hábilmente concebido por el presidente Correa y sus coidearios…

Ante todo lo expuesto…

¿Verdad que resultaría inconcebible el votar por el SI?…