Desde el 22 al 24 de Julio pasados, con cobertura nacional de la prensa escrita y por radio y televisión, en un hecho público y notorio se violaron todos los derechos de la soberanía del Estado, no se diga de la Constitución vigente, y como cierre apoteósico de tal vejamen al pueblo ecuatoriano, las máximas autoridades reconocidas por Carondelet como las únicas autorizadas a representar al Estado, proclamaron el cierre provisional de la Asamblea, con la seguridad de éstas, que el 28 de septiembre próximo volverá la Asamblea a reabrir sus puertas una vez obtenido el fallo confirmatorio del pueblo ecuatoriano en las urnas.
La suma de mentiras nos confirma una verdad: estamos en dictadura desde el mandato uno de la Asamblea Constituyente.
El secretario de la Asamblea trémulamente firmó la autenticidad de ocho mandatos, siete resoluciones, más de 250 artículos del proyecto constitucional con sus transitorias y el régimen de transición que sin formar parte del proyecto constitucional, obra como apéndice del mismo para la próxima consulta popular. Toda esta ardua labor legislativa, inconstitucionalmente se libró entre el 22 y el 24 de julio, con la excepción del texto del proyecto constitucional que mereció unos cuantos días más para maquillar y cercenar su texto al acomodo de P.A.I.S. y para burla del País.
La prueba fidedigna de ello es el suplemento del Registro Oficial que ahora es una Trade Mark, esto último no es un género de persona sino una marca registrada del Tribunal Constitucional de la República del Ecuador, hasta que sea dicho tribunal sea reemplazado por el nuevo organismo propuesto por el proyecto de marras.
Efectivamente dicha publicación del jueves 31 de julio pasado, con el número 393 describe la maratón legislativa jamás igualada por el peor de los congresos de la historia, y entre martes 22 y jueves 24, se pretende hacernos creer que los alzamanos en pleno, discutieron, rectificaron, mejoraron, aprobaron y autorizaron que secretaría proceda a la promulgación de tal legajo conteniendo nada menos que ocho mandatos, amnistía general para comuneros y comuneras, pobladores y pobladoras, pescadores y pescadoras, dirigentes y dirigentas, campesinos y campesinas, comunidades, ciudadanos y ciudadanas en general; por defender derechos territoriales, de bosques, manglares y posesiones, por intervención minera, por explotación petrolera, usurpadores de funciones, tenencia ilegal de armas, plagio a un Fiscal, delitos contra la propiedad; resolución que termina definitivamente –sic- con el inconstitucional y arbitrario descuentos en el ISSFA; levantamiento a la inmunidad del Defensor del Pueblo designado por el mandato uno; ampliación de plazo del plan binacional con Perú; cesar a un vocal del Tribunal Supremo Electoral y designar al nuevo titular y suplente; exaltación en la memoria cívica de los ecuatorianos la recordación –sic- del 25 de julio de 2008, como el hito luminoso en la construcción de un Ecuador incluyente, fraterno, libre, territorio de paz, país de justicia y derechos, respetuoso y que avanza al futuro, declarando dicho día viernes, feriado cívico en toda la República. Y si esto no fuera suficiente, también el pleno discutió, rectificó, mejoró y aprobó la mitad del texto del proyecto constitucional, cuya promulgación fue discutida, rectificada, mejorada y aprobada, con posterioridad al 25 de julio, pero para los anales y para efecto de la memoria cívica de los ecuatorianos y ecuatorianas y para fe pública de Secretaría de la Asamblea, dicha fecha límite quedará registrada como hito luminoso o parto de los montes, todo dependerá del juicio futuro.
Este es el escenario previo al análisis del texto del proyecto constitucional, repleto de ambigüedades que serán modeladas por leyes antojadizas de quien nos gobierne mediata o inmediatamente, normas contradictorias, verdaderas trampas en materia vital, familiar, social, religiosa, económica, de administración pública y privada, con mordazas a la opinión pública e individual de los ecuatorianos y ecuatorianas.
Basta considerar la burda presentación oficial de las normas expedidas por la Asamblea Constituyente antes del 25 de julio pasado, para entender que este proceso electoral no es otra cosa que una farsa. Los derechos que dicho proyecto pretende predicar, desde ya son plenamente violados por el régimen que a los pocos días de la promulgación de tal legajo; ordenó patear y amedrentar a los valientes universitarios de la Católica en Guayaquil, acusando a los agredidos que actuaron en legítima defensa, de excederse en la protección del más elemental derecho del claustro universitario, la libertad de conciencia y opinión.
Su artículo es realmente bueno don Victor; con el respeto que usted se merece, permitame cambiarle el título por el de EL ABORTO DE MONTECRISTI.
Yo votaré NO en el refréndum,
Arturo Rossi
Muy acertado su comentario Sr. Carrión. El parto de Montecristi constituye la estafa económica y moral más grande cometida en el país. Esperemos que cuando tengamos derechos constitucionales (ahora estamos en dictadura), se sancione enérgicamente a los alzamanos que firmaron esta burla, porque todo el producto ya estaba elaborado por el asesor español de Chávez, y el presidente Correa, parte interesada del mismo, es cómplice y encubridor de este abominable engaño al pueblo. Así mismo, el venal presidente del TSE, los desvergonzados miembros del TC, deberán rendir cuenta de su participación en este contubernio. Jamás en la historia del país se han registrado maniobras tan asquerosas como las que hemos sido testigos en este gobierno dictatorial. No entiendo como los colegios de abogados y en general todos los estratos de nuestra sociedad civil permanecen inertes ante la infamia que Correa y sus coidearios, cometen contra las leyes y los derechos proclamados en la constitución vigente.