22 noviembre, 2024

Los medios, los fines y Bolivar

Vivimos a saltos de un absurdo a otro. Debemos estudiar un proyecto de Constitución y no sabemos cuál . Se denuncia un fraude en la redacción final de dicho documento y la Fiscalía bosteza ante una acusación de tanta trascendencia penal, política y democrática.

Se denuncia preparativos de un fraude escrutador y quien preside el TSE bromea cínicamente sin dejar de complacer las previsiones gubernamentales en cuanto a integración de los llamados “Tribunales de Bolsillo”, simples réplicas provinciales del domesticado Supremo. ¿Qué estamos viviendo, aún antes de la revolución que anuncian?

No se explica ni esclarece lo que siempre nos ha alarmado, lo que siempre ha degradado y condenado a sus autores, lo que ordinariamente abriría severas investigaciones. Observamos la típica impunidad que reclama para sí una “Revolución” que se cree triunfante y que sigue atropellándonos, incontenible, bajo la falsa premisa de que el fin justifica los medios. ¡NO! ¡Es precisamente lo contrario! En política, ese concepto es inmoral y fomenta la corrupción, que, cuando es descubierta. la intelligentzia comunistoide acostumbra calificarla como error de buena fe, y sólo faltará que nos exijan aplaudirla.

Estudiar el proyecto constitucional, cumpliendo con un deber cívico es caer en la esterilidad. Otra es la naturaleza del reto político : el Proyecto no cuenta. No vale un higo. La revolución lo es todo. Y será el régimen de transición su ejecutor. Analizar, por ejemplo, el tema de la Propiedad ,es comprobar una calculada ambigüedad como la de poder acceder a ella si se cumple con las políticas públicas que dicte en su momento el Estado (léase Congresillo).

Nadie lo explica. Los asesores foráneos ya se largaron y la somnolencia de los asambleístas perdura. El Congresillo se encargará de la reforma agraria. Iluso será también quien piense que la revocatoria del mandato presidencial es veraz : comprobará que es inalcanzable la cifra requerida de solicitantes, como impensable la aceptación de una Corte Constitucional, adscrita al gobierno. La ambigüedad y un concienzudo bla-bla-bla dan la tónica al Proyecto, cuyo ropaje legal lo confeccionará un cuerpo legislativo espurio , despectivamente bautizado. Allí sí, las ambigüedades desaparecerán y las garras de la Revolución “bolivariana” se clavarán en el espinazo de la Nación.

En materia de derechos, el Proyecto sueña utópicamente satisfacerlos a todos y cada uno de los ciudadanos. Cree alcanzar así una mejor condición humana. No se robustece el individualismo democrático; sólo se apunta al individualismo adocenado e igualitario, y ésa no es meta de ninguna revolución. Lo que debe perseguir una revolución con ideales sólidos, es mejorar la sociedad a través de sus instituciones, a través de la comunidad en que los ecuatorianos viven, ofreciendo seguridad jurídica, aseada justicia, fuentes de trabajo, salarios justos y oportunidades de inversión .

Terrible estupidez la de querer forjar mejores hombres y mujeres con un bono de pobreza bajo el brazo, un puñado de semillas en el bolso, limosnas inflacionarias por doquier, un minifundio improductivo bajo sus pies y un enorme rencor en el pecho. ¡Revolución! ¡Estúpida revolución! :

“Eso es para ellos la Revolución. Se les ha pegado el cocido y ahora, excitados, piden otro mejor. Una siente que su marido sea tan bajo y quiere otro más alto. A otro le molesta el zapato y el vecino tiene unos mejores. No se le ocurren versos al poeta y busca con desesperación ideas nuevas Un pescador lleva horas con el anzuelo en el agua. ¿Por qué no pican?

Y así llega la Revolución y creen que ella va a darles todo: un pez, un zapato, un poema, un marido nuevo y una mujer nueva; y asaltan todas las Bastillas y luego se encuentran con que todo es como era: el caldo pegado, los versos chapuceros, el cónyuge en la cama, maloliente y gastado, y todo aquel heroísmo que nos hizo bajar a las cloacas, podemos ponérnoslo en el ojal, si es que aún tenemos”. (P.Weiss: “Marat-Sade” )

Reconozcamos que la discusión hermenéutica del Proyecto será un inevitable devaneo político. Porque lo nuclear es Correa y su Revolución .¡Sí o NO! Si ésta triunfa en el referendo, recordemos desde ahora la amargura que en 1830 vertía Bolívar en su carta a Juan José Flores:

“La única cosa que se puede hacer en América es emigrar ; este país caerá infaliblemente en manos de la multitud desenfrenada, para después pasar a tiranuelos casi imperceptibles de todos los colores y razas ; (..) La súbita reacción de la ideología exagerada va a llenarnos de cuántos males nos faltaban (..) Vd. verá que todo el mundo va a entregarse al torrente de la demagogia"

Las palabras resaltadas (emigrar, multitud desenfrenada, tiranuelos, ideología exagerada y demagogia) nos son coincidentemente familiares y han cobrado actualidad en más de uno de los países liberados por Bolívar , ¿ verdad? Mas, son predicciones que podremos impedir si solo abrimos los ojos.

Artículos relacionados

Vida Artificial

morte voluntaria Visao Magazine

Soy completamente opuesto a la Eutanasia. Empero, como paralelismo, es perverso que se apliquen “medidas heroicas” análogas a: pulmones artificiales, entubamientos, diálisis… cuando todo está consumado. Solamente se justifica el luchar y hacer sufrir cuando existe la posibilidad de que ese mantenimiento artificial y temporal confiere la oportunidad de recibir un órgano o medio permisible para una supervivencia normal y laudable.

La dolarización fue un trauma que afectó en ese momento letalmente a todos los sectores productivos del país. Las medidas (medicinas) que debieron recetarse para recuperar la salud – más que sea las imprescindibles para mantener la preservación – del sistema fructífero nunca fueron ni siquiera recetadas, mucho menos aplicadas, para la salvaguarda de la integridad de los generadores de riqueza del país, sean estos: empresarios o trabajadores.

Cómo nos afectan los cambios

“Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes, deberá acomodarse a frecuentes cambios”. Confucio Hay cambios positivos que nos llevan, podríamos decir adelante, pero también hay cambios negativos que nos hacen retroceder y […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×