En nuestra profesión la ingeniera civil, cada vez que se inicia una obra y se le quiere dar publicidad, se invita entre muchas personas a la prensa hablada, escrita y televisiva. Entre más grande o más importante es la obra, mayor y más pomposo es el acto.
Indudablemente la colocación de la 1ª piedra constituye el inicio de una obra, bajo características, plazo y precio previamente pactados, mediante concursos o licitaciones, de acuerdo al monto del presupuesto referencial que debe obligatoriamente realizar la institución contratante, para luego suscribir un contrato de construcción.
La construcción debe controlarse mediante un programa de ejecución de obra, bien analizado, para evitar que se produzcan variaciones como el incremento del plazo con lo cual seguramente se incrementara el costo de la obra, pudiendo inclusive conducir al fracaso de su ejecución.
Vale la pena explicar que la contratación de una obra es como un triangulo equilátero, de 3 lados y 3 ángulos iguales, si uno de los lados o ángulos se deforman, el triangulo se deforma y deja de ser equilátero. En una obra el triangulo se forma con el precio, el tiempo de ejecución y las especificaciones o características de la obra, ubicados cada uno de estos factores en un vértice del triangulo imaginario que se crea, si uno cualquiera de estos rubros falla, el triangulo se deforma y por lo tanto cambia la figura, es decir el contrato inicial. Ej.: si se modifica el plazo de la construcción de la obra, el precio seguramente variará. Si se cambian las especificaciones, puede variar en mas o menos el precio y el plazo. Para corregir estas posibles deformaciones existen las formulas polinómicas que con bastante exactitud determinan el aumento posible del precio y del plazo, siempre que la formula sea bien elaborada.
El incremento de costo de los materiales automáticamente hace variar el precio de la obra, pero algunos de ellos pueden no incrementar los costos, con la entrega y buen uso del anticipo.
Lo importante, especialmente en la obra publica, es que la obra se realice en las mejores condiciones técnicas, en el plazo establecido y en el precio real de la obra, es decir que al igual que la invitación a la 1ª piedra se prevea la invitación a la colocación de la ultima piedra, esto es a la terminación de la obra, cuya realización debe efectuarse en el plazo establecido en el contrato, lo cual parece que no se programa o no se conoce en el gobierno del Presidente Correa, pues se han efectuado la colocación de muchas primeras piedras, pero todavía no ha invitado a participar de la colocación de la ultima piedra.
Ojala que las obras públicas de los Ministerios no se conviertan en cuentos de hadas, que nunca se ven y se convierten en ilusiones perdidas, fantasías políticas o engaños de campaña, muy posibles ahora que lo más importante del Gobierno Central, es estar en campaña política permanentemente.
Perdón, si existe una ultima piedra ya colocada en este gobierno, la del edificio en donde se desarrollo la Asamblea Constituyente, en Montecristi, en cuyo local la partidocracia de la mayoría cocinaron a su acomodo y sazón la nueva Constitución Política, que debemos aprobar o rechazar en el próximo referéndum del 28 de Septiembre.
La nueva Constitución, incluyendo los cambios y acomodos de las ultimas madrugadas, deben ser revisados y analizados por todos los ecuatorianos para NO volvernos a equivocar, pues al poco tiempo de transcurridas unas elecciones, con los resultados obtenidos, generalmente llegamos a la conclusión de que nuevamente nos equivocamos. Basta de errores y a votar en conciencia por lo que deseamos todos y para todos, sin atropellos ni centralismos absurdos, que solo nos han conducido al fracaso, generador de aumento de la burocracia, disminución de plazas de trabajo, sin inversión y sin un desarrollo permanente que nos garantice el bienestar humano que todos deseamos..
Si las estadisticas muestran que solo el 2% lee la Constitucion el absurdo mas grande es someterlo a un referendum donde ni los Asambleistas pueden afirmar que la han leido integramente. El contenido tecnico legal de la Carta Magna no puede analizarse por personas sin capacidad intelectual juridica para hacerlo.El voto sin conocimiento de la materia es nulo y deberia ser determinado antes del 28