Gracias a Dios, soy católico, cristiano católico. Lo digo con la convicción de que mi formación religiosa me ha dado el sentido moral y el discernimiento necesarios para distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, independientemente de lo que la sociedad, el mercado o las mismas leyes humanas digan. Y qué mejor si las leyes humanas coinciden con la formación moral recibida en el templo y en un hogar cristiano.
Pero no siempre las leyes humanas coinciden con los mandamientos divinos.
En mi Iglesia y en mi hogar me enseñaron del libre albedrío, pero también me enseñaron de responsabilidad; me enseñaron de beneficencia, pero también de igualdad y empatía; me enseñaron de libertad, pero también de límites; me enseñaron de valor y dignidad, pero también de caridad. Pienso que cumplieron con el deber que tenían, de acuerdo con la declaración «Gravissimum educationis», emitida por Su Santidad Paulo VI en 1968.
Con la formación recibida, uno puede ir a cualquier país del mundo, con el sistema político o legal que sea, y seguir cumpliendo con las normas y formación recibidas. No importa que algún territorio el aborto sea permitido, nunca se practicará; hasta puede estar permitido cierto tipo de robo o de asesinato, pero esa formación no permitirá hacer uso de ese tipo de «derechos».
En estos días de campaña política, siendo testigo de la intervención explícita (aunque negada oficialmente) de mi Iglesia y de otras en asuntos públicos, y aunque preferí evitar el juego mediático y tratar de ser lo más objetivo y responsable posible, recordaba el pasaje bíblico de Mateo en el que el mismo Jesús consagra la división entre la Iglesia y el Estado: «Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: ‘Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?’. Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: ‘Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo’. Ellos le presentaron un denario. Y les dice: ‘¿De quién es esta imagen y la inscripción?’. Le responden: ‘Del César’. Entonces les dice: ‘Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios’» (Mateo 22, 16-21).
Fue cuando, providencialmente, cayó en mis manos la carta encíclica «Deus caritas est», dada en Roma en diciembre de 2005 por el mismísimo Joseph Ratzinger, Papa Benedicto XVI, la cual pareciera basarse en algunas ideas de liberales ecuatorianos (todos píos, a pesar de su ideología política) como José Peralta o Abelardo Moncayo. En dicha encíclica, el Papa apela al mismo pasaje bíblico y dice:
«El orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la política […]. Es propio de la estructura fundamental del cristianismo la distinción entre lo que es del César y lo que es de Dios (cf. Mt 22, 21), esto es, entre Estado e Iglesia o, como dice el Concilio Vaticano II, el reconocimiento de la autonomía de las realidades temporales».
También expresa:
«… la construcción de un orden social y estatal justo, mediante el cual se da a cada uno lo que le corresponde, es una tarea fundamental que debe afrontar de nuevo cada generación. Tratándose de un quehacer político, esto no puede ser un cometido inmediato de la Iglesia».
Luego, considero pertinentes estas ideas:
« La Iglesia no puede ni debe emprender por cuenta propia la empresa política de realizar la sociedad más justa posible. No puede ni debe sustituir al Estado […]. La sociedad justa no puede ser obra de la Iglesia, sino de la política».
El complemento de estos párrafos habla, a su vez, del complemento que significa la formación religiosa para el católico y su participación pública, pero mantiene una prudente distancia, pues «Tampoco quiere imponer a los que no comparten la fe sus propias perspectivas y modos de comportamiento».
Asimismo, previene a sus miembros (tanto al pueblo como al clero) al comentar luego de preguntarse que qué es la justicia:
«Éste es un problema que concierne a la razón práctica; pero para llevar a cabo rectamente su función, la razón ha de purificarse constantemente, porque su ceguera ética, que deriva de la preponderancia del interés y del poder que la deslumbran, es un peligro que nunca se puede descartar totalmente».
Pero, ¿cómo definir cuándo se produce la «ceguera ética» y quiénes han sido deslumbrados por el interés y el poder? Es mi humilde aunque esperanzada conclusión pensar que esa «ceguera ética» se da a notar en ciertas ocasiones cuando no respetamos esa división que Jesús, tan persuasivamente, nos indicó.
Supongamos que una nueva Constitución llegara a autorizar el robo al estilo Robin Hood, el aborto sin restricciones o un Código Penal al estilo del de Hammurabi… ¿Qué hace un cristiano en esos casos?, ¿robará, abortará y matará según le autoricen las leyes humanas?
A un cristiano bien formado no le debe importar si las leyes humanas le dan licencia para pecar o para ir en contra de sus principios: un cristiano bien formado cumple con los mandamientos del Señor a pesar de las leyes del hombre. Y, ¿cómo se consigue un cristiano católico bien formado? Esa es labor de la Iglesia Católica: si la Iglesia sabe llegar a su pueblo, conseguirá esos buenos cristianos.
Si recibimos una adecuada educación religiosa, aunque la Constitución o alguna ley permita el aborto explícitamente, esa ley humana no calará en la conciencia y se sabrá difundir lo que la formación cristiana dicta justo.
«En este punto, política y fe se encuentran. Sin duda, la naturaleza específica de la fe es la relación con el Dios vivo, un encuentro que nos abre nuevos horizontes mucho más allá del ámbito propio de la razón. Pero, al mismo tiempo, es una fuerza purificadora para la razón misma. Al partir de la perspectiva de Dios, la libera de su ceguera y la ayuda así a ser mejor ella misma. La fe permite a la razón desempeñar del mejor modo su cometido y ver más claramente lo que le es propio. En este punto se sitúa la doctrina social católica: no pretende otorgar a la Iglesia un poder sobre el Estado».
Si la Iglesia cumple con el resto de fieles su trabajo como es debido, no importa una Constitución Política… no importa. Y la Iglesia lo sabe.
es decir, señor alvarado, que el mismo Papa aleman ya habia dado instrucciones a sus fieles al respecto, y a pesar de todo arregui y su séquito ha hecho y deshecho sin hacer caso a la jerarquía superior….
eso si es indignante…. de qué sirve que tengamos sacerdotes si no cumplen con sus obligaciones…..
por eso debemos seguir rogando: danos Señor sacerdotes santos…. no como los de la cúpula!!!!
Hay cosas interesantes en el artículo pero no comparto con todo lo que dices.
Oye el aborto no es un tema de religión es de valores. La mayoría de quiteños alguna vez vio que los conventos de monjas que existen en el centro histórico de Quito era un cementerio de fetos. Lo que hace deducir que muchas monjas abortaron. El tema es de conciencia y ética no de religión.
Yo creo también en las enseñanzas de Jesús, comparto varias actividades de distintos grupos que apuestan por una sanidad mental. Todos tienen hechos positivos y equivocaciones. Pero tampoco a las monjas las podemos juzgar.
La educación religiosa me parece una propuesta coherente. Pero no solo deberían hablar de la religión católica sino de tantas formas de estar sano en el espíritu. Hoy existe la tendencia a recoger expresiones culturales orientales que ayudan a la fortaleza de la mente y el espíritu. La New Age. Los inciensos que venden en la calle son parte de esta tendencia. Que no se contrapone con las enseñanaza de Jesús. Creó que hay que saber combinarlas.
Yo soy bautizado en la iglesia católica. Recojo varias formas de estar sano espiritualmente y cuando siento necesidad de ir a misa voy. Y voy porque me nace no porque me siento obligado. Las cosas hay que hacerlas por que nos nacen o porque nos gustan. Y también utilizando en varias circunstancias la razón. La razón y la religión no son opuestas son complementarias. Por eso sería pertinente una intrucción de distintos tipos de religión y rescatar la positivo de cada una. Aunque vuelvo y repito eso no grantiza que no haya abortos.
Es muy cierto lo que tu nos dices, la verdad es que Dios tiene el control absoluto de las cosas, a él no se le escapa nada, lo que es nada…! Las leyes son impuestas por seres humanos y muchas veces se transgreden y no se llevan a cabalidad o también se las realiza a medias. Pero en cuanto a las leyes divinas, esas se mantienen y nadie las puede pasar por alto…
Tocayo:
Tienes toda la razón. Y como lo dices?.
A un cristiano bien formado no le debe importar si las leyes humanas le dan licencia para pecar, delinquir, etc., etc. o para ir en contra de sus principios y de la educación cristiana y de la reglas y moral que nos han dado en cada uno de nuestros hogares.
Un cristiano, o católico o de la religión que practicare, si es bien formado cumple con los mandamientos del Señor o que rijan la fe o religión que fuere, a pesar de las leyes del hombre.
Hay esta el problema?la Iglesia, sobre todo la católica, ha decaído en la formación y en el mensaje actual hacia los fieles..
Si recibimos una adecuada educación religiosa, aunque la Constitución o alguna ley permitan cualquier acto que fuese, las leyes humanas no calarán en la conciencia y se sabrá difundir lo que la formación dicta justo.
Saludos cordiales,
Mauricio
Santiago:
Holística tu propuesta. Bien dices que el asunto del aborto, en particular, es un tema de valores, lo que lo relativiza aún más. Pero para mí, y no lo topo en el artículo porque no es ese mi fin, en un mundo como el nuestro en la actualidad es un tema de salud pública que tiene implicaciones más sociales que religiosas… como bien se deduce de tus palabras.
Ahora, proponer la integración de elementos extra católicos a las prácticas católicas es algo más complicado y menos factible, pues las formas y las tradiciones del catolicismo (como las formas y tradiciones del budismo o de otras formas de religión y/o pensamiento) tienen sus procesos y procedimientos, aparte de una serie de candados y trabas que no permiten esas inclusiones.
De todas formas, tu crítica es muy, pero muy pertinente, además de ser muy positiva y a tomarse en cuenta.
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El problema se encuentra en los mensajes contradictorios que la Iglesia y el Estado mantienen. Una sociedad es dictada no solamente con las ideas que provienen desde el púlpito sino también por las leyes que son pasadas. La opinión principal de la persona que aprueba una ley que se opone a sus propias convicciones es un oxímoron. Ese es el problema cuando la Iglesia y el estado se oponen en opinión. Una da una licencia para pecar y la otra para valorar lo que es bueno y justo. Las palabras de Jesús fueron específicas hacia el pago de tributos y no de condición moral. La Leyes morales que existen en cualquier govierno son basadas en principios bíblicos…pero… es muy difícil mantener la paz del público y sus derechos como gente libre sin comprometer en alguna forma la ley de Dios. Esa es la plataforma liberal. La Ley siempre hace a un individuo responsable por sus acciones, y a quién le gusta dar cuenta por su condición moral? La solución esta en lo que tú dices como «el cristiano bien formado». Las Leyes ya sean de Dios o de la patria son para mantener el orden pero mantego que la sabiduría de Dios prevalece sobre la nuestra (Isaías 55:9)
Sr. Mauricio,
Muy oportuno su comentario.
Debo añadir solamente una pequeña cosa, que al parecer no acaban de entender algunos «católicos»: No es el sacerdote o la religiosa la que hace la Iglesia, sino es la misma Iglesia como institución, guiada por Dios y el Espiritu Santo, la que obra por medio de los hombres, el milagro de la presencia de Dios en el mundo… Por tanto incluso, aquellos religiosos «cuestionados», en el momento que cumplen su labor religiosa, no son ellos, sino Dios, quien obra.
Acaso, no dice eso en el Evangelio?: Y Uds. aun siendo malos, acaso, dan una serpiente a su hijo que les pide un pan?… Mucho mas hará mi Padre, que es bueno con todos…
Así entonces, no es el aborto cuestión de principios humanos nada mas, como dicen, sino parte de esa formación que Ud. menciona, mas la razón como tal de respeto a la vida, que toda persona (de cualquier religión o ninguna incluso), debe tener para sus semejantes.
En concordancia con su comentario, …me despido.
Alberto Rosales
ralberto68@hotmail.com
Te felicito Mauricio por tu artículo y me alegro que seas católico y que hayas gozado de la bendición de un hogar bien formado.Pero no todos los católicos tienen esa sólida formación que tu gozas, algunos toman las cosas a la ligera, otros tienen dudas, otros se dejan llevar por tendencias y así te puedo enumerar situaciones, y por eso mismo la Iglesia tiene la obligación de transmitir y recordar a su grey (algún articulista oficial pretendió usar esta palabra despectivamente)que hay una responsabilidad muy grande que será tomada en cuenta en el juicio particular de apoyar la aprobación de leyes humanas que dejen abierta la posibilidad de por ejemplo en este caso, abortar o afectar a la familia, etc. Si eso es hacer política pues que sea llamada política. Para mí, la Iglesia ahora cumplió con su deber y como tú lo dices ya depende del libre albedrío de las personas, libre albedrío que no necesita ser aprendido porque cada uno de nosotros lo tenemos como un regalo divino. Si la Iglesia no cumplió con su deber antes, pues es cuestión de aquellos que no lo hicieron, tendrán que rendir cuentas ante el Máximo Juez.
Saludos y nuevamente felicitaciones
Luis
Querido amigo en Cristo, comparto contigo muchas de tus reflexiones principalmente en el hecho que seguir a Cristo es un sentimiento, una unión de mente, corazón y acciones que te permite mantenerte firme en la fe y sin dejarnos arrastrar por el mundo,todo esto no tiene nada que ver con religión o cúpulas religiosas.
Estimado Luis:
Gracias por las felicitaciones.
Pero yo me remito a lo que Benedicto XVI indica en su encíclicia, pues no me parece correcto que, igual que con las leyes terrenales, no tomemos en cuenta lo que la Cabeza Visible de la Iglesia pone como luz para nuestro entendimiento.
E insito con mi razonamiento, que se basa en la palabra del mismo Jesús (quien no habló en contra del poder temporal, por más represivo y corrupto que haya sido) y en el razonamiento papal… con el que providencialmetne coincidimos.
Que el Espíritu Santo nos ilumine.
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Exacto Señores,
Como lo dice, Mauricio, … Nos debemos remitir a la la Encíclica de la Iglesia (al respecto de este tema), y en todo lo demás al Catecismo de la Iglesia Católica (los que somos Católicos); como la verdadera guía en nuestras acciones, … Y aún mas simple: Ama y haz lo que quieras como dice Sn. Agustin… nada mas…
Con eso podremos sortear cualquier situación, ley, Constitución, o momentos difíciles del día a día…
Saludos
Alberto Rosales
ralberto68@hotmail.com
En realidad si importa mucho una Constitucion malhadada, aprobada en forma inconsciente por miles de ecuatorianos pauperrimos vendidos al gobierno por sus multiples dadivas y atiborrados por la campaña electoral. Es vergonzozo para mi como ecuatoriana tener una Constitución que ampare el aborto, la homosexualidad y las drogas. Es vergonzozo para mí como ecutoriana, la persecución abusiva que ha sufrido la Iglesia sobretodo en la persona del Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y Arzobispo de Guayaquil, Mons.Antonio Arregui Yarza. Gracias a Dios en Guayaquil, mi tierra querida, el NO se ha pronunciado categórico en mayoría y no pierdo la esperanza de que esta semilla sea la que inflame al Ecuador y logremos la Nueva Aurora Gloriosa que impida la esclavitud y el totalitarismo, ya que estamos con Dios.
Estimada Margarita:
A mí también me importa y me importa mucho, como ECUATORIANO, lo mal elaborada que está la Constitución Política (CP) actual. Eso no está en discusión en mi artículo, ¿o acaso lo está?
Para mí también es vergonzoso que los mismos miembros de mi grey (gracias, Luis, por recordar nuestra condición con respecto a Cristo) donosten de manera poco piadosa contra cualquier hermano de mi Iglesia, incluyendo su cúpula.
Pero para mí también es vergonzoso que hagamos caso a los mandamientos, normas, recomendaciones, leyes e indicaciones de Jesús o del mismo Papa sólo cuando nos conviene… Igualito que Correa, Patiño y los constituyentes.
A mí me parece que las palabras de Cristo y la Encíclica papal están CLARÍSIMAS… ¿O es que ahora el infalibilidad en custiones de fe se transmitió del Papa a los obispos? ¿Quién tiene mayor autoridad: el Santo Padre o sus inferiores?
Clarito está: LA IGLESIA DEBE HACER SU TRABAJO EN LOS CORAZONES, si lo cumple a cabalidad, todos sus fieles estaremos en capacidad de resistir las tentaciones del poder temporal.
Esta es una prueba para la Iglesia y para nos, los fieles… ¿Será que nos falta la fe?
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Amigo Mauricio
Ponderadas tus palabras. Yo conozco mi ciudad y conozco a mi gente y ellos no entienden lo que significa la palabra de Cristo sino que sòlo aceptan lo que sus sacerdotes fashion les digan.
A ellos no les importan los curitas que hacen labor en el campo o con los indios (a ellos no les interesan los indios) no les importa lo que diga el Papa o lo que diga la Biblia… ellos no piensan.
Es mas a los sacerdotes como Arregui tampoco les interesa el bienestar de los fieles, pues solo les interesa su poder «temporal» como tu lo llamas, les interesan sus prebendas de pùrpura tonsura.
Las señora que hacen beneficencia tampoco conocen la Biblia, sino lo que les interesa es demostrar que tienen, y qué mejor forma de hacerlo que REGALANDO la plata… si no lo hacen son «batracias», como dicen en la propaganda de tampico.
Puras apariencias pero nada de caridad cristiana verdadera.
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Mauricio
Hoy me encontré con una amiga que me dio una copia de este articulo, pues las estaba repartiendo a sus amistades y decía que por fin alguien pudo argumentar con palabras «oficiales» en contra de la intervención de la Iglesia en asuntos QUE NO LE CONCIERNEN.
Cristo lo dice, el Papa lo dice… ¡qué más quieren!, ¿que monseñor Arregui lo diga? Como bien dices, quién tiene mayor autoridad para definir este asunto… y el Papa ya lo definió.
Felicitaciones.
Mauricio, muy bueno y razonado su artículo. Sin embargo, como puede ver no todos guardan los valores cristianos (o crísticos para los de new age) a los que hace referencia pues leo algunos comentarios que destilan odio y afán de revancha para gente que ha tenido más oportunidades o que supo aprovechar aquellas que le presentó la vida.
El problema es precisamente esto, para un verdadero seguidor del Cristo la ley suprema es «Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo». Y eso es lo que precisamente está en juego ahora.
Tanto odio, rencor, sed de venganza, etc., son bajas pasiones que lo único que despiertan es más de lo mismo. Me entristece saber que el ecuatoriano promedio, otrora un ser afable y descomplicado, de pronto se vuelve un ser vengativo y resentido. Con el único afán de ver a su rival (imaginario o no) destruido, aunque también signifique su propia miseria.
La Iglesia guayaquileña salió a defender la Familia, pues con una Constitución que pregona la Identidad de Género, el Aborto, la unión homosexual, son nuestros niños los que estarán en peligro.
El afán de los seguidores del Foro de SAo Paulo es meter sus tentáculos en nuestras niñas y niños para inducirles al culto de la persona (del líder) y a convertirse en homosexuales.
Ya sé, me dirás que para eso está la familia, pues NO. Recuerda mi querido Mauricio que en los hogares actuales papá y mamá trabajan muchas horas al día, quizá de lunes a domingo. Por tanto la educación moral y formal está a cargo de las escuelas, colegios y amigos del barrio.
Por tanto, a mi juicio la Iglesia hizo lo que tenía que hacer, un llamado a la reflexión para darnos cuenta del enorme gusano que nos metieron junto con el jugoso filete. Lástima que pocos pudieron asimilar la advertencia.
Que son mentiras, pues el tiempo sabrá ver quien mintió.
Si a alguien le interesa, pueden consultar en internet las declaraciones de gente afín al movimiento GLBTT en reuniones del Foro de Sao Paulo, al «Manifiesto Gay» o Lobby Gay y demás cosas en donde es explícito el objetivo al cual quieren conducir a la humanidad.
Será que nos falta Fe?…pues no, creo que nos falta «valentía» para enfrentar a un enemigo vestido de piel de oveja.
Saludos,
Alfredo Vítores
Sr. Alfonso Y:
Le recuerdo que las «señoras que hacen beneficencia» no REGALAN PLATA, regalan algo más valioso SU TIEMPO, SU PERSONA, SU CORAZON para atender a tanta gente que necesita de consuelo y una mano amiga. Algo que muchos de nosotros no hacemos, ya sea por pereza, porque preferimos gastar el tiempo en nosotros o porque pensamos que con tal de darle dinero al pobre niño que limpia el parabrisas nos redimimos.
No señor Alfonso, seguramente usted no es guayaquileño y si lo es, seguramente nunca analizó porqué solamente en GUAYAQUIL existe el VOLUNTARIADO ORGANIZADO. Porqué solo en GUAYAQUIL existe la JUNTA DE BENEFICENCIA a pesar de que hace muchos años existía una en cada municipio grande (Guayaquil, Quito, Cuenta, Manta) y que se extinguieron porque nadie quizo hacerse cargo.
Espero que nunca tenga que estar enfermo o pasar sus últimos días en completa soledad, sin que una DAMA VOLUNTARIA se acerque a consolarlo y acompañarlo. Allí querido amigo no existe distinción de credo, nacionalidad, ni clase social. Existe únicamente HUMANIDAD.
«No hay mayor pobreza que la soledad» Madre Teresa de Calcuta
Señor Vitores,
Yo soy mucho màs guayaquileño que usted… y no sabe cuànto. Yo conozco todo el sistema que usted nombra, conozco de cerca la JB y todo lo que està alrededor. No puedo negar muchas de sus palabras, pero resulta que conozco mucha gente que quisiera hacer lo que las damas citadas hacen… pero les falta dinero y tiempo, porque tienen que trabajar muy duro y romperse el lomo… ¿para què? para recibir la «beneficencia», la caridad de esas señoras que luego van a su casa y cholean y longuean a los demàs… lo conozco desde adentro.
Ellas son «benèficas» sòlo porque tienen con què y porque es parte de la tra-di-ciòn….. ya las quisiera ver haciendo eso con cuatro niños que atender y con un trabajo de 10 o màs horas.
Dìgame si usted ha ido por su propia cuenta a La Properina o a Bastiòn Popular sin que lo acompañe una turba de lamparosos «junteños»… si es que esas señoras son capaces de tener por amistades a esos cholos y longos a los que «regalan su tiempo», sin son capaces de «ser» parte de ellos… como Cristo manda.
FARISEOS!!! Sepulcros blanqueados… Hipòcritas… Esas palabras estàn en la Biblia, no las dijo el muchachito de Carondelet.
Ami Mauricio
En serio, que hagamos bien o mal no depende de nuestra formación religiosa o del buen o mal ejemplo en nuestros hogares, me parece que es la experiencia la que nos hace valorar o no las cosas. Si bien un error lo comete cualquiera, pues la próxima no lo hará o tal vez lo haga. Eso es cuestión de cada persona, el libre albedrío que incluso mencionas. Por otra parte, existe otra verdad, puesto que muchas mujeres optan (en el caso del aborto) hacerlo porque saben que no pueden darles un hogar, porque no tienen lo recursos económicos suficientes, etc. A veces esa opción parece ser preferible a darles una mala vida. Aunque una mala vida no sólo significa no tener que comer, si no también la inseguridad precaria de muchos niños que terminan siendo lastimados, ultrajados físicamente y sicológicamente. Este es un tema sumamente difícil, aún más cuando se trata de intervenciones quirúrgicas obligatorias, o sea cuando el feto presenta deformaciones. Muchos dirán, que en este último caso es valedera la intervención quirúrgica, pero igual se siente el mismo pesar de un asesino. Es triste llegar a una decisión así, qué dilema!!. En sí, es mejor prepararnos para formar buenos hogares no por Dios, si no por nosotros mismos porque procuramos ser felices y aún eso no nos dá la seguridad de que algún momento nuestros hijos asesinen, roben, etc. Además por cuestiones religiosas también se han matado, entonces????…yo pienso que los valores se enseñan en lo hogares, según lo socialmente aceptable, es decir lo bueno o lo malo reconocido universal o localmente. Esos valores se procuran reforzar en el convivir diario con el resto de la sociedad, o suele suceder lo contrario, es decir se anulan. Finalmente, la esencia de este mundo que en apariencia es maravilloso, es salvaje, netamente brutal, a quién engañamos???
EStimados todos,
Creo que los puntos de acuerdo están más cerca que distantes, he leído mensajes de que no necesitamos a la iglesia, ni a las damas de beneficencia. Y decimos que nosotros nos creemos (o somos) mejores que ellos.
Bien, creo que podemos iniciar entonces la verdadera revolución, una revolución centrada en el amor al prójimo sea rico, pobre, gay, de izquierda, de derecha, etc.
Creo que como sociedad debemos dejar de ser como aquel perro que persigue con insistencia su propia cola. Hablando mal de los instituido, del pasado (aunque ya hayan pasado 2 años del emperador, por tanto no se salva de pertenecer también al pasado). Somos expertos en culpar al resto de lo que nosotros no podemos hacer porque nos faltan ganas.
Entonces, hagámoslo. Dejemos de ser expectadores, demostremos a todos que las cosas se pueden hacer de una forma diferente y obtener resultados extraordinarios. Seamos amables, justos, solidarios, benéficos, sin importar la condición social. No se trata de dar dinero, sino darnos nosotros mismos, nuestro tiempo, nuestra dedicación, nuestro conocimiento, nuestro ejemplo.
No gastemos más energía en odiar, insultar, guardar rencor, cambiemos esos sentimientos con la luz del Cristo que llevamos dentro.
Apreciado Alfredo:
Definitivamente, en muchos de los puntos estamos de acuerdo, eso dice mucho de nosotros.
Y no creo que sea «odio» lo que algunos (no todos) manifiestan, sino en parte es impotencia y hasta indignación por ciertos usos que, aunque disfrazados de entrega cristiana, no son más que culto a sí mismo, como es eso de andar haciendo aspavientos por cada cosa que se hace. La publicidad es necesaria para promover las obras y potenciarlas, pero eso de promover la imagen de ciertas personas es como lo que hacen Correa y sus adláteres.
Por ejemplo, mi madre se dedicó TODA su vida a la beneficencia, al apostolado y a la caridad cristiana, sin haber tenido que dar lo que le sobraba, ni lo del margen de utilidad de los negocios, sino muchas veces lo que usaba o hasta necesitaba… a quienes más necesitaban. Cuando ella murió (el 21 de septiembre de 2007), hubo el reconocimiento totalmente sincero y sin condiciones de los sacerdotes que la conocieron y de los beneficiarios de su labor, sin necesidad de publicaciones ni de poner su nombre a una calle o hacerle un monumento. Si ella hubiera tenido una posición social «destacada» y los medios para «publicitarse», hasta tú te hubieras enterado de su muerte, Alfredo. Pero no. Su labor fue de hormiga: constante, en silencio y con entrega total, sin esperar nada a cambio ni confrontar al poder terrenal… como una VERDADERA seguidora de Cristo lo debe hacer.
Recuerda el siguiente pasaje de Lucas:
«Dijo también a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, esta parábola:
‘Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: ‘¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano; ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias’.
En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!’.
Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».
Te refieres a la «Iglesia guayaquileña». La palabra «católica» viene del griego «katolikos», que significa «universal», y no pienso que debamos insinuar siquiera que una rama de NUESTRA Iglesia universal toma decisiones por sí, ante sí y para sí. ¿Dónde queda la jerarquía eclesiástica?, ¿quién tiene autoridad sobre quién?
Insisto, uno de los males de los ecuatoriano es «hacer lo que nos da la gana», como a su vez lo han hecho LFC, Bucaram, Mahuad, Gutiérrez o Correa, cada uno justificando que el fin justifica los medios y que yo tengo razón por sobre la ley.
¿En que se diferencian Patiño en relación a la Ley de Tránsito y monseñor Arregui en relación a la encíclica «Deus caritas est»? Monseñor Arregui no es sólo el Arzobispo de Guayaquil, también es el Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, es decir, cuando él se manifiesta no está hablando por «la Iglesia guayaquileña», sino por la Iglesia ecuatoriana. Y además es el representante de Benedicto XVI, quien escribió la carta que cito, ante los ecuatorianos.
Mientras cada uno quiera hacer «su Ley» o «su Iglesia» siempre estaremos divididos.
¡No sembremos más divisiones, ahora desde la fe, por favor!
.
Bueno, como corolario, nomás.
A lo único que yo trato de apelar es a la coherencia que debemos mantener como Iglesia. El Papa, basado en la Palabra de Dios y avalado por el dogma de la infalibilidad, nos entrega unas indicaciones por medio de una encíclica.
Si nosotros no queremos hacer caso y, como Iglesia o a nombre de ella, nos metemos en asuntos de públicos o de Estado, eso debe quedar en la conciencia de cada uno.
Nada justifica, según Jesús y Benedicto XVI, la intervención de la Iglesia en asuntos públicos. Simple y sencillamente, no hay para qué dar más vueltas.
Si mi hermanos en Cristo no lo comprenden o no quieren comprender, pues hemos arado en el mar.
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Estimado Mauricio:
Ninguna división ni has arado en el mar mi querido Mauricio,si Monseñor Arregui tuvo la intención de hacer política tendrá que rendir cuentas en su juicio personal, pero si en el camino hizo recapacitar a alguien en la importancia del respeto a la vida y la importancia de una familia como Dios manda, tendrá algo a su favor.
Nuevamente te felicito, tus argumentos son válidos y los defiendes con altura y convicción. Definitivamente Dios te ha regalado muchos dones. Sigue adelante con más artículos de calidad.
Saludos
Luis
Cuando a uno le han inculcado un valor moral desde el uso de la razón, cuando a uno le han demostrado que los mandamientos de la iglesia se deben cumplir como todo cristiano,nos demuestra que efectivamente, asi exista una nueva ley aprobada, jamás nos debería afectar en nuestra vida como cristianos, proque son nuestras bases y es responsabilidad de la iglesia,templo de hacer validar esas normas y mandamientos, y por nosotros mismos tambien. Estoy en total acuerdo con lo que escribes mi estimado Mauricio.Pero tengo una discrepancia:
El ser humano es vulnerable, por lo que nos hace , a nuestra conveniencia, seguidores de ciertas normas o mandamientos.Un ejemplo claro, tu expones que si tenemos bases de moral,etc, a cualquier parte del mundo que vayamos, siempre será nuestra prioridad ante cualquier circunstancia nuestras bases, y aquí va el ejemplo o a lo que ,según mi punto de vista, suele suceder en la mayoría de los casos.Conozco a muchas personas que fueron criadas con una base católica estupenda, con mucho amor y respeto, cuando una de esta persona junto a su familia , viajaron al exterior a vivir, resultó ser que con el paso del tiempo se hicieron musulmanes, cambiando toda su perspectiva hacia dicha religión, que queiro decir con esto, una vez mas repito,la naturaleza del ser humano ( ojo no en todos los casos, pero si en l mayoría) es de jugar al son que toque la trompeta, y si existe alguna ley que va en contra de nuestros principios, te aseguro que en el momento en que necesiten aplicar o utilizar esa ley, lo harán dejando a un lado ciertas normas, o dejando a un lado convicciones religiosas que se tengan.Creo que es el mundo actual en general, repito no todas las personas son así.
Atte
Mauri
Esto casi ya se volvió una circunlocución! Pero eso pasa cuando un artículo fluente y persuasivo como el tuyo nos hace pensar y romper de la rutina diaria. Pero estaba pensando que espectacular sería que la respuesta a este tema sea la simplesa de tomar las palabras de Jesús y generalizar lo que él estaba confiriendo a todos sus presentes como base a los casos convenientes de iglesia y estado. Esto sería preciso siempre y cuando el estado mantiene la misma posición que es esperada de la iglesia, que es su autonomía. Pues no lo es así. La iglesia se somete a lo que el govierno dicta y sus siervos no tienen otra opción mas que obedecer. Y esto esta declarado por medio de las escrituras. Pero que es lo que una persona tiene que hacer en el siguiente caso. Dejame darte un ejemplo que ahora mismo esta sucediendo en la sociedad en la cual yo vivo. Hay una propuesta para pasar una ley que la gente de fe ya sea cristiana, musulman, judía o de cualquier otro credo y moralidad tiene que hacer lo que el govierno diga. A pesar que las acciones de aquella va en contra de la conciencia del individuo. O sea que si eres un doctor cristiano que te opones al aborto tienes que hacer el procedimiento a si te guste o no…y si no lo hace será sugeto a multas, suspención y quien sabe hasta encarcelamiento. Lo mismo si eres sacerdote o pastor y refutas la unión homosexual si se requiete de ti. Los casos de discriminación tienen una repercusión grabe. A pesar que se dice que tenemos libertad de religión y conciencia no lo es así. Qué hay que hacer en casos a si? A quien se obedece? Nosotros que mantenemos una vocación neutral es muy fácil tomar la interpretación sugerida por Benedicto XVI. Pues no nos afecta en nada. Pero esto no es el caso para todos. Hay hermanos que sufrirán persecución si se obedece a Dios literalmente. Personalmente prefiero que los políticos se maten solos. Lo del Cesar que sea del Cesar. Pero esto es más complejo. Y tú como columnista -espero leer más en el futuro- nunca tengas que enfrentar este dilema y tu libertad expresiva sea negada.
Gracias por compartir.
¡Vaya, pues, don Fernando! Ahí sí que nos metemos en otras consideraciones.
En los ejemplos que citas (Fernando habla de la sociedad canadiense, una de las más «civilizadas» y de las que usualmente se toman como ejemplo de convivencia y civismo), existe una inconsistencia con respecto a lo que un cristiano, por lo menos (no me atrevo a opinar sobre los musulmanes o seguidores de otros credos), debe seguir y obedecer.
Si bien es cierto que el mismo Jesús, el Cristo, nos da la «indicación» de qué debemos hacer en casos como el de los impuestos a pagarse al César(relación cristiano-Estado) y la Cabeza Visible de los católicos abunda en el tema, no siempre es fácil cumplir con esas indicaciones (persuaciones, disuaciones… órdenes cariñosas).
Algunos cristianos católicos, en el caso del que he tratado, ensoberbecidos por el poder temporal, es decir, por el sitio privilegiado que han llegado a ocupar en la sociedad, les falta sangre en la cara para darse cuenta de que primero está la Autoridad Divina antes que sus delegados humanos, entonces, en uso de esa soberbia que se resisten a aceptar, «cumplen» con la Palabra de Dios según su interpretación particular, sin olvidar que se deben a una autoridad superior, a la que se remiten cada vez que rezan (de memoria) el Credo.
Eso en el caso de los católicos.
¿Qué decir que una sociedad envanecida por la civilidad y la mera razón? Canadá es un ejemplo de democracia en el mundo, pero ¿a qué costo? Ahora mismo nos cuentas algo que no logro entender, ya que en medio de todos sus avances en el respeto al derecho del otro, llegan a faltar al libre albedrío (del cual me enseñaron, igual que me enseñaron de funciones biológicas, pero que igual los uso a diario).
Eso trasciende esta discusión, hermano, y pasa al Big Brother de Orwell, la KGB rusa o la CIA estadounidense. Da tela para otro análisis, pero no para el caso ecuatoriano y el libertinaje intelectual de algunos católicos.
Gracias a vos por enseñarme algo más del mundo.
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Tienes razón, esto talvez es una situación de por aca solamente. El Canadá es un país de libertades que no se puede encontrar en otros lados del mundo pero esto es algo reciente desde que el Partido Liberal tomo poder y la iglesia empezó a ser acusada de intolerancia, fanatismo y un montón de estupideses. Estoy más que seguro que a la Iglesia Católica Canadiense recibió la misma carta encíclica que la ecuatoriana, solamente en inglés. Pero por aca la iglesia se mete en asunto de govierno -sin mucho efecto por supuesto- por el simple hecho de la opresión que probablemente seremos sometidos. Dija Jesús o el Papa(por supuesto dependiendo de como se toma sus interpretaciónes) no nos quedamos en silencio….pero eso si en una confusión del carajo!! Keep your eyes on Jesus…
Me ha parecido un foro interesante.
PARA MAURICIO ALVARADO DAVILA Y TODOS LOS CATOLICOS:
Cuando un cristiano dice la verdad, basada en la palabra de Dios, es porque las personas a quien va dirigido el mensaje nos interesa. El interes de Dios es que todos sean salvos, independientemente lo que nuestra mente o corazón piensen de Dios, de sus leyes y de las leyes de los hombres. El deber de un cristiano, es prevenir del infierno, advertir que exieten caminos al hombre que le parecen perfectos, pero que su final es la muerte Espiritual, esto es, la separación eterna de Dios, el lago de fuego. Señores católicos: No existen cristianos católicos, solo existen CRISTIANOS, y estos somos quienes hemos NACIDO DE NUEVO, si usted no ha dado estos pasos, usted no es cristiano y su vida Espiritual futura esta en peligro. Un cristiano, tiene como señal sobre su frente, EL FRUTO DEL ESPIRITU SANTO, y esto lo encuentra en GALATAS CAPITULO 5 VERSOS 22-23 lo que es producto del nuevo nacimiento del Agua y del Espíritu. Por lo cual, le aconsejo a usted, no se jacte de ser católico, el infierno esta lleno de ellos, y de muchos que dicen ser cristianos y no lo son, revise la Biblia, pues es palabra fiel de Dios para los hombres, siendo el primer requisito para ser conocido como hijo, ser pecador, pues si reconocemos este mal dentro de nosotros, seremos perdonados, pues quien dice ser bueno, dice simplemente, NO TENGO PECADO, por lo cual, si no tiene pecado, no tiene que ser perdonado ni porque pedir perdon, pero recuerde, todos hemos mentido, adulterado, robado, idolatrado imagenes, hemos engañado, defraudado, violado las leyes, hemor herido, desobedecido a nuestros padres, etc. Tambien yo, soy uno de los primeros, pero he sido llamado a misericordia y he sido perdonado, esta es la llave al cielo, ser perdonado en mi arrepentimiento y conversión. Estimados catolicos, el infierno esta lleno de personas que dijeron tener buenas actitudes, gente de buenos principios, de buenas bases morales, que nunca mintieron, que nunca robaron, que nunca dijeron malas palabras, pero esto, les recuerdo, no les hace salvos, al contrario, su propia opinión al Señor no le interesa, sino la obediencia a su palabra, la misma que nos lleva al conocimiento de la miresia humana que somos sin ÉL. Si puedo ayudarle, escribame y con gusto lo atenderé personalmente para dirigir su vida a CRISTO y será salvo en su conversón y arrepentimiento de pecados, tambien puede buscar una iglesia cristiana Evangelica y asistir antes que sea tarde, no olvide, Jesús puede tardar en venir por su pueblo, pero usted y yo podemos MORIR en cualquier momento, esta es la peor amenaza de los incredulos y de los cristianos tibios y pecadores. Solo bastan unos segundos para estar en el Cielo o en el infierno. Ínmediatamente que morimos, en un abrir y cerrar de nuestros hojos a la muerte fisica, estaremos en cualquiera de estos dos lugares. Esta misma noche, todos nuestros argumentos no habran servido de nada, ninguna de nuestras creencias religiosas podran salvarnos, sino solo el haber sido perdonados de la manera correcta.
Un saludo a la verdad de Dios.
José Vicente
MINISTERIOS NACER DE NUEVO
Director
En otro momento, si me es posible, analizaré a profundidad los asertos y contenidos de esta página. Sin embargo para los denominados «Cristianos», debemos advertir que el «Nacer de Nuevo» en strictu sensu, se produce con el bautizo: Este rito de fe, no sujeto a la razón humana, se efectúa o realiza en muchas de las divisiones del cristianismo, según la interpretación que cada una de ellas, las «sectas»??, dan a los evangelios. Nadie indudablemente es dueño de la verdad de modo que el bautismo antes o luego del uso de razón de los seres humanos, puede ser perfectamente válido en cualquier tiempo. Los católicos o los protestantes, pueden salvar su alma cumpliendo fidedignamente los 10 Mandamientos. En efecto, no hace falta pertenecer a una de las líneas -tradicionales o disidentes- para salvarse. Los evangélicos abjuran del catolicismo imbuídos de prejuicios, que a la postre se convierten en verdaderos juicios con respecto a los ritos, es decir, a la formalidad, tan condenada por Jesucristo ante los fariseos. Veamos la viga en nuestro ojo y no censuremos la paja en el ajeno. No juzgueís y no sereís juzgados.
Señor Zapata:
Comparto muchos de sus conceptos. Pero no puedo compartir el que usted trate de ser dueño de la verdad utilizando fragmentos de la Palabra de Dios, sacándolos fuera de contexto y manipulándolos.
La clasificación de «cristianos católicos», «cristianos protestantes» o «cristianos de sectas» (entre esos, aquellos que dicen no pertenecer a religión alguna, negando así características propias de ciertas organizaciones humanas) no es una clasificación espiritual ni divina, sino una necesaria definición epistemológica. El ser humano no es sólo espíritu, y en el conocimiento y reconocimiento de esta VERDAD humana es en lo que radica la diferencia entre los fanáticos religiosos (aunque digan no pertenecer a una religión) y aquellos que deseamos desarrollar una espiritualidad saludable basada en la palabra de Cristo.
Los fanáticos creen tener la verdad última y no aceptan ni respetan a quienes no piensan como ellos («piensan»). Aquellos que conocemos la verdad sabemos además que el Señor la ha manifestado de diferentes formas a los distintos tipos de culturas, cuyos miembros no están obligados a seguir los mismos ritos que yo he seguido.
Sé que usted no comprenderá esto porque se basa en verdades HUMANAS que cree que son «absolutas»…