Los resultados electorales del 28 de septiembre nos indican definitivamente muchas lecturas, pero como soy un demócrata convencido, no tengo ninguna otra opción que aceptar dichos resultados. A fin de cuentas, es la decisión de quienes por eso votaron. Equivocados o no.
Por otra parte, quiero aprovechar este espacio para felicitar a Antonio Kure por tan importante reseña histórica que nos entregó en días pasados, referente al Guayaquil glorioso de antaño.
Dicho articulo me recordó a ese Guayaquil que siempre ha sido unificador, pacificador y justo, de manos y puertas abiertas para todo el mundo, sensatamente y humildemente rebelde, pero magistralmente valiente, deliberante y coherentemente sesudo en la forma y en el fondo de sus problemáticas, motor incansable de generación de trabajo para los suyos y para quienes decidieron desde años atrás radicar en el, pero por sobre todo, guayaquil siempre ha estado hermanado hasta la medula con las entrañas de esta gran nación ecuatoriana.
Esa es guayaquil, sin temor a equivocarme absolutamente en nada, así es nuestra gente, así somos pues. Eso y muchísimo mas. Que va a pasar entonces luego del pronunciamiento guayaco ese mismo domingo 28 de septiembre..?. Además, quien se atrevería entonces a sostener que guayaquil propugna por el separatismo. Pregunto: Quien..?.
Bastaría solo con hacerle un pequeño repaso a la actual problemática mundial para poder observar el vaivén de los infortunios en muchos países, sean estos de primer, segundo o tercer mundo. Allí tenemos un tremendo problema, por ejemplo, con lo que esta sucediendo en el gigante país del norte. Mientras otros acá, están obcecadamente haciendo olas con los resultados electorales del 28 de septiembre.
La decisión mayoritaria del Si, se dio por una tendencia a favor del gobierno, así como también para quienes apoyaron esas tendencias. Pero aquello jamás debe ser motivo de incrementar mas el odio entre ecuatorianos. Personalmente he escuchado de boca de muchos que, sin necesidad de compartir para nada ese triunfo y además respetarlo, de igual forma quieren que se respete la decisión tomada por una importante mayoría acá en nuestra ciudad. Pues en guayaquil también se decidió el asunto de manera mayoritariamente diferente ¡Eso es todo!
Democracia no solo es hablar de equidad ciudadana, sino que además debemos aprender a legitimar sus conceptos. Existe todavía mucha tela que cortar, cuidado pues equivocamos la aplicación de esos principios. El país entero necesita despegar positivamente; y, como guayaquil además de incluyente, es muy importante para su desarrollo, solamente queremos seguir trabajando y progresando en paz.
Esta vez no pretendo hacer análisis profundos como para entender o dar a entender la peligrosidad de equivocar nuestras actitudes luego de los resultados del referéndum, pues simplemente la realidad está a la vista: Ganó el Si en casi todo el país, pero también ese Si perdió en guayaquil. Mas resulta que guayaquil, por el simple hecho de constituirse en la ciudad mas grande y poblada del ecuador, y por sus reconocidos meritos de ser el motor económico de nuestra patria, demanda asimismo el respeto de todos a privilegiar su autonomía y a continuar siendo progresista en beneficio propio y de todos los ecuatorianos, inclusive.
Ojala no se pierda la noción y la sapiencia de gobernar con justicia y con respeto a todo lo que se llame ecuador, ojala que no se pierda ese norte en la brújula política del actual gobierno.
Ojala podamos sentirnos verdaderamente hermanos, ojala que Dios guíe nuestros pasos. Ojala que se respete también lo que los guayaquileños queremos, por el bien propio y para beneficio de la nación. ¡Tanto para los del SI cuanto para los del NO!…. Ojala. Ya veremos.
Sr. Ramírez, de acuerdo con usted.
Sin embargo, no deja de preocuparme que sigan los ataques a nuestra ciudad especialmente de cierta facción de resentidos enquistados ahora en el poder y en algunos medios de comunicación como en El Comercio (ver artículo de opinión de un tal Fierro).
Volviendo a su artículo, ahora mismo debemos rescatar el GUAYAQUILEÑISMO, el orgullo de pertenecer a una ciudad «abierta al mundo» y seguir construyendo desde cada trinchera esta «NUESTRA CASA GRANDE». Y qué más que este mes para hacer el mejor homenaje a «MI CIUDAD RADIANTE Y BELLA»
Yo tambien estoy de acuerdo con el señor Ramirez. Son muy claros sus conceptos.
Ojala podamos contra los odiadores de guayaquil. Ojala nos dejen en paz.