El domingo 28 de Septiembre dejamos atrás la ultima campaña electoral del 2008, ojala que esto sea cierto y que el nuevo Tribunal Electoral, el que de acuerdo con la nueva Constitución de Montecristi se denominará Consejo Nacional Electoral, que entrará en vigencia después de cumplir con los tramites de rigor que para ello se establecen, determine que las futuras campañas electorales solo tengan una duración de 60 días y evitar así el despilfarro y abuso que se produce con la publicidad y con la feria de ofrecimientos que ilusionan y entristecen a quienes tanto necesitan y sueñan con un verdadero cambio.
Cambio como el que se ha realizado en Guayaquil en los últimos 16 años de autonomía Municipal. Autonomía bien entendida y naturalmente al servicio de todos y para todos los habitantes de la ciudad.
Es necesario entender que Guayaquil no es una generalidad en el país, es una excepción muy especial, por sus especiales características.
- ser un puerto marítimo, de movimiento internacional
- ser una ciudad plana, sin elevaciones importantes, cuya topografía es fácil de manejar en cualquier proyecto que se realiza y la hace vivir a un ritmo mas acelerado
- tener un solo clima tropical, día y noche, durante los 365 días del año.
Estas características generan especiales circunstancias, que convierten a Guayaquil en una ciudad-puerto de gran atracción, por ser:
- una ciudad de gran desarrollo, de gran movimiento económico, generadora de mucha actividad productiva
- su constante actividad la hace generar muchas posibilidades de trabajo
- su clima hace que la vestimenta sea única, lo cual hace que no se incurra en mayores gastos en el vestir, como sucede en otras ciudades con climas variables.
Estas condiciones convierten a Guayaquil en la ciudad de mayor migración poblacional nacional, migración que busca nuevas y mejores alternativas de trabajo. Lamentablemente no todos los emigrantes tienen posibilidades económicas para establecer su residencia en la ciudad y tienen que instalarse en las áreas periféricas, generando las invasiones de tierras inhóspitas, sin los servicios básicos, lo que produce un desorden en la planificación urbana, desorden que se genera a un ritmo mucho mas rápido que lo que la obra publica puede hacer y generar los servicios que todos desean y que luego exigen por el tiempo de asentamiento que han tenido.
Estas características y circunstancias muy especiales de Guayaquil son las que deben ser contempladas cuando su Municipalidad solicita y exige autonomía como el mejor y mas ágil camino, práctico y efectivo, como ha quedado demostrado en los últimos 16 años, en que en la ciudad se ha generado un cambio realmente extraordinario en su estructura general, que ha producido un positivo ambiente para intentar vivir mejor.
El desarrollo del plan urbano y de la regeneración urbana de la ciudad se han conducido con mucha inteligencia, capaz de generar la posibilidad de un permanente cambio cuyas obras cambiaron hasta el ritmo de sus inauguraciones, antes estas se realizaban solo en los meses de Julio y Octubre, sin llegar a tener el beneficio, la practicidad y la belleza que cada una de ellas tienen. Hoy se inauguran obras en todos los meses del año.
Se acabo la última campaña del 2008, admitámoslo así, ojala que esto se respete y sea cierto, y así podamos llegar a tener un 9 de Octubre y una Navidad de paz y felicidad, que nos haga olvidar de tanta infamia y grosería que todos, en forma directa o indirecta, hemos recibido. No mas farsa y mentira, dejemos que el tiempo enfríe los ánimos y genere el espacio propicio para un dialogo constructivo que ponga los cimientos de un verdadero cambio constructivo para lograr un desarrollo firme en beneficio de todo el país, respetando su decisión de autonomía.
Para lograr el cambio es necesario que los candidatos y candidatas para las nuevas elecciones y funciones del Gobierno, no solo de elección popular, sino también aquellos que se designan a dedo, sean bien escogidos y elegidos, para evitar los errores del pasado, congresistas, asambleistas y funcionarios sin la capacidad y requisitos de honorabilidad que garantice su desempeño en la función que deben desempeñar.
Personalmente hago los más fervientes votos por la paz, la seguridad y la libertad para todos los ecuatorianos, para que tengamos un común denominador que nos encumbre hacia la prosperidad y el beneficio de todos, sin ofensas ni epítetos característicos de la vanidad del poder, que tanto daño ya nos ha hecho.
A partir de esta fecha, cerrare todos mis comentarios semanales, con el slogan que la Junta Cívica de Guayaquil asumió para el pasado mes de Julio y que desde el 29 de Septiembre pasado, lo tomó como símbolo de su lucha por Guayaquil.
“Guayaquil por la patria, con autonomía”