Todo este enorme lio empieza realmente en 1897, cuando en el Primer Congreso Sionista mundial en Basilea, afirma el propósito de crear un hogar, en Palestina, para el pueblo judío. Todo un Plan para recuperar Jerusalén, lugar de donde partieron los judíos para conquistar el mundo.
La región de Siria, donde estaba inmersa Palestina se convirtió en provincia romana desde el año 64 A.C. Eso duró hasta que el Imperio Bizantino cayó en manos de los árabes allá por el año 638. Sultanatos van y vienen, pasan los Cruzados. Total que ese territorio entra al siglo 20 como un Distrito Militar en manos de Turquía. Los británicos, derrotaron al ejército turco en 1917 y ocuparon la región de Siria y Palestina. Este territorio fue administrado como Protectorado por los británicos hasta El 29 de noviembre de 1947 cuando las Naciones Unidas aprobó 1) La terminación del mandato británico, 2) La retirada progresiva del ejército inglés y 3) La fijación de las fronteras entre el Estado palestino, el judío y Jerusalén a más tardar el 1 de octubre de 1948. Todo se cumplió menos el tercer punto. Ya son sesenta años de ese compromiso incumplido. Los ingleses fomentaron el sionismo por puros intereses comerciales a causa del crecimiento de las empresas establecidas en las colonias británicas que operaban en Asia, así como por intereses militares para sostener el frente ruso durante la guerra fría. El gran auge de la inmigración judía a Palestina y colonización progresiva del territorio, como consecuencia del famoso Holocausto, crea un espiral de enfrentamientos con la población autóctona y con el movimiento nacionalista árabe.
Esta espiral se retroalimenta y llega a lo insólito, que es lo que estamos viviendo casi en vivo y en directo, cosa que no sucedió con el llamado Holocausto, donde no había acceso a los guetos como lo hay ahora en Gaza.
Lo que nace mal, nunca mejora. Y así nació Israel como Estado, sin solucionar la convivencia entre tres religiones monoteístas. El sionismo nunca buscó esa convivencia. Ya en los años 20 del siglo pasado, cien mil inmigrantes judíos entraron en Palestina. La inmigración judía estaba controlada por la “Histadrut” la cual seleccionaba a los aspirantes en función de su credo político. La tierra comprada por esa Agencia Judía arrendaba bajo la condición de que sólo pudiera ser trabajada por judíos y de que ningún no judío pudiera arrendarla. Algo parecido a lo que ahora sucede en algunos centros comerciales con el deseo de acaparar el mercado. Después se preguntan que porqué acaparan tanto odio por parte de los afectados.
Inicialmente, la inmigración judía hacia Palestina apenas encontró oposición por parte de los árabes palestinos, hasta que esa inmigración se hizo masiva a medida que el antisemitismo iba creciendo en Europa. Recién entonces la población árabe comenzó a recelar. Todavía era tiempo de parar el problema creando al estado Palestino, así como se propició y armó al estado de Israel. Los campesino árabes, siguiendo sus costumbres ancestrales, no eran dueños de las tierra, pero si de lo “olivos”, arboles que tienen una vida productiva de mil o más años. Los judíos, que habían conocido siempre las leyes europeas, compraron las tierras, no se quisieron dar cuenta de que los habitantes de la región poseían los árboles. Esto fue siempre una fuente de malentendidos y conflictos, especialmente cuando estos campesinos fueron desplazados y reemplazados por los famosos kibbutz, cuya imagen fue vendida al mundo occidental como modelos de comunidades, cuando realmente se fundamentaba en la segregación racial organizada para controlar los suelos. Todas estas estrategias fueron diseñadas por el sionismo, que aun existe en forma ya muy refinada y se halla instalada desde Wall Street hasta Hollywood, desde donde el tema del Holocausto se potencializó hasta le enésima potencia como si fuese diseñada por nuestro propio Vinicio Alvarado, un Steven Spielberg en potencia.
Hoy por hoy, Israel es una potencia militar de primer nivel y pocos dudan de que no tengan armas nucleares listas para cualquier emergencia. Los palestinos en cambio están hacinados en Gaza, sin luz, agua, medicinas ni alimentos, al amparo de que lo que Irán les envié, como esos cohetes de corto alcance con los cuales mortifican a Israel en un loco intento de llamar la atención al mundo. El terrorismo nunca puede ser justificado, pero se explica cuando ya no hay otros recursos posibles para recuperar la dignidad al menos, y no digamos cuando están siendo víctimas de un Holocausto a la inversa, holocausto al cual Steven Spielberg nunca lo tomará en cuenta aunque sí nuestro Vinicio criollo.
Hamas existe como una réplica o efectos no deseados del sionismo. Para exterminar no basta eliminar a sus líderes. Es necesario exterminar a todo el pueblo palestino, para evitar que renazcan las cenizas en forma de venganza. Antes se culpaba a Yasser Arafat. Ya fue asesinado en una clínica parisina. Pero el problema sigue y seguirá mientras exista un afán de dominar el mundo y de aplastar a un pueblo por la culpa de su idiosincrasia. Eso es el sionismo, que hace de Israel un país semejante a un gran portaaviones incrustado en el Medio Oriente, y en un puesto de avanzada de occidente en medio de tres religiones apasionadas. La solución no existe ni veremos paz en Medio Oriente, sino que deberemos simplemente contemplar la hipocresía de la diplomacia occidental moderna y consumir la noticia vía CNN como una telenovela sanguinaria.
La política de ojo por cien ojos, y diente por cien dientes, no funciona. Solo exaspera y cultiva el odio, y el odio es como el árbol de olivo. Su producción, no de aceite sino de sangre, dura al menos un milenio.
Felicito a Henry Raad por sus claros conceptos vertidos en su siempre esperada columna. El sionismo existe. Hoy lo vemos. Nadie puede dudar en calificar como desmesurada, por decir lo menos, la acciíon militar israelí sobre Gaza y sus habitantes. Pero, por otro lado, ¿quién convence a Israel de que esa tierra llena de sangre árabe, palestina, cristiana y judía, no es la Tierra Prometida por Dios a Abraham?
Por algo el nombre de ISRAEL significa «el que lucha con Dios».
Henry,
Considerando su conocimiento del tema, le tengo una consulta que me ayudaría a resolver algunas dudas: ¿Por qué en Guayaquil hay tantos libaneses, sirios y palestinos cristianos y por qué no hay musulmanes? (A excepción de los recién llegados a los negocios de shawarma). No tengo claro si es que los primeros llegaron a la ciudad por motivos religiosos o sólo por negocios.
Usted dice: «Los palestinos en cambio están hacinados en Gaza, sin luz, agua, medicinas ni alimentos»; sin embargo, en mi corta visita a Cisjordania (me recomendaron no entrar a Gaza) pude comprobar que contaban con todos estos beneficios y que estos eran proveidos por Israel. Belén se podía apreciar como una ciudad pujante sin un resentimiento tan grande contra Israel.
Ciudades como Nazareth o la misma Jerusalén tienen más población árabe que israelí; sin embargo, ellos conviven sin problemas con los israelíes. ¿Por qué precisamente el área dónde predomina Hamas, es la más violenta? ¿Acaso ellos no tienen también parte de culpa, o usted cree que toda la culpa es de Israel?
Finalmente, ¿cuál usted cree podría ser la solución al conflicto? ¿La desaparición de Israel? ¿Acaso ellos no merecen también contar con un pedazo de tierra?
Distinguido Sr. Raad,
Me pregunto si usted podria tener la bondad de compartirnos una leccion de historia similar a esta en Gaza, pero enfocadose en la problematica de las guerrillas colonbianas. Personalmente tengo un concepto ya formado de la situacion, pero estoy seguro que una explicacion suya podra permitir a mas de uno entender con mayor claridad el tremendo lio que tenemos con nuestros vecinos. Finalmente, le agradesco por su columna del dia de hoy.
Distinguido doctor Raad:
Hay ciertas frases suyas que desconciertan, como aquella de que con la diáspora los «judios partieron a conquistar el mundo». Resulta muy subjetivo. Lo que sí está fuera de duda es el intento histórico de los musulmanes de conquistar el mundo, en lo cual tuvieron éxitos (incluyendo la toma de Jerusalem), pero también fracasos (a las puertas de Viena, más de una vez); afán del que no han cejado por las declaraciones de sus líderes religiosos en todo el mundo, acogidos por la genorosidad de las democracias que tanto odian.
Por otra parte usted con acierto señala que no se cumplió el tercer punto aprobado por las Naciones Unidas al final del mandato británico. Lo que omite decir es que la parte que se negó a cumplir esa resolución fueron los árabes, quienes desconocieron el derecho de Israel a existir (querían textualmente exterminarlos. Hamas 60 años después prosigue en ese alocado intento, con táctica de persistencia y armas rudimentarias es cierto, pero minando la voluntad de Israel, que está reaccionando.
La historia ha demostrado que cuando Israel tiene una contraparte que está realmente dispuesta a dialogar, logra acuerdos favorables, como Egipto y Palestina (en su primera fase de Oslo, que no pudo proseguir por la intransigencia de Arafat ante el último intento de Clinton de llegar a un acuerdo definitivo).
Podría tratar mil puntos más, pero no es posible por razones de espacio, del cual he abusado ya, y que me hace dudar de que este comentario será publicado… espero que sólo por la extensión, y no por otras razones…
Senor Rad, es lamentable que usted pretenda dar razones que justifiquen lo que esta haciendo la organizacion terrorista Hamas.
O sea que los Israelitas tendrian que dejarse matar impunemente por estos terroristas que no les importa poner como escudos humanos a ninos? y seguramente dejar que triunfe su deseo de que desaparezca Israel? No seamos ingenuos!. No hablemos de afanes de conquistar el mundo pues usted, persona inteligente, sabe lo que esta pasando en Europa…
Sr Raad,
Con todo respeto deberia llamarlo individuo, ya que Sr se le denomina a una persona integra y no a alguien que se aprovecha de su conocimiento de la historia para manipularla y presentarla de manera mutilada.
Es facil decir mentiras y mas mentiras, total suena creible lo que usted escribe y muchas personas que no tienen idea de lo que pasa al otro lado del mundo pueden creer el cuento.
Voy a resumir su «hipotesis» o ensayo (lo que usted escribio no se le puede denominar articulo) con la palabra ODIO. Usted odia a los judios, odia a Israel, odia la paz, odia a la historia y tal vez se odia asi mismo.
Sus problemas y recentimientos deberia guardarlos y atenderlos con us especialista.
Estimado Sr;
Su comentario sobre holocausto en Gaza y todo lo que agregò como anexo , transformandolo en un comentario antisemita, que carece de sustento històrico, hacer en una carilla un anàlisis tan simple sobre lo que es el sionismo , tratàndolo como si fuera un movimiento tipo apartheit de sudàfrica minoritario, es como analizar al emperador Napoleòn y su proyecciòn en la historia del mundo en una carilla.
Solo para resumir Sr, le hago notar que el sionismo no es un movimiento nacido de la locura de 4 individuos idealistas, sino tuvo su origen en el caso del Capitàn Dreyfuss , judìo de origen Francès , que se lo involucrò maliciosamente en un caso de espionaje a favor de Alemania a fines del siglo XVIII, fue degradodo pùblicamente y el pueblo Francès gritaba muerte a los judìos, fue ahi que el escritor Teodoro Hertss realizò la proclama Sionista en la que alentaba a todos los judìos de regresar a la tierra de Siòn ya que este tipo de actos antisemitas se volveràn a repetir en cualquier parte del mundo , y solo acabaràn cuando el pueblo judìo tenga su propio hogar nacional. Es un tema muy largo, como judìo que soy no le veo sentido contestarle con frases de grueso calibre ya que sus palabras para mi son ofensivas, vivo en Guayaquil, tiene ni mail, lo invito Sr. a en cualquier momento tener una conversaciòn de altura donde podrà informarse de una manera mas objetiva del problema Israelè-Palestino y poder cambiar su forma de pensar ya que en escencia tanto ud , como yo somos de raza semita y venimos de un mismo padre que es Abrahem.
Atte.
Eduardo Blusztein Valoj