La historia la podemos representar “con una bella mujer que, emergiendo de una tumba, retorna a la vida”. Los hechos ocurridos en el pasado nos enseñan a comprender muchas cosas y nos dan la capacidad para actuar en el presente.
Un retorno a los orígenes de Guayaquil constituyó el apoyo que las administraciones municipales del Ing. León Febres Cordero y del Ab. Jaime Nebot le dieron al Museo Municipal, el mismo que está dividido en varias secciones tales como: Sala introductora, Sección pre-hispánica, Sección de la Independencia, Sección de Guayaquil y la República, Sección Colonial siglo XX “El Guayaquil Eterno”.
En la sección Independencia encontramos el documento original de la Constitución de Guayaquil. Al leer este documento fácilmente comprendemos la enorme importancia de Olmedo: su capacidad como jurista y como político, así como también la honestidad de sus actuaciones.
Olmedo fue, a no dudarlo, el más sobresaliente ecuatoriano de su época. La Constitución de Guayaquil, pese a sólo tener veinte artículos, abarca lo más importantes que tiene que poseer un Estado, Por sus méritos es que se sostiene que ésa fue la primera Constitución ecuatoriana y Olmedo el primer Presidente.
Más, no se crea que sólo esta sección del Museo es importante. No, pues todas sus dependencias cuentan con cuadros, piezas arqueológicas y otros objetos que se exponen en el Museo. Lo que es más, la parte física está muy bien adecuada, lo que hace resaltar mejor la documentación y muchos alegatos que se exhiben.
Obras como está son de un positivo valor para al país, motivo por el cual deben ser felicitadas, más aún ahora que el Museo Municipal de Guayaquil festejo sus 100 años de creación. Asimismo nuestro reconocimiento al Ab. Jaime Nebot Alcalde de la ciudad y al Arq. Melvin Hoyos Director de Cultura y Promoción Cívica de la Municipalidad de Guayaquil.
Concuerdo con el comentario de Carlos Estarellas Velasquez. La recuperaciòn del Museo Municipal y la obra cultural en Guayaquil se lo debemos los guayaquileños a Leòn Febres Cordero y a Jaime Nebot. Tambien hay que reconocer el trabajo de Melvin Hoyos en el Museo. Este importante trabajo hay que cuidarlo y no dejar que el gobierno tambièn lo ataque.