La conspiración en marcha

Tras triunfar en las elecciones presidenciales, Alianza País puso en ejecución su plan , conspirativo y mañoso, con interioridades guardadas por su Polituró. El éxito le venía sonriendo pero, inesperadamente , su plan abortó con las entreguistas y oficiales declaraciones de Correa, resumidas en : seguiremos los ejemplares pasos de la exitosa y democrática revolución cubana. Toda una clara articulación de nuestro gobierno con la partidocracia cubana.

La efusiva y casi orgasmática declaración, para la que ningún presidente está autorizado , se anticipó al final previsto para ese proceso conspirativo antidemocrático de Alianza País , que muchos empiezan a descubrir. Desaparecieron así los cabos sueltos en el análisis de este gobierno. Correa se encargó de anudarlos al proclamarse seguidor de una muy triste y caduca revolución , violando su mandato al hablar , para vergüenza de muchos de nosotros, en nombre de todos los ecuatorianos sobre temas políticos e ideológicos estructurales que nos impondrá, copiándolos de La Habana. Atribuyó a todos los ecuatorianos el torpe anhelo de emular la casi miserable vida que nuestros pobres hermanos isleños sobrellevan tras medio siglo de errores. Errores que los gobernantes cubanos se empecinan en mantener y Correa en secundar con su irrefrenable y sectaria lengua. ¿Cómo pudo aseverar que Cuba es un modelo de democracia a seguir ? No consideró sus paredones y millares de fusilamientos, ni los inhumanos encarcelamientos de rivales políticos que pretendieron hacer uso de su libertad de expresión .Cerró sus ojos al paso de doctores y profesionales transportándose en bicicleta por percibir

tan sólo un hambreador salario mensual de 20 dólares . Y le pareció exitoso que los hermanos Castro hayan pauperizado al país durante 50 años y se trasmitan hereditariamente el poder . ¿ Cómo se atrevió a falsear así una verdad histórica contemporánea que el mundo ve y conoce? No lo tergiversó. Ni siquiera mintió . Falsificó .

Todo lo que aconteció en el Ecuador respondió a esa conspiración, en marcha desde los infortunados triunfos electorales presidencial y asambleístico : se tomaron a puntapiés el Tribunal Constitucional ; se apropiaron del Tribunal Supremo Electoral , complaciente a todas las demandas gubernamentales y autor de la abusiva desmembración de un Congreso Nacional que. con la incorporación de diputados ocultos tras manteles, dio paso a todas las veleidades gubernamentales. Su sumisión la adoptó a rajatablas la Asamblea y finalmente el Congresillo. Se neutralizó y atemorizó a la Corte Suprema de Justicia, obligada a convivir dentro de la Función Judicial con un Ministro Fiscal amenazante que luce como el alter ego del propio Correa. Ahora sólo resta la usurpación – a punto de consumarse – del Consejo Nacional de Participación Ciudadana y Control Social , con lo que se asegurará la victoria global de las huestes revolucionarias. Si usted observa en conjunto el dominio absoluto del régimen en estos organismos, visualizará lo que es una dictadura totalitaria , ante la cual nuestra sociedad quedará imposibilitada de intentar siquiera hacer valer sus derechos colectivos o individuales , aquellos que con tanta hipocresía insertaron en una Constitución prontamente irrespetada.

Abandone usted la idea de que habrá una integración democrática del Consejo. Éste es el último eslabón de la cadena autocrática y totalitaria prevista por este régimen para su predominio total La transparencia de un nuevo y eventual proceso sería “reaccionaria”. Es preciso,pues, culminar la tarea hasta privar de toda instancia a quienes crean vulnerados sus derechos. Ellos se verán perdidos, inermes, sin defensa alguna. No encontrarán nada ni nadie que pueda mostrarles interés ni, mucho menos, favorecerles . La revolución – que ahora Correa afirma copiará a la cubana -, habrá culminado la captación del poder, sin importar los medios empleados. La estupidez se consolidará. El golpe que culmine con la toma del Consejo , será dado con contundencia en el cráneo mismo de la democracia. La revolución así lo exige y no hay que dar oportunidades ni espacios a la oposición democrática para que se reorganice. ¿Recomenzar un nuevo concurso ? ¡Nunca! “Un paso atrás, ni para tomar impulso” es un viejo y retórico eslogan comunista. Jamás democratizarán el concurso, porque todo proceso aseado y transparente legitimaría la posibilidad del fracaso y pondría a un no esperado Consejo como contralor de sus yerros .

La idoneidad para integrar el Consejo no cuenta Sólo se exige la adscripción total e incondicional de sus miembros a la tesis revolucionaria. Recuérdese que esto es una revolución, no un lance de caballería medieval ni una contienda burguesa. Los nuevos consejeros deberán rendir, de alguna forma, juramento de fidelidad comparable al que las monarquías del siglo 19 exigían a sus funcionarios y similar-sin duda – al juramento “fidelista” cubano. ¿Qué hacer, entonces ? Pues, derrotar a Correa en Abril y acabar con esta revolución. Nada fácil, por cierto, pero no hay otra salida. ¡Dependerá de la unidad y sacrificio que demuestren las filas democráticas! Debe pensarse que mientras más tardemos en librarnos de esta revolución que sigue creyendo en desarrollar un país mediante la persecución y destrucción de los positivos factores sociales, financieros y económicos que lo han venido sosteniendo y animando , mayores serán los daños que tendremos que reparar. El fantasma de Cuba nos acecha. Ya no seriamos “bolivarianos” ni “alfaristas” . Talvez “fidelcastristas”,quizás “raúlcastristas” o, por último, “cheguevaristas” Sin descartar al tutor “chavista”.. Con semejante collage ideológico y programático , la desconcertante imagen internacional de un gobierno confundido, iracundo y doblegado a la vez, irresoluto y mediocre, sin duda se robustecerá .