La máxima violencia encontrada
antes de entrar al cementerio
mientras puedo ver esas partes destrozadas
de esos cuerpos siniestros
Horrible, y sin esperanzas
La maldad que todos tememos y tenemos
Y sangre recorriendo entre las paredes
que detrás de ellas se encuentran
esas almas asesinadas de la manera más macabra
Todos somos una enfermedad
y entre nuestros ojos una bala aparecerá
No habrá un aviso de peligro
Todos moriremos, y
será el carnaval del infierno
Retorciéndonos dolorosamente en ese ácido oscuro
Gritos inhumanos, cenizas y
partes cerebrales por todos lados
¡cuidado! Que somos una máquina de guerra,
dolor, sangre y destrucción,
Autodestrucción
Asesinos insensibles,
todos somos, unas partículas homicidas
dentro del alma negra, solo somos odio
Protestas inservibles
hipocresía sin motivos
y muertes sin sentidos
el mundo estaría salvo si
todos nos enterráramos bajo tierra
seis pies bajo ella.
Son tan absurdas las guerras en pleno siglo XXI, entre países vecinos, por diferentes ideologías políticas, religiosas y por diversos motivos. Si alguna vez los mayas dijeron que el mundo se acabaría en cierta fecha, será por nuestra culpa, no por ninguna razón dogmática, sino por nuestra propia autodestrucción. Y es tan triste saber qué humanos entre humanos somos enemigos, enemigos entre nuestra misma raza.
Me pregunto: ¿Hasta qué punto de destrucción llegaremos?
wow,shes so good…
tu poema es muy conmovedor, impresiona la metàfora que utilizas para describir lo que sientes con respecto a los acontecimientos que nos està ocurriendo a la humanidad. Es en todos los sentidos, no solo guerras entre paìses sino que pensemos lo que està sucediendo dentro de la misma familia que es el nùcleo de la sociedad. Sin embargo, personalmente soy una firme creyente en el hombre como tal, tengo una fe inmensa en el ser humano, en la inteligencia emocional que nos diferencia de los animales. Cada vez que nace un niño es una nueva oportunidad para nuestra humanidad sobreviva a lo largo del tiempo, està en nuestras manos que esto sea asì.