Un amable lector electrónico, José Pereira, me decía lo siguiente a propósito de una de mis anteriores entregas: “Parecería que el peor Gobierno del mundo es el de Correa, explíqueme Ud. la razón del apoyo popular nunca antes visto, yo no estoy a favor totalmente, ni en contra totalmente; considero sin embargo que está en el trabajo diario, en la honestidad a toda prueba y en el respeto a las leyes que cada ciudadano haga en su diario vivir, como el país saldrá adelante, y no echándole la culpa de todo lo que pasa al gobierno, sea cual fuere éste”.
Coincido con el fondo del pensamiento, en cuanto a que el país lo construimos todos, y que el gobierno es uno de los factores que facilita el quehacer ciudadano y equilibra los abusos, alienta o frena, según sus inclinaciones políticas, los quehaceres de la república. Hasta ahí todos estamos de acuerdo. Mas Estado es socialismo, menos Estado es liberalismo.
Pero cuando el Estado se convierte en el único todo, cuando se promete distribuir la riqueza a patadas, cuando la obsesión por el poder desequilibra el esquema legal para gobernar bajo el criterio de una sola persona, cuando el gasto público se lo invierte en afanes electorales permanentes, cuando las elecciones se las convoca de acuerdo la coyuntura, es que las cosas comienzan a desdibujarse.
Yo no creo que el gobierno de Rafael Correo sea el peor del mundo, y nunca he afirmado tal cosa. Lo que afirmo es que nos está conduciendo hacia un gobierno personalista y súper dependiente de su capacidad, de su honradez, de su eficiencia, de su fatiga, de su capricho o de sus afanes de justicia social resueltos expeditivamente.
¿Que leyes vamos a respetar los ciudadanos, si los que tenemos una vida completa estudiando leyes, vemos que los casi doscientos años de experiencia, buena y mala, se sazonan en Montecristi como si fuese un revoltillo, y se gobierna ya dos años completos a plenitud bajo un esquema autoritario que ha hecho desaparecer todo grado de institucionalidad jurídica. Si el problema es precisamente ese; que no hay esquema de derecho, sino un Presidente justiciero. Eso le da la popularidad como marca, pero no asegura la consecución de un Ecuador desarrollado institucionalmente.
Yo aplaudo muchas de las decisiones del gobierno porque luce bien intencionado en la más de las veces, y eso es lo que le mantiene con su alta popularidad, porque es una percepción además muy bien vendida y publicitada. Pero en ninguna de esas veces que aplaudo que estamos transitando hacia un destino impredecible, más allá de los días que Dios regale de vida a Rafael Correa Delgado, tan mortal como todos y cada uno de nosotros. Hubiese sido de rectitud existencial el que no se diseñe una Constitución dibujada para perennizar en el cargo ya no a un presidente, sino a una divinidad salvadora.
Y esa ansiedad de solucionarlo todo y manejarse en base de cien encuestas diarias mediante un muy bien montado “call center”instalado en Carondelet, donde no para el Presidente, hace que sea impredecible el resultado final de la gestión, salvo en el aspecto exitoso de asegurarle una popularidad coyuntural continua. Mi juicio crítico contra Correa está en cuanto su manejo diario que se resuelve más en función de su perpetua permanencia que en el análisis y proyección a largo o medio plazo. Todo se maneja y se resuelve con la óptica de mantener su popularidad.. ¿Es eso honestidad a toda prueba?
Como bien defines, Henry, nadie está contra Rafael Correa como persona. Bien puntualizas algunas de las ACCIONES que son tremendamente perjudiciales. Además ¿Dónde está la gloria de que ha habido gobiernos malos? Lo deseable es un Gobierno que respete a la Ley y a los ciudadanos, que sepa LIDERAR no acosar.
La sutocrácia ha sido la mayor maldición, en cualquier lugar que se haya permitido. Te felicito por tu profundo artículo; si no lo meditan y entienden… merecen lo que se les vendría.
De ninguna manera puede ser honestidad a toda prueba inculcar el odio y el desprecio por el que tiene un poco mas o mucho mas (como dicen los chicos, hablando LA PLENA su nivel de aceptacion esta entre lo siniestro y lo ignorante=desinformados=quemimportistas )Si en vez de mostrar venganza y largar veneno, utilizaria esas cadenas para ensenar tecnicas de superacion y dar oportunidades de crecimiento a los que menos tienen para que puedan usar su energia en mejorar imitando el exito sin envidiarlo, entonces estaria sembrando buena semilla !!! De que honestidad me hablan???? y cuando gane sera muuuuuucho peor. mariateresa
YO CREO QUE ES UN PESIMO DESGOBIERNO, EL Y SU GENTE QUE SOLO ESTAN PARA INSULTAR, OFENDER, Y POR DESGRACIA A EL PUEBLO PARECE QUE LE HAN DADO ESCOPOLAMINA MEDIATICA……Y ESO ES TREMENDO OJALA QUE ANTES DE LAS ELECCIONES DESPIERTEN X EL BIEN DE TODOS…
Dr. Puede usted explicarnos por què Correa no recibiò al Prìncipe Carlos y a su esposa, me da la impresiòn que salieron a flote sus grandes complejos de inferioridad. Felicitaciones por su artìculo.
Mayra
Dr. Raad: podría usted señalar qué gobierno de los últimos 50 años acá (dictaduras militares incluídas), haya quebrantado tantas veces la constitución; haya permanecido tanto tiempo sin un auténtico poder legislativo que fiscalice, con un poder judicial espurio, una corte constitucional autoproclamada venalmente, con un Tribuna Supremo Electoral cuestionado desde la presidencia de Jorge Acosta, donde se haya institucionalizado la impunidad en asuntos tan graves como los pativideos, los nexos narcoguerrilla (de afines al gobierno y congresillo) y donde se ha pisoteado la dignidad de la primera magistratura de la forma más soez, burda y denigrante? Esto último, ni en la época de Abdalá Bucaram fué tan canallesco. El Presidente Correa no sabe lo que significa la palabra RESPETO, porque no respeta ni a las personas ni a la constitución ni a la ley.
Irene Hurtado Y.
QUE PASA CON LAS FUERZAS ARMADAS QUE SE QUEDAN TAN CAMPANTES OBSERVANDO HACIA DONDE CAMINA ESTE PAIS AUNQUE TENGAN EL CONTROL DE LAS ADUANAS Y PETROLEOS DEBERIAN HABER CABEZAS PATRIOTAS QUE NOS DEFIENDAN