Impotencias y Fraudulencias

Probablemente no exista en el mundo impotencia que pueda compararse con la de saber que uno tiene la razón , mientras la corriente y las decisiones populares , producto de la demagogia y de la irracionalidad política, mantienen una orientación contraria, camino al abismo.

De poco ha valido comprobar que el gobierno de Correa es malo y que, pese a las correcciones sugeridas, se empecine en seguir siendo malo. La decreciente credibilidad de este gobierno, brindó a la temerosa oposición, al fin, la oportunidad de afianzarse en sus posturas críticas y de cobrar una envergadura que nos lleve al equilibrio requerido por toda democracia.

Pero nada de esto aconteció. Y el repudio que sentimos por este gobierno quienes no comulgamos con las históricas y contemporáneas estupideces de una revolución fracasada que se pretende reeditar, ahora corre parejo con el que sentimos por quienes insisten en creerse capaces de derrotar en las urnas, por sí solos, a un Correa debilitado pero más fuerte que cualquiera de ellos.

Se está forjando así la victoria de un totalitarismo corroído y de un socialismo revolucionario del que se comenzaba a renegar, revitalizados por un inmerecido triunfo electoral puesto en bandeja por la torpe oposición. Correa podrá seguir sacando de paseo a su lengua , impunemente . mientras la Patria se convierte en jirones.. . Esa es la impotencia a que aludo.

De otro costado, ¿ sufragará usted en Abril con la esperanza de que su voto se refleje en resultados ? Le deseo suerte, aunque son otros los patrones que marcan y gobiernan las elecciones. Nos sorprendieron con el paquetazo de las Juntas Receptoras de Votos, confirmando aquello de que una revolución, si está en marcha, no puede detenerse en nimiedades – digamos, revolucionariamente, en pendejadas -.

La revolución justifica todos los medios empleados en procura de sus fines y esto de la equitativa integración de las Juntas es una idiotez más de la larga noche neo-liberal. Tras esa sorpresa, otra más : habrá Juntas intermedias escrutadoras, en descarada e interesada violación de la Ley , encargadas de asegurar los resultados que el “acuerdo del país” exige. ¿ Qué razones indujeron a Martha Roldós a expresar que no le asombraría ver las urnas repletas de votos por Acuerdo País ? La respuesta comienza a mostrar sus orejas :

Se ha atentado contra la fe pública al emitir cédulas adicionales de identidad para una misma persona. Una cédula de identidad y, en especial , el número que en ella aparece, se asemeja al ADN genético; es una especie de genoma humano que identifica, individualiza y confiere a UNA sola persona – tan sólo a ella – una identificación que le es exclusiva y excluyente respecto de todo el universo ciudadano del Ecuador. Es más, su número es inolvidable , ¿verdad? , porque hoy hasta el chiclero se lo pide. Pero Gustavo Larrea sí se olvidó y fue la excepción junto a otras decenas de miles de olvidadizos.

Toda una legión. Larrea ha tenido, hasta ahora, sin pedirlo siquiera, como afirma, dos cédulas de distinta numeración. Un funcionario como él, todo un Ministro de Gobierno y de Seguridad Interna y Externa como fue él, mantuvo una duplicada identificación por algún tiempo, cuando, por razones éticas y morales elementales , no debió poseerla ( ni mucho menos servirse de ella ) por más de un minuto desde que cándidamente “ se enteró” de la duplicidad.

El error administrativo – como así lo califica Larrea – pasó a convertirse en fraudulencia desde el instante que dejó de corregirse. Contar con dos “ADN” y no remediarlo de inmediato, es inmoral. Reponer una cédula con otra que contenga un número distinto para el mismo titular, es inmoral. E inmoral por parte de ambos : del emisor y del portador. El simple hecho de gozar de la posibilidad de esconder una identidad y exhibir otra, es inmoral. ¿ Dónde quedan los actos y contratos celebrados bajo el amparo de la primera cédula? ¿ Qué pasó con los que pudieron realizarse bajo su otra identidad ?.

Decenas de miles de cédulas (talvez centenares de miles), YA INGRESARON AL PADRÓN ELECTORAL , según confesión del Director del Registro Civil, y permitirán a corruptos ciudadanos sufragar dos, tres o más veces, según sea la dimensión de una inescrupulosidad que no puede ser individual sino planificada o permitida por terceros. Pero se insiste en la comisión de de yerros, para consumo de nosotros, idiotas ecuatorianos. Tener doble o triple identidad ha sido sencillo ( el caso Larrea es ejemplar) , aún cuando ese mismo Director del Registro Civil lo aclara , al sostener que es el recurso de que se valen los corruptos para estafar al público.

Y entre las defraudaciones está, obviamente, el fraude electoral. ¿Qué o quién nos garantiza que esos “yerros” no se multiplicarán en la medida que fueren necesarios para asegurar resultados electorales? Nada impediría, incluso, que ex -miembros de las FARC, con cédula ecuatoriana (como ya se denuncia) , sufraguen el 26 de Abril. Chinos y vietnamitas, “nacidos” en Pascuales , Quinindé o Molleturo,, también lo harían. El evidente afán de emitir cédulas gubernamentales en Guayaquil, empieza a explicarse dentro del marco de esta revolucionaria deshonestidad.

Si, lector(a), si no se consigue que se marque al sufragante con alguna señal visible e indeleble; si no blandimos los puños en señal de protesta ; si no convencemos a quienes, por una vez siquiera, deben deponer sus ambiciones y ayudar a derrotar al totalitarismo, despidámonos de la democracia ecuatoriana. Contra ella habrán conspirado seudo-revolucionarios y burgueses, gobernantes y chimbadores, perversos y estúpidos. Y hundámonos en la impotencia, agobiados por el peso de tanta fraudulencia.