El nuevo curso en la costa: nuevos paradigmas y desafíos

La realidad educativa del Ecuador presenta un cierto panorama que es necesario asumirlo con algo de objetividad. Nuestra naturaleza nos obliga a tener una visión esperanzadora de los procesos y fenómenos que tienen que ver con el hombre y su accionar social.

Una medida sorpresiva y novedosa en la presidencia de Rafael Correa fue mantener al Ministro de Educación Raúl Vallejo. Ya desde el período anterior le habían pedido hasta la cabeza. ¿Por qué?

La razón es básica: todo el que se enfrente a intereses creados económicos y políticos le van a sobrar los enemigos y si éstos son aliados del gobierno, más. El Presidente lo ha sostenido durante todo este tiempo enfrentando a sus aliados en todos los embates que se han producido hasta el momento. El gobierno encontró un panorama realmente desalentador en el área educativa que pudiera expresarse en los siguientes rasgos:

• La gratuidad de la educación en las instituciones públicas había adquirido una relatividad digna de un Einstein.
• La escuela obligatoria era y, en cierto modo es sólo una declaración que se contrapone a los miles de niños sin posibilidades de acceso a los estudios por necesidad del trabajo o por la extraordinaria pobreza de su familia. En algunas provincias de la sierra las posibilidades educativas no existen para un 40% de los jóvenes.
• En todo el país una gran cantidad de planteles educativos se encontraban prácticamente en las ruinas.
• La capacitación docente era poca y a discreción de los docentes en muchos casos y lo que es peor no se controlaba lo que realmente el docente convertía y aplicaba en su clase con lo que quedaba al libre albedrío de cada quien trasladar las metodologías, técnicas o conocimientos nuevos en las aulas por lo que no se tenía una medida del cambio del estilo y el fondo del modo de hacer educación de los docentes.
• Docentes que no habían estudiado carreras pedagógicas y no cuentan con la preparación adecuada para ello.
• Tendencia en las instituciones privadas e incluso en las públicas de una educación comercializadora, de conversión del proceso en un negocio por encima de cualquier otra virtud y prioridad.
• Cambios de las prioridades y tendencias con la sustitución frecuente de autoridades de niveles nacionales y provinciales. Exagerado poder de las asociaciones gremiales en el trabajo de la educación pública.
• Baja asignación del presupuesto para Educación.

La lista podría ser casi interminable. Sólo hemos señalado los aspectos que considero más significativos.

Un aspecto particularmente grave era la falta de cohesión en los propósitos educativos del país. Las instituciones públicas por un lado con los elementos negativos anotados y otros tantos existentes y por otro lado las instituciones privadas realizando esfuerzos con diferentes tonos de honestidad y profesionalidad asumiendo las orientaciones emanadas del MEC y moviéndose con todo el margen de libertad permitido para hacer sus propios proyectos donde,en ocasiones, cada institución es su propio feudo con políticas muy particulares unas veces adecuadas y otras, no tanto. Si, en líneas generales los controles a los procesos y su calidad en las instituciones públicas son bastante irregulares los controles a las instituciones educativas particulares son realmente inexistentes.

¿ Podemos aceptar todo esto como una fatídica condena de imposible solución.? No, y mil veces no. Considero que por esa razón se ha mantenido el actual Ministro. Por su forma técnica de abordar los problemas educativos, por su resistencia a las presiones políticas externas que han tratado de evitar algunos cambios que afectaron intereses creados.

Es necesario hablar del paradigma actual envejecido, perjudicial pero existente para aspirar a un nuevo paradigma que permita un desarrollo educativo armónico dentro del esquema general del país y eso no va a lograrse con los sistemas de caudillismos que han existido.

Las grandes medidas que han causado revuelo y se relacionan con: la selección de autoridades y su rotación (algunos directores y rectores fiscales llegaron a creerse dueños de las escuelas y los colegios), las evaluaciones para otorgar nombramientos, el no permitir manoseo en este proceso, la evaluación a los docentes en ejercicio (preguntemos a cualquier autoridad educativa fiscal cuál es el nivel cualitativo de las clases que se imparten. La respuesta será un silencio de camposanto) La gratuidad y la eliminación de solicitar dinero a los padres de familia para autogestión que en algunos casos era autobolsillo ha provocado un repunte de solicitudes de matrículas y un estimulante incremento de alumnos en el fisco lo cual es a todas luces positivo.

En este nuevo contexto la educación tendrá su lugar privilegiado y en un plan estratégico de estado, esté el gobierno que esté deberá darle continuidad al mismo para que quizás no en el 2015 como los Objetivos del Milenio señalan pero un poco más allá podamos decir con orgullo: en nuestro país no hay analfabetos, todos los niños van a la escuela, la educación se hará obligatoria (realmente) hasta la culminación de la educación básica en 10 años, la educación del estado además de gratuita será eficiente y competitiva, se controlará la calidad de la educación que se ejerce en todas las instituciones porque es una responsabilidad del estado.

Un pueblo educado difícilmente puede ser engañado; un pueblo culto descubre la entraña de la demagogia política. Ese es nuestro principal desafío: hacer del país un jardín de cultura. Parece más un sueño que un paradigma pero gracias a esos sueños la sociedad humana ha progresado. Por convertir esos sueños en realidad vale la pena luchar.