Promesas de Campaña

El país se debate en medio de propaganda y publicidad electoral. Entre una y otra realmente no vemos una promoción de ideas sino un parapetarse en medio de slogans que suenen bien y de ataques inmisericordes de orden personal.

La diferencia esta en que los ataques que realizan los sectores de gobierno, siguen apareciendo en todos los medios incluso como parte de la propaganda estatal, mientras que los que se hacen en contra del sector oficial son censurados por el Consejo Nacional Electoral. De muchachos decíamos que está jugándose un partido con árbitro vendido.

El problema radica en que la masiva propaganda efectuada por el sector oficial, usando los medios oficiales y las columnas oficiales, llega a través de los medios con más penetración, la radio que goza de un 50% por ciento de credibilidad y la televisión que logra un 95% en el mismo sentido. La prensa escrita se mide en otro parámetro. Al ocurrir esto se convence al electorado de una realidad propagandística que como toda propaganda dice las verdades convenientes al producto comercializado.

¿Alguna vez han visto una propaganda de un jabón, fideo, etc que diga que luego de tres usadas deja de tener perfume, o que la presencia de sémola es solo a un porcentaje? Nunca, bueno lo mismo es con la propaganda electoral, jamás van a decir las deficiencias del candidato, ni las opciones de falla. Únicamente se promocionara sus bondades así como los propósitos planteados pero no los propósitos posibles. Esto es propaganda electoral; que es lo que viene inundando al Ecuador desde hace muchos años y en los últimos tiempos más aún a partir de la presencia de buenos publicistas nacidos de las escuelas con penetración y de un buen estudio de marketing.

Los candidatos, no oficiales, han podido presentar imágenes publicitarias limitadas dentro de las llamadas franjas permitidas por el Consejo Nacional Electoral mas no se ha podido llegar a una verdadera promoción de planes y principios. Estos realmente quedan para un círculo muy limitado de personas que acceden a Internet y pueden llegar a la página Web del CNE y se preocupan de leer los postulados de cada partido así como los planteamientos programáticos que estos hacen y que debería ser la primera preocupación de los electores. Estoy seguro que ni siquiera el 10% del electorado ha podido darle una ojeada a los programas políticos de los diferentes candidatos.

Pero, además pienso que el motivo por el cual no los conocen, es porque no los tienen al alcance. Es fácil llegar vía Internet a dichos programas, pero la penetración de este medio en nuestro país no llega al 10% y gran parte de esta minima penetración no es constante ni permanente, además que es marginal y es usada en consultas para estudio, chat de distracción así como correo electrónico. Esto es como medio de comunicación entre amigos distantes o con dificultades de acceso telefónico. Entonces ha fallado la difusión de los partidos y sujetos políticos sobre sus propuestas ideológicas y programáticas.

En el caso de los pocos que hayan tenido acceso a dicha programación no la han leído completa o no han confirmado que lo dicho en dichos programas es viable, realizable ni cuales serian las consecuencias de una propuesta tal o cual. Simplemente les parece bonita, les suena bien, o ven la posibilidad de un beneficio directo o personal. Esto es sumamente grave. Estamos votando por un producto más no por una tendencia ideológica, programática.

Tenemos siete días al momento que escribo esta columna para enterarnos de los programas de los candidatos y verificar su factibilidad, esto es lo mas importante, háganlo no por que suena bien, sino porque están dentro de lo posible y legítimamente realizable.