Ha concluido una nueva campaña electoral, por fin, vasta de esa propaganda asfixiante, aunque esta ha sido diferente, muy diferente a las anteriores, me refiero a las que hubieron antes del año 2007, pero dentro de las realizadas en el periodo 2007-2009, también existe diferencia, una gran diferencia por la participación oficialista contra el resto de los candidatos también participantes en la misma campaña electoral, para los mil y un puestos en el nuevo programa político que deberá soportar nuestro pobre pueblo, que queda empachado de tantos ofrecimientos, farsa y mentira que en esta ocasión ha superado los limites de las gorras y las camisetas que veíamos repartir como obsequio de campaña.
La gran diferencia de esta campaña la ha marcado el Sr. Presidente de la Republica, quien en pleno ejercicio del poder ha usado todos los medios a su alcance para realizar su campaña de re elección y la campaña de todos sus coidearios candidatos a alcaldes, prefectos, asambleístas y concejales, dándose el lujoso placer de usar avión, helicóptero y carros oficiales para su movilización y así poder realizar en un solo día, su propaganda y sonrisa en 3 provincias diferentes.
Tanta farsa y mentira se ha proliferado en lo referente a obras no realizadas, a cifras y números de servicios prestados, que por su constante repetición parecerían viejas obras realizadas con fabulosas inversiones en educación, salud y vivienda, que no existen, pero que posiblemente forman parte del despilfarro petrolero que superó los 20 mil millones de dólares, que con parte de ellos y mejor uso, debieron formar el fondo de estabilidad económica que nos permitiría ahora superar la crisis, no externa, sino la interna, generada por el desempleo y la galopante corrupción en los contratos a dedo realizados en las obras deportivas, de mantenimiento vial, locales escolares y de salud.
A finalizado una nueva campaña electoral, diferente a las anteriores por el personaje central que ha participado en ella, el Sr. Presidente, que con su característica sonrisa ha menospreciado a todos los candidatos que no han formado parte de Alianza País, reunidos en la lista 35.
Recuerdo las expresiones de Martin Luther King en su discurso “yo tengo un sueño” realizado en agosto de 1963: “Estoy feliz de unirme a ustedes, por lo que quedará en la historia como la mayor democratización de libertad y democracia en la historia de nuestra nación” que pena que ningún ecuatoriano consciente y con limpio razonamiento, pueda admitir y pensar de la misma forma que lo hizo Martin Luther King, soñando en el cambio y prosperidad de su pueblo, como un compromiso de honor que debería cumplir, el que luego se convirtió en un gran faro de esperanza para millones de seres que habían sido explotados y castigados con la avaricia de la injusticia.
Ha finalizado una nueva campaña electoral, y nada positivo nos queda, nos deja como saldo la angustia que genera el riesgo de vivir bajo el símbolo del atropello y la imposición dictatorial que nos quita el derecho de expresarnos y de vivir en democracia, para luchar por el beneficio que genera la capacitación y el trabajo libre y honesto, pues la capacidad intelectual y el trabajo son las mejores armas para combatir la delincuencia que hoy azota especialmente a Guayaquil. El terror de la delincuencia la he vivido en carne propia, no deseo que nadie sufra la angustia de un secuestro o el impacto de una bala disparada por un ladrón de teléfonos celulares, que puede dejar graves daños físicos y sicológicos por el impacto de la agresión.
Ha finalizado una nueva campaña electoral, ojala que el equivocado sea yo y tengamos la suerte de elegir bien y cambiar el rumbo que nos han tratado de imponer, dejándonos solo la angustia que nos deja la desocupación, la que por la experiencia ya vivida en otros países que perdieron su libertad y se convirtieron en esclavos del centralismo o de los locos por el poder, es funesta para todo ser humano que desea el desarrollo y la prosperidad de sus hijos.
“Guayaquil, por la Patria, con autonomía”
La forma como Alianza País ha ganado estas elecciones haría morir de vergüenza a quienes sí la tienen.
Irma.