Mientras se realizan los “sui generis” conteos para conocer los resultados de las elecciones del domingo próximo pasado, haremos un paréntesis en el sainete de democracia en que vivimos para comentar sucintamente acerca del memorable abucheo que produjeron las insensatas palabras del novel gobernador de nuestra vilmente fragmentada provincia en la noche de la reinauguración del teatro del Centro Cívico.
Es de dominio público que a la revolución ciudadana la tenemos metida hasta en nuestras más horribles pesadillas, por lo que no resultó nada extraño que al ingresar a la sala de conciertos nos encontráramos con 2 inapropiadas “gigantografías” que mencionaban, al estilo nazi, logros del gobierno – Heil Hitler – y que hacían presentir lo que vendría más adelante.
En su discurso, el gobernador Jiménez no se refirió a la cultura, a la orquesta guayaquileña, o al solista invitado, nada de eso, habló de lo que no tenía que hablar, es decir, irrespetó a los guayaquileños al referirse con denuesto a la obra municipal lo que ocasionó un creciente malestar en el público, malestar que llegó a su cénit en el momento de mencionar que Guayaquil “…no es solo casas pintadas de color pastel, o unas pocas calles con adoquines, o unas cuantas palmeras…“
Lo demás, esto es, el ridículo que hizo Jiménez lo conoce afortunadamente toda la ciudadanía. El abucheo apoteósico que recibió puede ser jocosamente comparado, en magnitud, con la grandeza de la tercera sinfonía de Beethoven, “Eroica”, con la que estaba previsto el inicio del programa.
La “Eroica” que fue compuesta en Mi bemol mayor, se estrenó en 1805 y consta de 4 movimientos: I. Allegro con brío, II. Marcia fúnebre. Adagio assai III. Scherzo. Allegro vivace, IV. Finale. Allegro molto.
La gran pifia recibida por Jiménez fue también “Eroica” y se constituyó en una “Silbatina en Mi bemol mayor” con sus respectivos 4 movimientos: I. Allegro con brío: La pujante alegría con que el público fustigó al malcriado; II. Marcia fúnebre. Adagio assai: la luctuosa y lenta retirada del denostador; III. Scherzo. Allegro vivace: La vivaz alegría con que fue castigado el imberbe; IV. Finale. Allegro molto: El penoso final del fracasado discurso y la copiosa alegría del público al haber escarmentado al insolente.
No debemos olvidar que Beethoven compuso su “Eroica” en homenaje a Napoleón Bonaparte –su contemporáneo- por quien sentía gran admiración y al que consideraba su héroe, tanto es así que originalmente la llamó “Sinfonía Bonaparte”, más cuando se coronó Emperador en mayo de 1804, el compositor, montando en cólera, borró su nombre de la partitura. Si Beethoven viviera en el Ecuador de nuestros días, sería in apasionado opositor del abuso de poder y del desgobierno de Correa y sus adláteres.
Por final, considero que el público guayaquileño –parangonando a Beethoven- le dio su merecido al prepotente gobernador entonándole, de forma apoteósica, una “Silbatina en mi bemol mayor”.
A ESTE MUCHACHITO MAJADERO, RECADERO DE LA NUEVA CLASE DE ODIADORES POR PARTE CORREA HAY QUE DARLE «TAS TAS» EN LAS NALGAS,PARA QUE RESPETE A SUS MAYORES Y A SUS CONCIUDADANOS. SABRÁ LO QUE HABLA?
Con terrible verguenza ajena escuche la silbatina, que poco inteligente el gobernador mal remedo de Correa, ya una vez lo vimos actuar en la otra vergonzosa eleccion interna de Pais donde un prepotente Alvarado insultaba a toda la policia y el seudo gobernador se lo permitio incluso hizo ademas amenazantes a los irrespetados policias. Lo que olvido el gobernador es que no estaba ni en la cadena de los sabados donde nadie puede hablar o en los enlaces donde la gente puede cambiar de canal para no escuchar las mentiras y la demagogia barata de este regimen. Pero lo mas importante que olvido fue que estaba en frente de un publico inteligente, culto y que no espera que le den un bono de la vagancia o que le hagan una casa para reclamar sus derechos. Lo que paso es un ejemplo de la realidad que esta pasando en el pais. Lo mismo puede pasar si dejan entrar a cualquier persona a los aburridos enlaces de los sabados donde el 49% de la poblacion lo pifeara en DO MAYOR. Piensen lo que hacen por que con todo lo gastado debieron tener por lo menos el 65% de la votacion
Estimado Sr. Rossi
Ya me gustaria que retrocediera el tiempo a la epoca Nazi y Ud. estuviera presente para que en carne propia viva el momento y deje de hablar tanta tonteria. QUE PENA QUE UD. SEA UN RESENTIDO MAS.
Para doña Daniela Garziani:
Joseph Goebbles, ministro de propaganda de Hitler, afirmaba que UNA MENTIRA REPETIDA MIL VECES SE TRANSFORMA EN VERDAD, además sostenía que MIENTRAS MAS GRANDE ES LA MENTIRA, MAS FACIL ES QUE LA GENTE SE LAS TRAGUE. El presidente Correa nos miente a los ecuatorianos todos los días, con mayor énfasis en sus cadenas sabatinas, y sin un ápice de recato repite sus mentiras hasta que la gente se las crea, por lo tanto no era de extrañarse que en el interior del teatro del Centro Cívico hayan colocado 2 enormes pancartas con propaganda estatal ajena al evento a realizarse, además de las propagandas exteriores; eso es nazismo, facismo, comunismo, o como usted quiera llamarlo distinguida señora.
Pienso que el articulista Rossi, no ha faltado a la verdad al referirse a la actitud del gobernador, a quién fustigó de una manera muy sutil, yo diría que con guante blanco, al combinar la tercera sinfonía de Beethoven con la silbatina con que el público le demostró su rechazo al gobernador correista. En mi opinión, debió ser más duro con aquel funcionario que maltrató a Guayaquil, y que ya tenía antecedentes de autoritario e impertinente.
Para terminar, no he leido que en alguna parte del excelente artículo se hayan dicho tonterías.
Atentamente, Gabriel Chérrez.