Muchos libros de autoayuda explican que deberíamos vivir sin vibraciones negativas, vivir de tal manera que nunca nos enojemos, no suframos angustias, no nos pongamos tensos ni tengamos miedo. “Tenga calma, tranquilidad, paz”, sugieren. “No se ponga nervioso por las cosas que ya no puede controlar”.
De todas formas, estos consejos nunca ayudan cuando es incontrolable el torbellino emocional, cuando la lucha mental solo tiene un ganador, y ese es el “gran dolor”.
Los sentimientos poderosos que acompañan una crisis son los que empeoran todo. Una de las peores consecuencias de los sentimientos no expresados es que la mayoría de veces, en lugar de desaparecer, crecen, hasta llegar a un punto en que estallan como un volcán.
Siempre se necesitará una manera de hacer que estos sentimientos trabajen en nuestro provecho, tratar de que produzcan signos que señalen el camino en el laberinto.
Casi todos nosotros somos expertos en el manejo de los sentimientos placenteros: alegría, felicidad, cariño, gratitud, pero sabemos muy poco de los desagradables. Y son los incómodos los que molestan a las personas que nos rodean, porque de una u otra manera el individuo a nuestro lado se puede sentir fuera de lugar, impotente o simplemente la mayoría de veces uno no quiere compartir esas emociones negativas de la otra persona. Por ese motivo debemos tratar de evitarlos lo más posible.
Existe la idea de que las emociones son irracionales y no deben expresarse abiertamente, porque eso nos impediría encarar racionalmente nuestros problemas.
Lastimosamente para una persona en crisis emocional, el hecho de negar, tratar de enterrar o ignorar los sentimientos penosos pueden tener consecuencias muy dañinas y duraderas.
Pueden permanecer hirviendo dentro de nuestra alma, sentir como golpean nuestro pecho, tener la sensación que nuestro corazón está sangrando y no poder curarlo. Nos puede alterar el equilibrio emocional y físico también, ya que nuestros cuerpos y nuestros sentimientos son sistemas en conexión absoluta.
Los sentimientos ocultos no desaparecen por completo, tarde o temprano se manifestarán de cualquier manera por diversas razones. Pueden aparecer con insomnio, dolor de cabeza y hasta pérdida de peso.
Estas aflicciones van y vienen, complementan un alma como pueden destrozar un corazón por completo. ¡Pero son libres! Si uno los deja atrapados, quizás cuando los dejemos al descubierto ya sea muy tarde.
Con algo de dolor, corazones rotos, pérdidas de seres queridos, etc. Se aprende a vivir con más fuerza, experiencia y madurez, sabremos cómo llevar las situaciones de la mejor manera y cada vez las heridas serán menos profundas y menos duraderas.
Tienes razon en todo lo que dices
estoy pasando un gran dolor, y no se que hacer se me oprime el pecho y quiero solo llorar estar sola me estoy amargando no se que hacer por favor ayudenme
Diana Patricia:
Talvez no soy yo la persona mas indicada para aconsejar, pues habran muchas personas que con mas sabiduría y conocimiento que yo lo podrían hacer mejor, pero siento que no me puedo quedar impávida ante tu pedido.
Ahora que estas tan triste, prueba lo siguiente: busca un lugar tranquilo, busca una postura comoda, aleja todo pensamiento de tu mente, y respira larga y profundamente, aspira y exhala y cada vez que lo hagas acompaña tu respiracion con una Jaculatoria, sino conoces alguna solo di Jesus.
Eso te va a tranquilizar, no abandones, ni te abandones; la vida merece ser vivida, todos en algun momento tenemos dolores y quiero que sepas eso por que cuando compartimos la carga se aliviana.
Pero por grande que sea tu pena si la pones en manos de Ese Ser que nos dió la vida, te ayudará.
En algun momento que estes mas tranquila
piensa en que debes ordenar tus pensamientos, cuando tenemos muchos y muchos rondando en nuestra mente, se nos hace muy dificil tomar determinaciones y esa angustia que nos provocan los problemas no resueltos hace que nos sintamos aun mas confundidos.
Deseo que pronto tengas la rienda de tu vida en tus manos, nada es tan grande que no se pueda resolver y no dejes que nada gane tu voluntad mas que tu deseo de salir adelante.
Vamos!!!!!!!!!!
Elizabeth
Diana Patricia, es verdad lo que dice Elizabeth con respecto a que cuando se comparte el peso del dolor, será menos carga para uno.
Debe encontrar una persona adecuada con la cual pueda tener mucha confianza y fluidez para hablar, de esa manera se podrá desahogar y encontrar nuevas alternativas para llegar al final del laberinto. Todo tiene salida Diana.
Debe concentrarse no en el problema, sino en la solución.
Sé que no es fácil, pero el dolor es mental, con el tiempo y ayuda psicológica (pueden ser amigos, parientes, etc) se irá recuperando y saldrá de su aflicción.
En otro caso también puede transcurrir a la religión si es creyente, de la misma manera como explico Elizabeth.
Mucha suerte Diana Patricia, sé que encontrará la luz en el tunel.