En dos artículos precedentes he enfocado el tema “del momento”, el de la evaluación docente, tratando de comentar el punto de vista de la sociedad ecuatoriana de la cual soy parte –y ustedes también-, a propósito de la negativa de los maestros y maestras fiscales afiliados a la UNE para someterse a un proceso evaluativo dirigido por el Ministerio de Educación del Ecuador.
Siempre me ha parecido correcto “pensar en otros puntos de vista” como acostumbraba a decir Margarita Amestoy, pues en ello se empeña la justicia y en gran medida la reflexión ética de quien juzga, de quien evalúa… en resumidas cuentas. Si no tomamos en cuenta, además, el punto de vista de los profesores fiscales de la UNE para entender holísticamente el problema es probable que culminemos sesgados en nuestros criterios, lo cual también, es poco deseable… ¿verdad?
A mi entender un proceso de evaluación de maestros en instancias escolarizadas debería reunir las siguientes condiciones básicas…
- Un PROPÓSITO previamente definido y consensuado entre los diferentes actores
- Ser claro, conciso y preciso en cuanto a todas las variables que se usarán para evaluar en los INSTRUMENTOS PREPARADOS PARA EL EFECTO
- Los instrumentos y su esquemático orden, conocidos por los evaluados y por los evaluadores
- Responder a una CULTURA de mejoramiento continuo que requiere de un LIDERAZGO de la cabeza ministerial, de manera que se genere CONFIANZA, factor imprescindible en el éxito de cualquier proceso
¿Por qué podría oponerse un docente a ser evaluado?. En el caso de muchos de nuestros educadores la justificación parte del evidente desconocimiento acerca de cuál es el propósito real de la propuesta. El gobierno dice algunas cosas y los gremios hablan de una “agenda oculta”. Desconfianza y confusión… ¡evidente!
El otro tema parte de que las VARIABLES que van a ser consideradas para la evaluación podrían ser tantas como la mente humana las produzca. ¿Quién las determinará?. ¿Y los evaluadores… quiénes serán?. ¿Tomarán aspectos técnicos, pedagógicos, actitudinales, de liderazgo, administrativos, procesales, o qué?. Ese simple “detalle” es tal y cual se me ocurra en este momento entrar a un aula de clase y decirle a mis alumnos y alumnas… “¡papel y lápiz!”, “examen sorpresa”. “¿Sobre qué?”, me dirían… “no es justo”, sería la respuesta de ellos… ¿verdad?
El argumento de que la evaluación es para definir la capacitación ulterior, siendo válido y pertinente, no se menciona ni por unos ni por otros. Los procesos evaluativos siempre deben estar pensados para corregir distorsiones, en este caso de preparación y/o aprendizaje, de manera se transite hacia el mejoramiento continuo y la excelencia.
En esencia, podremos tener una evaluación de docentes “obligada” y si se retoma el proceso ésta puede ser colaborativa y voluntaria si desde el liderazgo se brinda confianza y seguridad, si las reglas están claras sin temor ni favor y si técnicamente esto es manejado por un ente distinto al archiconocido Ministerio pues es evidente que no habrá consenso en tanto las posiciones estén encontradas. Los maestros y maestras tienen sus razones, nos gusten o no, a pesar de que ninguno de sus líderes gremiales pueden con argumentos y razonamientos lógicos explicar su negativa y más bien fomentan con sus inconexas declaraciones la percepción negativa del público que en resumen es quien dirá la última palabra. Ojalá cuenten pronto con buenos voceros de manera sus criterios –en el fondo entendibles- tengan respuestas positivas.
Me parece excelente su articulo; es lógico que todo proceso debe ser evaluado pero cual es el objetivo de este, mejorar la educción o que,como proceso se debe comenzar por un diagnostico de todo el sistema educativo,pero este no debe tener una nota, sino un análisis para saber de donde se parte y tomar las medidas correctivas y luego de esto si evaluar ,porque como Ud dice cuales son las variables de la evaluacion son eficientes; son claros los temas de las pruebas o solo se habla de de manera general Matemáticas,Pedagogía,Didáctica,etc.
Es verdad que en otros países se evalúa pero con temarios específicos claros y con preparación continua;esto no es de señalar culpables sino de revisar todo el sistema educativo y lograr realmente el propósito que todos deseamos una educción de calidad.
Querido amigo, de acuerdo, pero mientras se perfeccionan los instrumentos por algo se debe empezar y liberar a los maestros del yugo del MPD es variable jerarquizada. Ademas la evaluación no esta concebida como castigo, sino todo lo contrario, como incentivo con un bono que ya quisiera tenerlo yo en mi trabajo. Ud. y yo salimos evaluados excelentes y no pasa nada, ni un mensaje de felicitación por lo menos. La cultura de evaluación debe ser parte del proceso de transparencia y rendición de cuenta.
Att
Sandra Mendoza
Estimado Doctor, reciba un cordial saludo de un estudiante suyo de hace 20 en el Espíritu Santo. Esta iniciativa de colocar un Diario con ideas y gente preparada para escribir es lo que estaba haciendo falta en el país.