La libertad de expresión es el fundamento de una sociedad democrática. Poder expresarse es un bien en sí mismo. Vivir atemorizado, susurrando, y en estado intimidatorio y sicológico de opresión es una forma de vida vegetativa.
Para los que tuvimos la oportunidad de vivir la guerra fría y pudimos compartir experiencias universitarias con compañeros que vivían en Europa del este, de esos países que estaban bajo el control militar y político del Tratado de Varsovia, fue una oportunidad de entender como el miedo de expresar lo que se piensa, deforma la razón de ser y mejor característica del ser humano. Es casi vivir como un animal acorralado.
Mi experiencia fue excepcional ya que convivíamos en el Colegio de Europa, en Nancy, Francia, un conjunto de post graduados donde prevalecían largamente en número los polacos, yugoeslavos, checoslovacos, alemanes del este y rumanos. Todos becarios, y se suponía de boca para afuera que todos eran socialistas con plenos conocimientos y formación como para pasar la prueba suprema de hacer una estancia becada dentro en un país de libertades intelectuales como caracteriza a Francia.
El choque de convivir frente a frente con una prensa madura, crítica y culta, luego de haber vivido envuelto en un sistema donde no existían libertades informativas, sino la promoción del socialismo total frente a un “capitalismo en decadencia “.
Fue una experiencia extrema para esos jóvenes ya formados. Conforme uno ahondaba la amistad o la relación ellos percibía cuanto se cuidaban al hablar en presencia de sus amigos “socialistas”, porque nadie sabía quién era o no informante. Se habían formado así: para callar y desconfiar. En ellos reinaba el miedo y la desconfianza. Eran cautelosos poco alegres de por sí, pero cuando obtenía confianza plena con los amigos de occidente, florecía otra muy distinta personalidad distendida, amigable y juvenil. Su problema para no instalarse en el mundo occidental, era que no sabían cómo sobrevivir económicamente dentro de un régimen que los acostumbró a vivir bajo la tutela del Estado.
Y es verdad que la prensa es defectuosa e imperfecta porque en el fondo está presionada por intereses y ejercida muchas veces por periodistas deformados, o no preparados, o por dueños de medios cuya prioridad es su propia riqueza, su arrogancia, su propio poder.
No creo en los medios cuyos dueños no tengan vocación periodística y no sean capaces de dar su propia cara, su pluma o su pecho y voz. Pero eso es mejor, a que esos medios estén al servicio electoral de los políticos, mucho peor aun cuando ya se está engendrado un régimen autoritario que requiere frenos o contrapesos.
Todas las extravagancias informativas de Carlos Vera servían de contrapeso a su propio jefe, a la autoridad constituida, y en cualquier circunstancia sus espacios de opinión significaban un aporte más a la arista de esa verdad por la que todos dicen buscar. Ahora está reemplazado por otro señor, que por más duro que ponga su empeño y ceño, todos sabemos que está sujeto a una cadena, y que esta se jala o se suelta de acuerdo a situaciones que están detrás del bastidor empresarial, a sus conveniencias, odios o falencias.
Pero esto por criticable que se vea, es mucho mejor, que una Cadena Nacional. No hay autoritarismo informativo que termine bien. La libertad de expresión es la única base real para armonizar y desarrollar a las personas y formar una sociedad.
Estupendo artículo> testimonio
Doctor Raad, lo expresado por
Ud. es lo que realmente está sucediendo en este momento en nuestro querido país, es decir, los abusos y el atropello de parte del monarca de la Revolución Ciudadana y su Corte Real. La gran mayoría de los ecuatorianos,incluyendo ciertos medios de comunicación, sencillamente agachamos la cabeza y obedecemos sus designios, todo lo que se nos ordena desde la Presidencia de la República y lo que les de la regalada gana en el Congresillo, basta con transitar por los corrillos de las diversas institucions públicas de «ABSURDISTAN», para que se den cuenta de la serie de barbaridades y absurdos ordenados en los diversos actos administrativos, contrarios a lo que establecen las normas legales y reglamentarias, que le imponen ciertos funcionarios de mentes lúcidas, manos limpias y, corazones ardientes, a nombre de la «patria ya es de todos», como por ejemplo le imponen, un informe de los informes, consulta de lo ya consultado,la cédula de la abuelita y del bisabuelo,etc. tal como Ud. lo manifiesta, es que el miedo de expresar lo que se piensa de parte de la ciudadanía, en efecto, deforma la razón de ser y mejor característica del ser humano. En múltiples ocasiones he tenido la oportunidad de conversar de manera individual y en privado, con muchos de aquellos que se sienten afectados en sus derechos, con la finalidad de patrocinarlos en la defensa de los mismos, ante la interrogante, del por qué no levantan su voz de protesta,la respuesta casi unánime, es el temor reverencial a expresar públicamente o a denunciar los hechos, lo que no les permite acudir a presentar una queja o reclamo ante las autoridades competetentes, por ese temor a las represalias del gobierno y de parte de los brazos armados que mantiene el poder, denominados Grupos Bolivarianos y, además, en definitiva, porque nadie, absolutamente nadie de aquellos que integran los diversos Poderes del Estado, van a contradecir lo dispuesto por la santa voluntad del gobernante y sus acólitos, de aquel que «maldita sea la hora y equivocádamente lo eligió el pueblo».
TXEROXI
LOS FELICITO POR SUS COMENTARIOS TAN ACERTADOS,ESPERO QUE NO CAMBIEN DE LINEA-.
SALUDOS VICTOR