El show del sábado

El informe que semanalmente entrega al pueblo ecuatoriano el Econ. Rafael Correa, en su calidad de Presidente de la Republica, es digno de elogio por su excelente programación y valentía para usar y abusar del omnímodo poder del que se a envestido, en que destaca ordenada y cronológicamente los aciertos de su gobierno, en función de los actos que se van a desarrollar en el transcurso de la siguiente semana, especialmente si estos corresponden a nuevas elecciones y la poca importancia que le da a las denuncias de los errores de su gobierno o de sus colaboradores.

Con su clásica sonrisa para disimular esos errores, que jamás admite, para no darle importancia a la critica periodista por considerarla de oposición, sin darse cuenta que hace mas notoria su posición de critica y rechazo a las discrepancias políticas generadas por opiniones que discrepan con su forma de actuar y de conducir los destinos del país, concluyendo con su enojo amenazante de cerrar el medio informativo sino sacan al informador. Convirtiendo el acto en un verdadero show.

Felicitación por la revisión y análisis de las funciones de los funcionarios públicos, poniendo como ejemplo el personal de la Presidencia, sin choferes ni conserjes, enrolados con el beneficio de la amistad para lograr una remuneración superior al ejercicio de su puesto. Ojala sus Ministros no se dejen engañar o hacerse de la vista gorda para no cumplir con la efectiva disposición de la Presidencia, como se dispuso, según lo expreso el Presidente.

También felicitación por el reordenamiento de la capacitación que se quiere dar en la educación. Ya era tiempo de parar el abuso e incapacidad de muchos profesores que solo miran la posibilidad de hacer política y no la de cumplir con su rol de profesores de la niñez y de la juventud, a quienes lejos de prepararlos para la lucha honesta y libre por la vida, se los prepara para el adoctrinamiento de la bandería política del MPD, partido dominante en la educación publica, teniendo como resultado final que las escuelas, colegios y universidades, como consecuencia de la poca calidad de la enseñanza, arrojen profesionales con limitada capacidad profesional. Una alternativa es reducir el número de universidades en el país, con mejores profesores y que en sus áreas de edificaciones se contemplen conjuntos habitacionales de bajo costo para el alojamiento de estudiantes que llegan de provincias en donde no existan universidades.

Eliminando la política mejoraremos la educación, no hay duda, por eso es necesario garantizar que el cambio que se desea realizar no sea solo un show como pretexto para el cambio de la doctrina política de la enseñanza, pues lo que se desea es el cambio radical del sistema en que se ha degenerado la educación publica.

Por otro lado es criticable que la libertad de expresión se la pretenda coartar bajo el pretexto de ser una abrupta e inconsulta oposición. Nadie puede ni debe coartar la libertad de expresar lo que otro piensa, aunque discrepe de sus ideas, es inadmisible imponer el poder asumido por la voluntad de la fuerza creada por una campaña de publicidad política que ocupa los espacios y tiempos al costo del presupuesto nacional.

Señor Presidente he aplaudido gestiones de su gobierno en uso de la libertad soberana de la libre expresión, que asumo por derecho propio, bajo mi total y absoluta responsabilidad, la que he asumido por mas de 15 años, a través de mis comentarios de Opinión que mantuve en diario El Telégrafo y ahora a través de este diario itinerante “Desde mi trinchera.” No soy periodista, pero admiro al periodismo por su valor y entereza de expresar con la libertad que cada uno asume con el respaldo de su firma la responsabilidad de lo expresado. Es inadmisible tolerar la forzada salida de Carlos Vera de ECUAVISA, así como el acecho del CONARTEL a TELEAMAZONAS, sin duda ordenado por el Presidente y la incautación que se realizo de varios medios de comunicación, para hoy tenerlos al servicio de su propaganda política, todos estos actos le dan el toque FACISTA de lo que se quiere hacer en la política nacional y naturalmente con la prensa libre.

No Sr. Presidente, no cometa el error de criticar lo que usted no admite que lo critiquen por ser opinión adversa a su línea política de Gobierno. No actúe en la forma en que usted no admite que actúen contra usted.

La libertad, la soberana libertad, no es ofensa, es crítica responsable para romper el cerco de los intereses políticos que rodean al Presidente manejados por los asesores del Palacio de CARONDELET, que jamás dejan oír, lo que no desean que escuche su jefe de turno.

Sr. Presidente, respete la libertad de expresión sin ofensas, sin prepotencias ni amenazas. El respeto se lo gana, no se lo impone.

Decía Bolívar, el país en donde uno solo ejerce todos los poderes, es un país de esclavos. El Ecuador no es un país de esclavos, es un país de hombres y mujeres libres, que labran su futuro diariamente con mucho esfuerzo y trabajo.

Mi solidaridad con la libertad de expresión. Mi solidaridad con todos los medios de comunicación a los que ya se les ha limitado su libertad de expresión y con todos aquellos a los que se pretende callar por usar su libre y responsable libertad de opinión.

“Guayaquil, por la Patria, con autonomía”