¡Cuántos problemas se evitarían si lo legal fuese siempre aliado de lo justo!
Me pongo empáticamente en las “sandalias” de un juez(a) probo(a) como los hay muchos en nuestro país y en el mundo. Puedo casi percibir –si hago mi mejor esfuerzo empático- su casi “desesperación” cuando se da cuenta de lo injusto que sería no castigar a un individuo a todas luces culpable por la insuficiencia de pruebas y de testimonios que sustenten la legalidad en la aplicación de la norma.
¡Debe ser una experiencia abrumadora!, aunque también resulta durísimo vivir momentos como los planteados en la cotidianidad, lo sé, pues en efecto estamos expuestos a la confrontación con nuestra conciencia todos los días cuando tomamos decisiones… ¿es justo?
Personajes que anteponen lo que dice la ley aún a costa de castigar a sus propios hijos, parientes o amigos no son tan raros en este mundo individualista que nos toca en suerte vivir. Después de todo… “el discurso debe ser coherente”, dirían quienes así actúan… Sin embargo, la gran mayoría utiliza subterfugios y hasta encuentra disculpas para no cumplir con la regla cuando se ven afectados sus retoños o sus parientes. Esta conducta que podría llamarla “inconsistente” no deja de preocuparme aunque acepto que más de un razonamiento debería tomarse en cuenta pues en las decisiones humanas no sólo interviene la racionalidad –o debería- sino también otras variables de tipo emocional, axiológicas, culturales, etc. De allí que enfocar este tema resulte a la vez delicado y no menos apasionante.
Si por el tema cognitivo nos vamos, los conceptos de justicia, son muchos y diversos, en concomitancia al pensamiento filosófico de quienes los emiten. En un claro pensamiento liberal diríase que es justo todo aquello que me produce el mayor bien posible tanto personal como si el enfoque tiene que ver con la sociedad. Los comunitaristas tal vez vean a la justicia como la construcción desde el pensamiento mayoritario de la comunidad y los kantianos como el fiel cumplimiento de la igualdad de derechos ante la ley. En fin, me arriesgo a inferencias propias de mi constante reflexión personal, aunque sin dudas es inevitable, el hombre está constantemente haciendo abstracciones y pensando acerca de su pensamiento, retroalimentándose y mejorando sus criterio. Lo que es justo o no, seguirá en discusión…
Desde mi óptica la justicia en su más clara esencia, como variable para la toma de decisiones, debe apoyarse fundamentalmente en los valores humanos y en los principios inmutables que existen aún en la misma naturaleza. El mundo con visión integral y holística nos orienta constantemente a la verificación de tales conceptos. Las leyes, si han de ser lo más útiles posibles, deberían responder a esos mismos criterios axiológicos que si nos orientásemos hacia esos valores no sería necesario recurrir a la sobreabundancia de reglamentos y a la fatal… “leguleyada”.
Me parece inconcebible la famosa frase de… “hecha la ley hecha la trampa” pues en nada se compadece con lo aquí tratado y desde el vamos asegura la desconfianza que es, a no dudarlo, el estigma más evidente para no cumplir con el deber y para no ser justo en las decisiones so pretexto de vivir en un mundo en donde se dice dolorosamente que… “lo único cierto es que todo es incierto”.
El diccionario Wilkipedia dice textualmente esto…”la Justicia no es el dar o repartir cosas a la humanidad, sino el saber decidir a quién le pertenece esa cosa por derecho. La Justicia es ética, equidad y honestidad. Es la voluntad constante de dar a cada uno lo que es suyo. Es aquel referente de rectitud que gobierna la conducta y nos constriñe a respetar los derechos de los demás”. Una decisión legal se apega irrestrictamente a la ley, concomitantemente es justa si cumple con los principios y valores sociales practicados en nuestra Cultura. Componentes insoslayables de la Ëtica, la ley y la justicia siguen siendo factores importantísimos de nuestras decisiones y por tanto la educación debe incluirlas para el bien de las actuales y futuras generaciones.
El tema que me he permitido enfocar no pretende, ni de lejos, ser una clase magistral sobre Ética, ni mucho menos. Surge en el momento en que escribo una obra dedicada a los líderes que conozco y que de alguna manera tienen un pensamiento y un comportamiento que se basa en sus directrices morales y éticas más llamativas. No deja de impresionarme que la competencia más importante, de acuerdo a los evaluadores universitarios del proyecto “tuning” para Latinoamérica, es la “necesidad de desarrollar conductas éticas en el quehacer humano y profesional”. Mucha tinta habrá de correr y extensas opiniones sucederán, ojalá con el propósito de encontrar formas de orientar mejora a las nuevas generaciones y por qué no a las actuales.
Pues bueno yo creo que este tema como bien lo dice usted, tiene mucho que decir como tambien creo que tiene muchos puntos de vista,pienso lo legal y lo justo pasa desde la concepción propia de cada persona, del como tenga la visión de lo legal y lo justo, de como me educaron y como vivi estos dos temas,en base a esto la toma de desiciones. Cabe señalar tambien que en la desición influyen los factores externos como por ej. el dinero, el poder. etc. Muy de acuerdo que la justicia debe debe apoyarse fundamentalmente en los valores humanos, desde un enfoque de derechos y buscar una conjugación de lo justo y lo legal con una mirada integral.
Como siempre he pensado muy enriquecedores sus articulos, ya que simpre te dan miras a la reflexión y a la autoevaluación.
Me gustaría que escriba un articulo acerca de ese grupo que hoy en día pienso se esta viendo vulnerado mas que nunca «La sociedad civil» justamente por todos los cambios que esta viviendo nuestro país y por las desiciones del regimen.
Gracias..