¡Hagámosles justicia y mencionemos sus nombres de una vez ! : Son Fidel Castro, su hermano Raúl, Hugo Chávez, Daniel Ortega y nuestro Rafael Correa . No sé si se me escapa Evo, aunque, pensándolo bien, no merece estar al lado de estos personajes estelares de la historia contemporánea latinoamericana. Lo cierto es que ya no podemos hablar de democracia sin tropezar con ellos.
Han generado un salto atrás de casi cincuenta años de historia , época en la cual sólo se podía ser demócrata si se era marxista. Sin embargo, cuando alguna vez subieron al poder , quedó en claro que el marxismo y la democracia son antagónicos.
Esta vez, la coyuntura propiciada por un equivocado epílogo al mal gobierno de un hombre acusado de violar la Constitución y leyes hondureñas , como es Zelaya , ha vuelto a elevar a los alteres de la democracia a estos personajes , algunos de los cales tienen indeleblemente manchadas sus manos con sangre de compatriotas , otros no han dudado en convertirse en forajidos , dar golpes de estado, destruir instalaciones de tribunales constitucionales y expulsar a sus vocales ; y alguno se desgañita despotricando acerbamente de la OEA , a la que calificaba de inútil ente al servicio del “Imperio”.
Fue ilegal la salida escogida por el Congreso hondureño para deshacerse de Zelaya. Bastaba iniciarle el respectivo juicio político y , basándose en las repetidas violaciones legales en que habría incurrido, así como en su incompetencia y denunciada corrupción , destituirle de sus funciones. La unanimidad demostrada por el parlamento , la univocidad de la Corte Suprema de Justicia , del Ministerio Público y del Tribunal Electoral, constituían elocuentes manifestaciones representativas de la voluntad nacional, que nadie, absolutamente nadie, pudo haber contradicho.
La institucionalidad de esos órganos y del mismo estado de derecho hondureño , habrían estado a salvo. La expulsión, ingrediente insólito incorporado al momento político que vivió Honduras , fue grotesca y primitiva. Y cuando todo justificaba que ese hermano país se sacuda de la intromisión comunistoide, saliéndole al paso a la triquiñuela electoral de Zelaya ( quien , al mejor estilo marxista, basaba su confianza en el escrutinio más que en la votación de su consulta) , aquel error del Congreso dio al traste con el saneamiento moral y político que ese país pretendía con toda justicia.
Fue el instante anhelado por esos falsos demócratas como Chávez, para manifestarse con la algarabía y el escándalo que suelen identificar a las huestes comunistoides. ¿ Observó usted cómo un puñado de gente con vestimentas rojas estuvieron el mismo día, a pocas horas de la salida de Zelaya , ante la embajada hondureña en Quito ?¿ Cree usted en ese tipo de espontaneidades cívicas? Nadie les gana en esto del oficialismo revolucionario al son de sus cánticos “democráticos”·.
Que Fidel y Raúl Castro sean ahora abanderados de la democracia, provoca real menosprecio. ¿ Qué democracia representan ? “Su” revolución data de 50 años atrás y resulta estúpido y cínico hablar en nombre de una que, por su longevidad , devino oficialmente decrépita y es más conservadora que cualquier régimen derechista .
Querer conservar una revolución que tras medio siglo no despega , es confesarse conservador y fracasado revolucionario que sólo atinó a gobernar con crueldad, paredones, encarcelamientos y privaciones a un pueblo que roza la pobreza generalizada y está obligado a silenciarla por temor a las represiones. Pero he aquí que, por arte de la retórica comunista y de un pueril yerro del Congreso hondureño, los enemigos de la democracia , con Cuba a la cabeza,, pasan a ser demócratas. Y los buenos , quienes querían librar del comunismo a Honduras y decidieron castigar corrupciones y un mal gobierno , resultan ser los malos , los plutócratas, los servidores del Imperio. Los discursos de un Chávez , moviendo en el tablero a sus seguidores , hicieron el resto. La diplomacia sólo examinó la torpe expulsión de ese mal presidente y se pronunció contra ella.
Miraron el efecto y no la causa, la misma que les habría conducido a no meterse en asuntos ajenos. La vieja y vulgar frase se hizo presente : pretendieron tapar el sol con un dedo. El futuro de la región no le interesa a la O.E.A. . Carece, además, de medios suficientes para velar por ese futuro y corregirlo de veras. ¡Pobre O.E.A.! Les preguntaron qué debían resolver si se expulsa a un Presidente Constitucional vistiendo pijamas y, obviamente, con gran alivio jurídico, se limitaron a contestar como lo haría un escolar. Se desentendieron de lo sustancial.
Fueron ciegos selectivos que no quisieron saber de la defensa de la Democracia real en América. Son los mismos que invitaron a reingresar a Cuba , el país donde impera el régimen más antidemocrático de toda América. Viene a mi mente un pasaje del Rubaiyar: “Estúpidos, la senda no es esa…”
La expulsión de Zelaya obnubiló a los demás. Y hoy los “demás” le hacen el juego a la autocracia y antidemocracia comunistas. Se repite lo que acontecía en los dramas antiguos, donde el que pagaba siempre las consecuencias era el héroe , la verdadera víctima. En otras palabras, quien tenía la razón . En este caso, el Congreso tuvo una razón de Estado. Una razón de sanidad política. Una razón de ética política, La razón de librar a un país de la corrupción y de las garras comunistoides. Mas, de nada servirá conocer la verdad una vez que la falsa acción de la OEA ya ha tenido lugar.
Toca, pues, sacrificar a Honduras en nombre de una “democracia marxista ”, aquella que practica el arte de oprimir al pueblo en nombre del pueblo y en supuesto interés del pueblo. O de sugerir a Honduras que se mantenga soberana y firme y realice las elecciones de Noviembre, como estaba programado. A menos que Chávez insista en realizarlas con material enviado desde Venezuela.
Cuánta verdad hay en sus reflexiones. Cuánta hipocresía en los pseudo defenores de la democracia: Chávez, Castro, Correa, Ortega, Fernández, Lugo y Morales. Se aprovechan de la democracia para hacer lo que les dá su regalada gana. No puedo comprender la posición de Obama y la Unión Europea, ellos no parecen darse cuenta de que le están haciendo el juego a Chávez y no dicen nada de las violaciones a la constitución y la grotesca intromisión de Chávez en asuntos que no le competen. Siento envidia del pueblo chileno por tener una Presidenta ecuánime, digna, respetuosa. Aunque tienen la contrapartida en el insulso e incompetente Inzulza. Será que Chávez ya «se lo ganó»?
I. Hurtado.
Sr. Cuesta:
Es para mi como hondureña un alivio saber que no toda la opinión mundial perece estar confabulada con el grupo de
amigos de Chavez. Es dificil para nosotros explicar al mundo lo que aquí paso; contar sobre los robos millonarios del señor Zelaya y su gabinete a las arcas del estado, sobre el temor de los hondureños de terminar siendo una colonia de Chavez gracias a un presidente que no tenía amor para su país.
Gracias señor Cuesta por ser imparcial; si como periodista es su deber comentar al mundo sobre estos hechos tan desafortunados es de admirar su objetividad.
bueno , considero exactamente lo fatidico que se ve a la OEA en tratar de defender un estado de derecho ante el proceso de derrocamiento, pero lamentablemente el problema hondureño solo deben resolverlo ellos mismos, queda demostrado que los que deberian ser expulsados de esta organizacion son los antidemocratas dirijidos por Chavez.
felicitaciones sr Cuesta ojala esta actitud valiente del pueblo de Honduras sus dirigentes politicos y fuerzas armadas sea un detonante para que el resto de nuestros pueblos hoy empobrecidos gracias a los seguidores de chavez nos avivemos antes que sea demasiado tarde