Estamos en los tiempos en que el miedo nos cohíbe. Por mucho que digamos que no es verdad, la realidad es que hasta los que medran del poder tienen miedo de irse contra quién ejerce el poder.
El temor impuesto a base de la persecución y los castigos ejemplarizadores, ha logrado que cada individuo viva más preocupado por cuidar sus intereses, que de protestar por los derechos de los demás.
A nadie le conviene oponerse a los que mandan, por las serias consecuencias en que se vería sometido por exponer su libre pensamiento. Será peor todavía, si este pensamiento se opone al de los que tienen el poder.
La historia muestra que los pueblos sometidos a los tiranos, fueron divididos subyugados bajo la imposición del miedo. En la actualidad es imposible decir lo que se piensa. Es más; no existen medios por donde se lo pueda hacer, ya que la responsabilidad de la coautoría convierte a la prensa libre en una sumisa cómplice de los que ostentan el poder.
Gracias por la explicacion. Ahora entiendo vuestra fijacion con el bien y el mal.
Atentos saludos
Buenísimo?.será que algún día tendrá sentido de orientación?…. Correa se disfraza y vuela en un globo sobre la selva. En eso se da cuenta de que está perdido, entonces baja lentamente el globo hasta ver a un soldado en medio de la selva y le grita:
– Oficial, ¿puede ayudarme? He quedado en verme a las 2:00 p.m. con un amigo, llevo media hora de retraso y no sé dónde me encuentro.
– Claro que sí -le contesta el militar-. Usted se encuentra en un globo de aire caliente flotando a unos treinta metros de altura, entre los 40 y 43 grados de latitud norte y entre los 58 y 60 grados de longitud oeste.
– ¿Usted es oficial de inteligencia, verdad? – pregunta Correa.
– Sí, señor.. ¿cómo lo sabe?
– Simple, porque todo lo que ha dicho es técnicamente correcto, pero inútil. Sigo perdido y voy a llegar tarde a mi cita porque no sé que hacer con su información..
– Usted es el Presidente, ¿no? – pregunta el militar.
– Sí. ¿Cómo lo supo? – pregunta asombrado Correa.
Es muy simple. Porque usted no sabe ni donde está, ni para dónde va, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema.
De hecho, se halla exactamente en la misma situación en la que estaba antes de encontrarme, solo que ahora, por alguna extraña razón….. ¡la culpa es mía!