22 noviembre, 2024

Mirar hacia atrás

El ser humano debe siempre pensar antes de actuar. Si lo hace, no tiene necesidad de lamentar lo mal hecho, lo realizado o lo no realizado. La vida siempre va para adelante. Lo que hiciste o no, ya no puedes cambiarlo o no hacerlo.

Si vas caminando y te pones a mirar hacia atrás es muy posible que te estrelles. No mires atrás es pues, un refrán lógico. Hay dos hermosas canciones que hablan de mirar atrás para evaluar la vida que se ha llevado: My way (A mi manera), que encumbró a Frank Sinatra, y Non, je ne regrette rien (No, no me arrepiento de nada), que inmortalizó a Edith Piaf.

Ambas son canciones que hablan de la satisfacción de haber vivido y sentirse satisfechos de todo lo realizado. En la teoría esto es lo ideal, sin embargo, hay en la vida de todo hombre momentos de actuación en que se obra precipitadamente, con el corazón o con los intestinos, no con la cabeza y decir que está bien hecho porque lo hice yo, habla más de soberbia que de orgullo.

En las normas de los Jesuitas y de varios monjes místicos de diversas religiones orientales, se insiste en meditar, en hacer un examen de conciencia, mirar atrás para evaluar nuestro comportamiento, cómo hemos actuado. Es muy importante mirar atrás para autoevaluarse, para ver si hemos obrado de acuerdo a las virtudes cardinales de la prudencia, la fortaleza, la templanza y la justicia.

Pero la evaluación que se hace de uno mismo, no puede ser realizada inmediatamente. Si lo hacemos, ponemos dudas a nuestro proceder. Si juego golf, por ejemplo, pensar en el error que cometí en el hoyo anterior, me hará cometer errores en el actual, ya que no me concentro en el que estoy jugando. Ya me evaluaré al final del partido. Ahora debo concentrarme solamente en lo que estoy haciendo. Tampoco le conviene pensar en el próximo o en cuantos le quedan para enmendar. Todo esto le hace daño para el juego de ese sugundo. El golfista debe pensar únicamente en lo que hace en el segundo en el que está.

Debemos mirar atrás luego de terminado el proceso, o al menos, al final del período, al final del día. Cuando estés haciendo algo, piensa sólo en lo que estás haciendo, pon todo tu esfuerzo en hacerlo lo mejor que puedas, y cuando hagas reflexiones sobre el pasado, piensa también sólo en lo que estás haciendo.

En realidad, tan importante como mirar atrás, es mirar hacia adelante. Lo que no conviene es mirar hacia adelante cuando debo mirar para atrás, ni mirar para atrás cuando debo mirar adelante.

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POSESIÓN DEL PRESIDENTE DE BOLIVIA EVO MORALES

Hacia donde vamos sería la pregunta. ¿Vamos por el mismo sendero y hacia un mismo puerto? El socialismo del siglo 21 no tiene una fórmula propuesta como sistema de gobierno. Tiene tan solo una meta común: destruir al sistema político imperfecto neocolonialista que implementamos durante dos siglos, cayéndonos y levantándonos constantemente. Ninguno de estos tres países citados por la ruta convencional democrática, sino que se sustentan en un líder imperecedero. No menciono a Nicaragua, porque no vale la pena analizar su caso debido a la poquedad del líder.

Evo y sus circunstancias, no harán a Bolivia otra cosa diferente a lo que siempre ha sido: una mayoría indígena que nunca dejará de serla, y tendrá que institucionalizar su forma de gobierno de alguna manera no inventada todavía. Las fórmulas occidentales no le calzan de ninguna manera. Si se occidentalizan, pierden. Si se conservan en su raigambre, el país podrá vivir tranquilo y contento, masticando la hoja de coca, pero no saldrá de sus falencias ni entrará en las modernidades. Sin salida al mar y buscando a tientas alguna manera de modernizar su esquema político inventado hace quinientos años. Hasta que eso suceda existencialmente, navegaran en submarinos dentro del Lago Titicaca buscando su vasija de barro. Ojala la encuentren. Mayoría manda y finalmente sólo un indígena podrá gobernar esa región que se llama bolivariana por puro contrasentido. Por eso tienen a Evo. La Evocracia es su destino. Nada se puede hacer al respecto.

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  1. «LA VIDA SIEMPRE VÁ PARA ADELANTE. LO QUE HICISTE O NO YA NO LO PUEDES CAMBIAR O NO HACERLO» Qué ciertas son esas palabras me hacen pensar en una exepcional mujer Hellen Keller que nos enseñó que: «El mundo debes seguir adelante sin mirar atrás, triunfar por el deseo que tienes…» Todo está primero en estar con Dios en la fé en él, y segundo en nosotros mismos.
    Att,
    Lía Cedeño de Mora.

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