Todo pasa, nada queda

¿ Qué es lo que hace permanecer vigentes los escándalos y los desgobiernos de este gobierno ? Pues la prensa , es la respuesta que emerge de inmediato. Una prensa movida sustancialmente por razones éticas más que noticiosas . Es entendible, entonces, que se la pretenda amordazar por los medios que franquee una revolución en marcha.

Y hasta prescindiendo de ellos. Hay momentos en que una revolución cree poder hacer lo que le viene en gana. La oposición política , llamada a fiscalizar y enfrentarse al Poder para corregir tales entuertos , aún no decide agruparse y actuar. Prosigue en sus cálculos. Y la ciudadanía , como me decía un lector, se harta de que una misma noticia sea repetida cien y más veces , por espeluznante o inmoral que fuere , si las sanciones no sobrevienen .

Casi olvidada está la mugre moral que arrojaron los pativideos hace escasos dos años, recién estrenado este gobierno. Y ya pasó. El protagonista del film sigue sonriendo y fungiendo de coordinador de la política nacional y lo ominoso de aquel episodio se diluye en la memoria de los ecuatorianos. ¿ Alguien recuerda el nombre del tragacheques vinculado a un “dueño del circo” Creo que fue una de las más patéticas y flagrantes escenas delincuenciales .

Apuesto a que usted no recuerda el nombre de ese Subsecretario que no pasó la prueba del detector de mentiras luego de ser denunciado como acosador sexual de una joven dama negra que cometió la revolucionaria estupidez de solicitarle un empleo. ¿Confiaremos en la idoneidad de una Justicia de rodillas ante un Gobierno que sigue gritando su honestidad y protegiendo a rajatabla a los suyos? Estoy por creer que nuestra consistencia ética es de corta duración y de ínfima magnitud. ¿ Por qué diablos seguimos pensando en la manifiesta inmoralidad que yace tras los negocios del hermano del Presidente, si el silencio y la inminente justificación de los mismos se avecina a través de funcionarios llamados a velar por el imperio de la moral y la justicia ? No me extrañaría que pronto circule un proyecto de decreto legislativo autorizando la contratación pública con parientes de un magistrado y ordenando a nuestras autoridades de control la sujeción y observancia del mismo, bajo pena de destitución.

¡ Todo pasa! ¡Nada queda ! A eso aspira todo gobierno en apuros morales. Aspira a que la prensa no insista con noticias de deshonestidades sólo porque dejaron de ser noticias , a menos que se resigne a ser acusada de opositora al régimen y se atenga a las consecuencias preanunciadas en el Ecuador y consumadas ya en Venezuela, nuestro referente revolucionario. Aspira a que la ciudadanía olvide o aquellas noticias que, en un comienzo, remecieron sus fibras morales , para derivar luego en un estribillo intrascendente por la impunidad imperante.

A falta de investigación y de sanciones oportunas, los inmorales cuentan con la raquítica estructura ética de nuestra sociedad , que no está para muchos episodios de un mismo culebrón telenovelístico. Parecería que nos acostumbramos a lo “express”, a la ejecución rápida de los hechos, a la caída violenta de un Bucaram , de un Mahuad o de un Gutierrez luego de procesos populares callejeros. Quien pueda aferrarse al poder por un lapso mayor que el del interés popular, ¡ que se quede en el poder! ¡Ya aparecerán nuevas causales que reemplacen a las que declaramos prescritas ! Decisiones que nada tienen que ver con la racionalidad humana ni implican un espaldarazo a nuestros gobernantes. Sólo revelarían una idiosincrasia proclive al desinterés de un pueblo que lamentablemente demuestra tener otras prioridades, hermanadas con la complicidad de quienes debieran actuar .

¿ Olvidaremos a las FARC , a Larrea, Chauvin, Ayala, Brito y demás implicados en la sórdida y criminal vinculación con nuestro país ? Muy pronto. A menos que los políticos de veras, esos seres llamados a examinar, criticar y revelar sin temor los yerros e inmoralidades , se decidan a actuar como políticos en búsqueda de la verdad definitiva.¡ Esa es la tarea de las minorías en una auténtica democracia !

La documentación “ hallada” , fraguada , alterada o quizás auténtica de Raúl Reyes y del propio “Tiro Fijo”( leída por el “·Mono Jojoy” a sus huestes ) , debe seguir un patrón interpretativo y probatorio ceñido a un principio universal del Derecho:

Nadie puede reproducir como veraz y en su favor, un pasaje, una expresión o una parte cualquiera de un documento, y rechazar a la vez como falso todo cuanto en ese mismo documento le resultare adverso a sus intereses.

De acuerdo al supuesto Diario de Reyes, manoseado desde hace meses por el Gobierno, los aportes para la campaña de Correa SÍ SE DIERON. Lo que es más terrible : SE DIERON EN “MERCA”, expresión varias veces repetida y alusiva a mercancía. Se dieron en droga. Según lo confiesa Reyes , falsa o ciertamente, Chauvín no se vinculó a las FARC como funcionario de gobierno, sino que habría formado parte de las mismas, al igual que Gustavo Larrea, desde antes de la campaña electoral de Correa . Sólo así pudo “traicionarles”, quedándose con el dinero de tan criminal comercialización y abonando la hipótésis de que Correa lo ignore todo, incluso el daño que sus “compañeritos” le han irrogado ya. “Ahí va la droga. Véndanla ”, resumiría denigrantemente lo acontecido, porque les imponía actuar como narcotraficantes para cubrir un plan electoral o embolsarse el dinero.

Si esas confesiones están en un documento que el gobierno ecuatoriano hace suyo para desmentir la vinculación personal de Correa con narco-terroristas , está obligado también a admitir como ciertas las denuncias de Reyes en torno a las presuntas e infames aportaciones , si éstas fueron entregadas o si unos ladronzuelos robaron ese puerco botín.

Mas, la revolución confía en nuestra idiosincrasia y en sus amenazas contra la libertad de información .Apuestan a un compás de espera después del cual todo pasará y nada quedará. Así, en este país de ciegos guiado por ciegos, según un pasaje bíblico ( de los que gusta equivocarse Correa) terminaremos todos cayendo al hoyo . Pobre Ecuador.