El nuevo Gobernador del Guayas, Roberto Cuero Medina, se posesiono en días pasados ofreciendo un diálogo “franco, fraterno pero con respeto”; mensaje que revela el deseo de evitar confrontaciones y buscar que la Provincia con mayor número de opositores al régimen de las manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes, mantenga un clima de paz y de progreso.
No obstante lo indicado en líneas anteriores, preocupa que a renglón seguido el nuevo Gobernador advierta con responder al Alcalde Nebot si este no conserva el nivel de respeto que él exigirá; escenario que no revela otra cosa que una postura a la defensiva al margen de la advertencia implícita que conlleva.
CUERO, declara ser de origen esmeraldeño por nacimiento pero “guayaquileño hasta la medula de los huesos”, lo que trae a mi memoria aquella frase y un Ex Presidente de la República quien decía: “EL SER GUAYAQUILEÑO ES TENER UNA ACTITUD ANTE LA VIDA Y UNA RESOLUCIÓN ANTE LA MUERTE” (Carlos Julio Arosemena M.) por lo que los componentes de la guayaquileñidad, son mas allá que la médula que contienen los huesos.
CUERO tiene que afrontar como máxima autoridad del gobierno de Correa en la Provincia una de las más fuertes olas delincuenciales que se recuerden en los últimos tiempos. El hampa se ha adueñado de varios sectores de nuestra urbe, convirtiéndolos en sitios altamente peligrosos, al margen de los primeros síntomas de malestar que se traducen en protestas por estudiantes, obreros e informales.
CUERO estuvo al frente de la Junta Cívica Popular de Guayaquil, Organización que se constituyó en forma paralela para “reivindicar” aquellos supuestos privilegios que estaban en manos de unos pocos calificados de pelucones, hoy desde su puesto tendrá que representar no sólo a la población afro-ecuatoriana sino a la cosmopolita que habita en Guayaquil.
Cuero mas que por ser de raza negra que no me importa si es negro o indio debera afrontar lo que es mas que en su medula que es ser de alianza pais y que los Guayaquileños le dijeron a esa gente no mas. No se si Guayas a tenido un Gobernador de otra provincia pero personalmente pienso que es una dedicatoria mas…Pero vamos a ver que hace por la delincuencia, cuidado en una batida lo confunden…
Para mi gusto y a título personal, comentario demasiado tibio e inclusive, a ratos inconexo del mensaje ulterior que se pretende transmitir.
En esta época de polarización conceptual peligroso es pecar de ingenuos pretendiendo concederle el beneficio de la duda a un gobierno cuya principalísima meta es ostentar el poder absoluto. Así, acorde con ese pérfido afán, en estos terribles casi tres años, la lucha por quebrar el espíritu guayaquileño (del cual, seguramente Cuero se ha enterado a través de láminas educativas) ha significado imponernos cuatro gobernadores. TODOS contratados (por el dinero de los contribuyentes) con el objetivo de romper el último bastión anticorreísta en este país.
Cada uno de ellos ha tenido una específica «misión», una tarea velada, un discurso preparado desde las alturas de la oficialista propaganda neo-nazi que nos atosiga con mentiras e insultos.
Por más que al actual mandante se le ha tratado de hacer entender que su insultadina de los sábados y fiestas de guardar, nos puede conducir a una confrontación civil de sangrientas consecuencias, éste no ceja en su empeño. Triste que esta actitud febril y poco digna de una verdadero estadista, sea acogida por quienes se venden en cuerpo y alma al discurso del resentimiento social.
¿Qué significa eso de exigirle al alcalde guayaquileño cierto nivel de respeto? Tal vez me equivoque, pero la frontalidad del alcalde se ha puesto de manifiesto sólo cuando ha sido provocado. Al país entero le consta que su majestad intentaba al principio de su mandato inducirle a la confrontación y poca respuesta tenía… hasta que colmó la medida. Ni qué decir de las insulsas declaraciones de un Samán adormecido, un Vicuña a quien le quedó grandísimo el puesto y prácticamente fue defenestrado después del papelón que le hizo jugar a los de AP para que celebren una victoria que nunca obtuvieron y no pueda llenar un estadio de adláteres al régimen ( claro que el mandante levantó una de sus cortinas de humo encarcelando a quien le tiró un papelito a su guardia pretoriana personal). Jiménez -el ex-ruptura 25- aprovechaba cada ocasión, aún cuando era invitado a fiestas infantiles o a misas de réquiem, para insultar (literalmente) a la gestión municipal. Se pavoneaba pulcro y con pinta de pelucón revolucionario por la provincia entera ofreciendo resarcir los entuertos, atender lo que no atendía el municipio, etc.; al final del día, ni el propio gobierno pudo confiar en sus aspavientos de gallito peleonero.
Como diría mi gente: «no me cuadra» que el Sr. Cuero hipócritamente diga que no ha sido parte de esta conspiración contra Guayaquil. Que solamente lo inspira un afán ciudadano (vaya usted a enterarse qué entienden ellos por ciudadanía) y en la misma oración negar que a pesar de obtener una masiva votación, el actual alcalde no ha sido reconocido en su labor. Manifestar sin siquiera sonrojarse ante un canal intervenido de la televisión, que en la reciente campaña electoral, la cuña mal intencionada que él -desde su Junta Cívica privada- no apoyó a la ministra de los techos voladores y que «fue una coincidencia que apareciera en tiempos de contienda electoral» es más que un insulto a la inteligencia. Es imperdonable.
¿Cómo puede alguien ser guayaquileño hasta la médula y tener la visión quiteño-centrista del correísmo? ¿Cómo calza esa flagrante contradicción socio-histórica del bolivarianismo socialista? Supongo que las respuestas a estas y más inquietudes descansan en alguna de las páginas de Historia que el Sr. Cuero jamás ha leído.
Estimados Todos: he visto con asombro la designacion del Sr. Cuero como Gobernador de mi amada provincia. Sin desmerecer su preparacion para el cargo, mas parecería una tácita provocacion.
También pertenezco a la raza afroecuatoriana, pero mas que negra soy guayaquileña de nacimiento, de educacion y de conviccion. Una de las cualidades de la raza negra es la paciencia y y la ecuanimidad. Creo que sería conveniente guardar el beneficio de la duda y esperar lo que el Sr. Cuero pueda hacer por la ciudad y la provincia.
Esperemos y veamos.
Atentamente,
Jacky
Lo unico que antino a decir es:»cuero es cuero» lo demas son cuentos.
No estoy contra la raza afroecuatoriana. Pero entiendo que a lo largo de la historia, que recuerde?, no hemos tenido un gobernador afro. Y mucho menos de otra provincia que no sea la nuestra. Me parece que ese nombramiento es una provocación más, para –dizque, irritar a la peluconada guayacense. Como dicen, habrá que verlo cómo actúa frente a la delincuencia.. Ese debe ser su primer reto y no ponerse a medir fuerzas ante el burgomaestre cantonal! Tiene que sacar la cara por esta provincia, a la que le han encargado velar por su seguridad y progreso. El color no hace a la persona sino su intelecto, el pundonor y el afán de servicio a la colectividad. De él depende dejar bien puesto su nombre.
Estimados todos,
Que recuerde el anterior gobernador, màs pelucòn y màs mediocre no pudo ser.
El actual solo el tiempo lo dirà , pero lo que si sabemos y tenemos muy claro es que el robogobierno de los sociolistos y de la victoria secret quieren y tienen UNA SOLA META a alcanzar y esta es, JODER todo lo bueno que ha venido realizando por dècadas desde el finado excelentìsimo ex presidente de nuestro paìs y alcalde de GYE el ING LFC y el actual mejor alcalde del paìs y por que no decirlo de los mejores de amèrica….nada màs.
El resto digan lo que digan es tan solo LATA, CUENTO, CHARCHULLO, ETC ETC ETC.
Atte
Manolo
Un guayaco que no se deja cuentear.
Siempre he considerado que la única barrera que separa a los seres humanos, es la de la educación. El color de la piel, la ideología política, las creencias religiosas, los niveles económicos, los gustos y aficiones, todo puede ser superado cuando dos personas discrepan con altura, haciendo gala de su buena educación y el respeto a sus semejantes.
Creo que este señor Cuero debería recordar que no ha sido elegido por el voto popular de la provincia a servir, y con tacto e imparcialidad hacer méritos para recibir el reconocimiento de una colectividad cansada al máximo de ser injustamente maltratada y hostigada por el resentimiento de quien jamás, habiendo nacido en Guayaquil, podrá proclamar su guayaquileñidad sin pecar de hipócrita.
Que no se sume a la cadena de serviles antecesores, cuestionados todos, de una u otra forma. Que se dedique a trabajar imparcialmente por el progreso de toda la provincia. Y a dar ejemplo de respeto y buena educación.
I. Hurtado.
una vez más el Presidente comete uno de sus atropellos contra la ciudad y la provincia del Guayas, al nombrar a su representante, a un ciudadano nacido en otra provincia, creo que no hay un impedimento legal? pero si es un asunto ético, acaso entre sus huestes revolucionarias no existe un ciudadano guayacense que pueda ocupar este cargo ? Esto no se trata de colores de piel ni nada por el estilo, solo trata de crear un nuevo frente de confrontación, seguro que va a seguir con lo de pelucones, insultadera sabatina y toda su demagogia para seguir en su intento de desestabilizar al municipio de Guayaquil y defender a su nuevo insultador local.
Señor Luis Hidalgo,
Estoy comentando con atraso su nota, pero no porque no me haya interesado en su rúbrica, sino porque en lo que se refiere al nuevo gobernador de lo que queda de la provincia del Guayas, quería dejarlo actuar para recién poder emitir una opinión.
No sé si los guayaquileños de cepa y los allegados recuerdan uno de los chabacanos episodios de ese también oficial de la ciudad que la dejó en escombros debido a su inepcia, Abdalá Bucaram, interviniendo directamente, para que se eligiese una reina afuereña de belleza de raza negra, por el puro gusto de humillar a los guayaquileños, aunque ese cargo no viniera con responsabilidades de ninguna clase, así como la del actual Gobernador es para fastidiar y de puro adorno.
El paralelo parece anodino, pero hay picardía en ese nombramiento. Entre el loco que ama y el loco que odia, nos han puesto una vedette de raza negra, para que se luzca; así no sirva para maldita la cosa, a no ser para abombar el ego y llenar la cuota de la discriminación positiva que dormita en la cabeza hueca, cháchara y oportunista del régimen dictatorial centralista.
¿Para cuándo otra Marcha de las damas guayaquileñas vestidas de luto, contra el insulto, la opresión y la dictadura centralista; tal y cual como se llevó a cabo el 3 de octubre de 1964 en la noble ciudad de Guayaquil?